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Está pasando: las chanclas de dedo piscineras ahora se llevan para ir de cena

Si el verano pasado editoras de moda y prescriptoras de estilo incorporaron las chanclas de dedo en sus looks más formales, ahora triunfan con modelos...

01 jul 2019 - 15:40CEST

Todo empezó cuando el verano pasado numerosas editoras de moda e influencers se pusieron de acuerdo para darle una segunda vida a las chanclas de piscina combinándolas con atuendos más formales y llevándolas, incluso, a los desfiles. Las Havainas y compañía se convirtieron entonces en el último zapato feísta adorado por la industria de la moda. Ahora, un año después, la tendencia da un paso más allá y las chanclas se suben al tacón y se sofistican. Estas, de Culta Gaia, son un buen ejemplo.

La pasarela ha coincidido en ensalzar las típicas flip flop haciéndolas más elegantes y aptas para ocasiones formales. Estas son de la firma neoyorquina Kim Shui.

Este tipo de sandalias, que ya triunfaron en los 90 con y sin tacón, han regresado con fuerza también a las tiendas low cost. El tacón medio, los tonos veraniegos y algún detalle especial (como el vinilo de este modelo de Zara) son sus señas de identidad.

La firma Concept Korea apuesta por mezclar tiras anchas de varios colores en su propuesta. Un modelo que podría servir para ir a la oficina o salir a cenar una noche de verano.

Staud, una de las firmas favoritas de las prescriptoras de moda, se atreve con la versión más radical y complicada de la tendencia: sin tacón, acolchada y con puntera cuadrada. Están disponibles en cuatro colores.

Esta opción minimalista y atemporal de la firma ucraniana Bevza encaja en la tendencia de sandalias sencillas con finas tiras que monopoliza la temporada. Perfectas para combinar con un vestido midi.

Uno de los modelos más avistados en Instagram es este de la firma Toteme. El origen sueco de la etiqueta la convierte en una de las nórdicas. La directora de moda de Elle Dinamarca, Mie Juel, es una de sus acólitas.

Algunas firmas como la italana Gabriele Colangelo prefieren redefinir la estética simplista de este tipo de sandalias introduciendo pequeños detalles que las hacen más especiales (y aún más sofisticadas).

Tibi fue una de las enseñas que primero recuperó las chanclas de piscina con ínfulas de elegancia. El año pasado popularizó el modelo plano y ahora va más allá incluyendo tacón y tiras anchas.

Simon Miller, que arrasa en las redes sociales con sus bolsos con forma de cubo, también empieza a marcar la pauta con el calzado. Un buen ejemplo son estas sandalias bicolores.

La firma coreana Eudon Choi está detrás de esta versión que, para rizar el rizo, le suma las tiras al estilo alpargata que tanto se están viendo las últimas temporadas.

Y/Project se suma a la tendencia con una de las interpretaciones más vanguardistas y difíciles de llevar. Tira alrededor del dedo, puntera imposible y tacón más alto y fino que sus competidoras.

Blancas y feístas, así son estas sandalias de Mango que solo son aptas para avanzadas.

La versión más nocturna de todas (incluso válida para invitadas) es esta de Nº21.

Prabal Gurung apuesta por la excentricidad transformando las flip flop de toda la vida en algo bien distinto. Ni rastro de olor a cloro.