Por qué es tendencia hablar de la ‘Green beauty’ y del bienestar animal en el sector de la cosmética
Elegir ingredientes respetuosos para formular sus productos, optar por envases reciclados o reciclables y mantener el compromiso con el fin de los test en animales se han convertido en prioridad en la industria cosmética. Así es como Garnier ha reforzado su posición como primera marca de belleza natural.
Champú, acondicionador y mascarillas. Crema corporal, agua micelar, sérums, cremas faciales, protección solar, frente al espejo antes de salir de casa. Agua micelar, desmaquillante, sérums y cremas de noche para terminar el día. La cantidad de cosméticos que integramos en nuestra rutina diaria es tan significativa que merece la pena tener en cuenta las implicaciones que tienen aquellos que elegimos; no solo para nuestra piel, sino para el planeta. Tanto es así que cada vez más los consumidores buscan marcas que defiendan valores como la transparencia, el uso de ingredientes naturales, la apuesta por la sostenibilidad o la diversidad. Según un estudio publicado por la web especializada Glossy, la categoría ‘clean beauty’ (productos sin ingredientes perjudiciales para la salud) estará valorada en 11.600 millones de dólares en 2027, un 114% más que en 2020. Un dato que corrobora cómo las nuevas generaciones se preocupan por elegir productos que les hagan sentir bien a todos los niveles: no solo más guapos, también más sanos, auténticos y responsables.
Una de las firmas cosméticas que no deja de trabajar para ofrecer fórmulas con más ingredientes sostenibles y respetuosos con el medio ambiente es Garnier. Actualmente, la marca está implicada en 16 de los 17 compromisos establecidos por Naciones Unidas dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible mundiales, destinados a poner fin a la pobreza extrema, luchar contra la desigualdad y la injusticia y proteger el planeta de aquí a 2030. Bajo el lema “Green Beauty para todos nosotros”, además de su empeño en ofrecer una cosmética accesible y asequible para todos, trabaja en cinco compromisos: ser más solidarios e inclusivos, desarrollar fórmulas más ‘green’, contar con el sello de Cruelty Free International, utilizar materiales reciclados y reciclables y apostar por energías renovables.
Desde que implantaran la Green Beauty —así han bautizado a su estrategia integral para reducir el impacto medioambiental de toda su cadena de valor— Garnier ha logrado hitos tan apabullantes como ahorrar 12.000 toneladas de plástico virgen en 2021 gracias al uso de plástico reciclado o utilizar un 90% de los ingredientes de origen natural procedentes de una fuente sostenible, por poner solo un par de ejemplos. Y el futuro será aún más exigente: para 2025, Garnier utilizará cero plástico virgen y un 100% de envases reciclables o reutilizables y de cara a 2023 el 95% de los ingredientes serán de origen natural o derivados de minerales.
El gran hito de la firma pasa por la transparencia logrando que todos son sus productos cuenten con la aprobación por Cruelty Free International, organización que trabaja para poner fin a los ensayos con animales, dentro del programa Leaping Bunny. Es decir: elegir sus cosméticos es garantía de que ningún animal ha sido maltratado para obtenerlos, un paso sin precedentes en una industria que durante años fue mirada de reojo por culpa de la experimentación con animales. “Para Garnier consiste en asegurar que más de 2.800 ingredientes diferentes procedentes de todo el mundo y suministrados por más de 500 proveedores están exentos de cualquier experimentación con animales. Nuestro porfolio se revisa cada año para estar seguros de que continúa respetando los criterios de Leaping Bunny”, explica Aurélie Weinling, Head of Scientific Comms and Sustainability de Garnier.
Esto se traduce no solo en una revisión constante del 100% de sus productos, sino en la apuesta por lanzamientos y nuevas incorporaciones a su catálogo fieles al compromiso con la Green Beauty. Desde el año pasado, por ejemplo, la firma comercializa la nueva generación de acondicionadores de Original Remedies que no necesitan aclarado (con el correspondiente ahorro de los siete litros de agua destinados a retirar este producto en cada lavado), la línea antimanchas Vitamin C (que cuenta con ingredientes procedentes de energías renovables) o la Hair Food Manteca de Cacao, una mascarilla para cabello rizado que pertenece a un programa de comercio justo con Costa de Marfil, donde el cacao es cultivado de forma sostenible.
Esta apuesta facilita que seamos realmente sostenibles en nuestra rutina diaria sin que ello suponga un cambio significativo en los productos que elegimos y sin tener que recurrir a marcas ajenas a aquellas que nos han dado confianza toda la vida. Ahora sí es posible darse esa ducha mañanera seguida del cuidado facial de rigor y cerrar el día con una buena limpieza teniendo la certeza de que no solo estamos cuidando nuestra piel, sino también el planeta.