Partículas pequeñas, daños grandes
Las partículas muy pequeñas pueden flotar indefinidamente en el aire y propagarse de forma invisible. Su comportamiento peculiar pero bien conocido, por los estudios realizados sobre contaminación y enfermedades como la silicosis y la tuberculosis, se acomoda a las armas bacteriológicas, como en los actuales casos de ántrax (carbunco).