CEDI: los informáticos españoles se ponen al día con efectos especiales y computación cuántica
El congreso de Málaga celebrado el pasado septiembre se concibió como una innovadora mezcla de evento presencial y en línea
Los científicos españoles de las distintas áreas informáticas —al igual que sucede en el resto de las disciplinas científicas— suelen presentar sus trabajos en congresos y revistas internacionales, pero ello no impide que también celebren congresos nacionales, que tienen más el carácter de encuentro entre los distintos grupos de investigación, para comunicarse y establecer posibles colaboraciones. Dichos congresos suelen ser anuales, pero, desde hace ya un tiempo, sus organizadores decidieron confluir todos en una misma semana cada pocos años. Con ese espíritu se celebró entre el 22 y el 24 de...
Los científicos españoles de las distintas áreas informáticas —al igual que sucede en el resto de las disciplinas científicas— suelen presentar sus trabajos en congresos y revistas internacionales, pero ello no impide que también celebren congresos nacionales, que tienen más el carácter de encuentro entre los distintos grupos de investigación, para comunicarse y establecer posibles colaboraciones. Dichos congresos suelen ser anuales, pero, desde hace ya un tiempo, sus organizadores decidieron confluir todos en una misma semana cada pocos años. Con ese espíritu se celebró entre el 22 y el 24 del pasado mes de septiembre en Málaga el sexto Congreso Español de Informática (CEDI), un evento que se celebra cada tres o cuatro años y reúne a la mayor parte de las conferencias especializadas en informática de ámbito nacional.
La cúspide de este macroevento es la Sociedad Científica Informática de España (SCIE), que reúne a todas las sociedades informáticas especializadas, responsables de los mencionados congresos anuales. En esta ocasión, confluyeron 17 conferencias especializadas en áreas tan diversas como la inteligencia artificial, la ingeniería del software y las bases de datos, la informática gráfica, la arquitectura y tecnología de computadores, los lenguajes de programación, el procesamiento del lenguaje natural, la creación de videojuegos y algunas otras.
Debido a la incertidumbre por la pandemia el congreso se concibió como una innovadora mezcla de evento presencial y en línea: de los 1.120 participantes, 640 lo hicieron por internet y esto último se aplicó tanto al público como a los ponentes. En una misma sala podía, por ejemplo, presentar un ponente presencial y recibir preguntas a través de un sistema de videoconferencia y, a continuación, presentar su trabajo un ponente en línea y recibir preguntas de los presentes. Eso obligó a los organizadores a un gran despliegue de tecnología y a mantener un equipo de asistencia técnica para solventar los posibles contratiempos. En este caso no hubo cuchara de palo en la casa del herrero, y todo funcionó como la seda.
Patrocinaron el evento 14 empresas —una de ellas, Google— y 9 instituciones, entre ellas, la ya mencionada SCIE, como institución organizadora, y el Ayuntamiento y la Universidad de Málaga. Gracias a estos patrocinios, el congreso pudo financiar a algunos investigadores para dar conferencias invitadas. Cada congreso especializado tuvo sus propios conferenciantes pero, además, se organizaron dos conferencias generales a las que pudieron asistir los participantes de todos los congresos. Me voy a detener en ambas, porque las dos fueron muy relevantes.
La primera corrió a cargo de Marcos Fajardo, un ingeniero informático exalumno de la Universidad de Málaga y fundador de una empresa especializada en algoritmos de informática gráfica. Esa empresa es ahora parte de una gran empresa estadounidense —Autodesk Inc., con sede en California y con mas de 8.000 empleados— y Marcos es un alto directivo de ella. Sus algoritmos se han empleado en numerosas películas —algunas tan famosas como Gravity, Blade Runner 2049 y Spiderman— para crear escenas de ficción y efectos especiales. La conferencia versó precisamente sobre la evolución de dichos efectos especiales en el cine y en los videojuegos a lo largo de su historia. Quizás muchos lectores no sepan que, detrás de muchas escenas impresionantes del cine, están los ingenieros informáticos ideando algoritmos para simular el fuego, la niebla o las naves espaciales.
La segunda la impartió Sergio Boixo, Ingeniero en Informática por la Universidad Complutense de Madrid, doctorado en Física y con estudios adicionales de Matemáticas y Filosofía. Actualmente, Sergio es el jefe científico del grupo de Computación Cuántica de Google y ya ha aparecido en estas páginas en 2019 con motivo del anuncio en el que Google afirmaba haber alcanzado la “supremacía cuántica”. La conferencia fue una puesta al día del estado actual de este tipo de computación en uno de los pocos grupos que son líderes mundiales en la materia. Calificó a los computadores cuánticos actuales de “ruidosos” porque son muy sensibles a la energía ambiental y su memoria colapsa a los pocos microsegundos de cálculo. Nos dijo que la investigación se centra actualmente en conseguir cúbits —la unidad elemental de memoria— estables en el tiempo, aunque para ello serán necesarios muchos cúbits auxiliares por cada cúbit real, que se encarguen de “reparar” los errores de este último. Trazó una ruta en la que se esperan computadores estables del orden de 1.000 cúbits —actualmente, apenas llegan a 100 y son inestables— hacia 2030.
En conjunto, una excitante experiencia y una inmejorable puesta al día para los investigadores españoles en informática.
Ricardo Peña Marí es Catedrático Emérito de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad Complutense de Madrid
Crónicas del Intangible es un espacio de divulgación sobre las ciencias de la computación, coordinado por la sociedad académica SISTEDES (Sociedad de Ingeniería de Software y de Tecnologías de Desarrollo de Software). El intangible es la parte no material de los sistemas informáticos (es decir, el software), y aquí se relatan su historia y su devenir. Los autores son profesores de las universidades españolas, coordinados por Ricardo Peña Marí (catedrático de la Universidad Complutense de Madrid) y Macario Polo Usaola (profesor titular de la Universidad de Castilla-La Mancha).
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