Juan Gómez-Jurado, el rey del ‘thriller’ en España
El éxito que han tenido sus tres últimas novelas, ‘Reina Roja,’ ‘Loba Negra’ y la más reciente, ‘Rey Blanco,’ le ha permitido sumar más de 1.100.000 ejemplares vendidos desde 2018
Los dueños de la librería madrileña Sin Tarima aprovechan la campaña navideña para anunciar en el escaparate que todo aquel que adquiera un libro de Juan Gómez-Jurado (Madrid, 43 años) se lo llevará con su rúbrica. “Gómez-Jurado se pasa cada día por aquí a firmar una media de 30 ejemplares”, dice Santiago, el dueño. Como se puede apreciar en el vídeo adjunto, el autor acude a la cita vestido de negro —el jersey que lleva se lo regaló su mujer, un homenaje a la última película de James Bond— y con mascarilla, un antifaz que no le sirve para pasar desapercibido. El éxito que han tenido sus tres últimas novelas, Reina Roja, Loba Negra y la más reciente, Rey Blanco, publicadas todas por Ediciones B, le ha permitido sumar más de 1.100.000 ejemplares vendidos desde 2018. Parece justificado que se le considere un autor de best-seller, y aunque el escritor no se desvincula de esa etiqueta, dice que se ríe cuando alguien trata de reducir el trabajo de un autor superventas a un sencillo patrón al gusto del consumidor y construido por un algoritmo. “Ha sido una locura absoluta y un esfuerzo que va más allá de lo que es lógico cuando creas un thriller. Por eso me carcajeo cuando alguien me dice lo de best-seller: ‘Ya, muy bien, estupendo. Pues hazlo tú”.
Sus lectores le preguntan para cuándo el siguiente porque Rey Blanco, la nueva entrega de las historias de los investigadores Antonia Scott y Jon Gutiérrez, se anuncia como “el final que solo es el principio”. De ahí el interés que genera en esa gran masa de lectores que parece negarse a que se terminen las vicisitudes de una dupla a la que Gómez-Jurado ha dotado de un humor negro muy particular. “Un fenómeno como Antonia Scott y Jon Gutiérrez no llega a las 57 ediciones si no hay un montón de gente que lo ha recibido y lo ha multiplicado,” explica. “Ese es el gran truco que ningún escritor confiesa: nosotros solo hacemos la mitad del trabajo”.