Jeremy Scott: «el diseñador del pueblo americano», pese a quien pese, celebra 20 años con las tops
Jeremy Scott cumple dos décadas en la moda. Gigi Hadid, Karlie Kloss, Jourdan Dunn, Coco Rocha y Devon Aoki desfilan en el show-cumpleaños del diseñador más amado y odiado del circuito neoyorquino. Con él, las medias tintas no valen.
La carrera de Devon Aoki despegó cuando su madrina, Kate Moss, la presentó a su agencia de modelos Storm. La modelo de origen chino-germano-británico tenía entonces 13 años. Poco después debutó en el desfile de Jeremy Scott –entonces este provocador de Kansas City todavía presentaba sus colecciones en la semana de la moda de París–. Era el primer show de Aoki; y el tercero de Scott. Ahora, 20 años después, Aoki, favorita en los 90 de Chanel o Versace, vuelve a la pasarela para celebrar ...
La carrera de Devon Aoki despegó cuando su madrina, Kate Moss, la presentó a su agencia de modelos Storm. La modelo de origen chino-germano-británico tenía entonces 13 años. Poco después debutó en el desfile de Jeremy Scott –entonces este provocador de Kansas City todavía presentaba sus colecciones en la semana de la moda de París–. Era el primer show de Aoki; y el tercero de Scott. Ahora, 20 años después, Aoki, favorita en los 90 de Chanel o Versace, vuelve a la pasarela para celebrar el 20 aniversario del que, pese al menosprecio de un sector de la industria, muchos consideran el auténtico «diseñador del pueblo americano». De hecho, cuando, por ejemplo, Beth Dincuff Charleston, historiadora de moda en Parsons, pregunta a sus alumnos más jóvenes cuál es su creador preferido, Scott es el nombre que más veces se repite. Según la catedrática, este genio mediático utiliza un lenguaje que la generación milénica entiende perfectamente. Quizá porque ellos absorben sin prejuicios todas las ideas que lanza. Ideas que, a lo largo de 20 años, Scott ha adelantado y otros después han remasterizado, depurado y vendido como propias: de la infantilización de la moda al furor por los gadgets o el culto a la fama (y las celebrities) de la sociedad actual.
Anoche, sentada en primera fila, estaba, por ejemplo, Paris Hilton, influencer antes de que se inventara el concepto. Ella es una de las más fieles embajadoras de Scott. Pero hay otras, como Miley Cyrus o Katy Perry, con las que colabora para crear el imaginario pop que todos absorbemos a través de MTV, Instragram, conciertos, portadas de discos, videoclips… El traje de cuero con cristales –tributo a Elvis Presley– que Miley lleva en la portada de Younger Now, su último álbum, es de Scott. El director creativo de Moschino firma también el estilismo del videoclip, que lleva 30.998.794 visualizaciones desde que se publicó a mediados de agosto.
La cultura pop es su lengua vernácula. Sobre una pasarela en la que vimos a Gigi Hadid, Jourdan Dunn o Karlie Kloss, Scott repasó algunos de sus grandes éxitos: vestidos con aplicaciones de cristales arcoiris –tan gigantescas como irónicas e irreverentes–; estampados militares –más cerca de la parodia que de la legión–; también lentejuelas, dibujos animados, denim con parches y descosidos, vestidos de colores ácidos y sudaderas deconstruidas –con más humor y extravagancia que Vetements–. Un imaginario kitsch que bajó el telón con la obligada lluvia de confeti y la ovación que este extrovertido introvertido se merece.