Un huerto urbano para dejar las drogas

Usuarios del Centro de Atención y Seguimiento a las drogodependencias de Sarrià (Barcelona) trabajan en una plantación urbana para curar sus adicciones

Usuarios del CAS trabajan en el huerto del barrio de Sarriá. Vídeo: Gianluca Battista

La idea surgió de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) junto con la ONG Asociación Bienestar y Desarrollo. Ambas entidades cayeron en la cuenta de que, en un entorno de alto nivel adquisitivo como el del barrio de Sarrià (Barcelona), plantar y cuidar vegetales podría ayudar a superar las adicciones. Los organizadores han bautizado este proyecto como Fénix, igual que el ave mitológico capaz de resurgir de sus cenizas. La ASPB dispone de 15 centros distribuidos por toda la ciudad, donde atienden a personas que quieren dejar de consumir pero también a aquellas que quieren seguir haciéndolo, pero con un programa supervisado de reducción de daños. No todos los perfiles son los mismos, depende mucho del tipo de adición y del barrio en el que viva el afectado. No es el mismo caso el del usuario del Raval que el de Sarrià. De la unión de todas estas variables surgió el proyecto de construir un huerto en la parte trasera del edificio del centro de este acomodado barrio barcelonés.

A las 9.00 de la mañana, durante tres días por semana, comienza el trabajo en la plantación. Los usuarios/pacientes tienen entre 40 y 55 años y son, mayoritariamente, mujeres. El coordinador del proyecto Fénix es Edgar Peñas, una enciclopedia humana del mundo agrícola. “Aquí lo que conseguimos es, sobre todo, un beneficio físico de los usuarios y eso hace que aumente su autoestima. Intentamos reforzar los consejos terapéuticos y que los usuarios participen activamente y se relacionen socialmente entre ellos”, resume el coordinador.