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El futuro de la aviación verde

Aena impulsa el desarrollo de combustibles sostenibles de aviación y fuentes energéticas alternativas como el hidrógeno para reducir el impacto de la aviación. En su misión de descarbonizar el sector, el operador establece alianzas con administraciones, empresas y sociedad civil para avanzar hacia vuelos más respetuosos con el medioambiente

La solución de un combustible sostenible para el sector de la aviación está cada vez más cerca. La producción, distribución y utilización de este carburante se encuentra ya muy madura tecnológicamente. Será una de las herramientas con más potencial para descarbonizar el transporte aéreo, aunque su uso masivo dependerá de la disponibilidad a escala de este producto y su precio. Aena, el gestor de los aeropuertos españoles, está preparada para distribuir este carburante a través de la red nacional actual. En general, las propias instalaciones e infraestructuras aeroportuarias destinadas al combustible convencional son compatibles con la nueva generación sostenible.


Cómo lograr la disponibilidad masiva de SAF

La Comisión Europea ha dictado las primeras directivas para impulsar el uso del SAF. Para 2030, la directiva Refuel Aviation establece un uso mínimo de un 5% de SAF mezclado con el queroseno, una cifra que aumentará a 63% en 2050. Esta y otras normativas comunitarias en desarrollo posibilitarán la disponibilidad masiva de estos carburantes y su uso en un gran número de vuelos.

Aena asume un papel integrador en la producción y distribución de SAF en sus aeropuertos, desde los que ya han partido vuelos impulsados con estos combustibles. El objetivo es reunir y alinear a todos los eslabones de la cadena de valor: los productores, las empresas logísticas y distribuidoras y, por último, los consumidores finales, las aerolíneas.


Que en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, con una aplicación móvil, un pasajero pueda decidir cuánto combustible sostenible incorpora en su vuelo es solo uno de los proyectos en los que Aena colabora para fomentar y contribuir a la aviación sostenible en línea con su Plan de Acción Climática. Otras acciones apuntan a cambiar el panorama global de la aviación, como por el ejemplo el programa Clean Skies for Tomorrow del Foro Económico Mundial, que busca la adopción progresiva del SAF en 2030.

Unas alianzas que incluyen también al primer frente del sector, las aerolíneas y ground handlers. Aena colabora con ENAIRE -el gestor de navegación aérea de España- para reducir las emisiones generadas en las operaciones aeroportuarias del día a día.

El hidrógeno es otra de las soluciones energéticas sostenibles que emergen en el sector de la aviación. Se suministrará, de forma mayoritaria, en estado líquido, aunque también existen variantes gaseosas o en sal. Por tanto, los aeropuertos deberán acometer ciertas remodelaciones e invertir en infraestructuras que se adapten a este hidrógeno líquido en su distribución, almacenamiento, licuefacción y expedición. En el futuro, estima Aena, proliferarán y serán habituales los puntos de suministro de hidrógeno, fijos o móviles, para los vehículos o equipos lo requieran, tanto los terrestres como los aéreos.

La propulsión de aeronaves con hidrógeno conllevará una innovación disruptiva que requerirá de I+D, inversión y una regulación complementaria que garantice la seguridad en infraestructuras y la viabilidad técnico-económica. Aena ya trabaja para constituir los denominados hubs de hidrógeno, aeropuertos que sean una fuente de suministro e incluso de producción de este combustible para aeronaves y vehículos terrestres o equipos handling.

En los próximos años, el uso de hidrógeno en aviones de largo radio cambiará la morfología del fuselaje y el peso de las naves. Para que la flota alimentada por este elemento funcione sin problemas, se modificarán varios aspectos en los aeropuertos actuales, como la longitud de la pista, los puestos de estacionamiento, las distancias normativas o los hangares.

El Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat, donde Aena lleva a cabo un proyecto para tratar de validar la viabilidad técnica de pilas de combustible de hidrógeno como sustitutivo de los habituales generadores de respaldo diésel.AENA

En la actualidad, Aena apuesta por soluciones basadas en este innovador vector energético. Por ejemplo, un proyecto piloto en el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat trata de validar la viabilidad técnica de pilas de combustible de hidrógeno como sustitutivo de los habituales generadores de respaldo diésel. Además, antes de 2030, el operador definirá una estrategia de hidrógeno en su Plan de Acción Climática e instalará cinco hidrogeneras (estaciones de servicio de hidrógeno) en los principales aeropuertos de España.

Junto a la industria, las administraciones y la sociedad civil, Aena trabaja en la European Clean Hydrogen Alliance para impulsar un mercado de hidrógeno limpio y atajar las emisiones de gases de efecto invernadero. Este pacto recorre toda la cadena de valor del hidrógeno renovable y bajo en carbono, desde la producción hasta aplicaciones de movilidad, industria, energía y calefacción.

Aena también es parte activa de la Alianza para el uso del hidrógeno verde en aviación junto a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, el Centro Nacional del Hidrógeno y diversos actores del sector aéreo. La misión consiste en unir a los usuarios finales (aeropuertos, líneas aéreas y fabricantes aeronáuticos) con la cadena de valor del hidrógeno, una vía para alinear la demanda y la oferta e identificar las tecnologías necesarias para resolver las necesidades de suministro del hidrógeno de aviación.

Créditos

Edición: Jaime Ripa
Coordinación editorial: Juan Antonio Carbajo
Diseño y desarrollo: Juan Sánchez y Belén Polo
Coordinación diseño:  Adolfo Domenech