Mezclar los ingredientes para conservar la frescura, la gran obsesión de cosmética
Cosmética sin conservantes y mezclada en casa: así prometen revolucionar la manera en que cuidamos nuestra piel
La varilla de cocina acaba de ampliar horizontes. Ahora también la vas a utilizar para batir parte de tu tratamiento de belleza en el baño. Y no hablamos de cosmética casera. Con la frescura como principal estandarte, existen varias marcas que han cambiado la manera de aplicarse en casa los diferentes productos para la piel. Como si de una receta se tratase, ahora habrá que intervenir en mayor o menor medida en su elaboración.
Encontramos un fácil ejemplo en la mascarilla hidratante ...
La varilla de cocina acaba de ampliar horizontes. Ahora también la vas a utilizar para batir parte de tu tratamiento de belleza en el baño. Y no hablamos de cosmética casera. Con la frescura como principal estandarte, existen varias marcas que han cambiado la manera de aplicarse en casa los diferentes productos para la piel. Como si de una receta se tratase, ahora habrá que intervenir en mayor o menor medida en su elaboración.
Encontramos un fácil ejemplo en la mascarilla hidratante Hyarluronic Marine del dermatólogo neoyorkino Deniss Gross. Con un formato kit en el que vienen los productos por separado, cada aplicación consiste en mezclar un gel y unos polvos en un bol y aplicarlos con una espátula sobre la cara: “No podrías crear un producto que consiguiese ese nivel de resultados si estuviese previamente mezclada” declaraba hace unas semanas para el Wall Street Journal.
Como no era de extrañar, la cosmética coreana nos lleva años luz de ventaja en este concepto. La frescura es una de sus obsesiones estéticas y cada día surgen productos específicos que buscan la manera idónea de evitar que el cosmético se oxide. Lo utilizan por ejemplo en esencias, con dos envases diferenciados que se mezclan en el momento de la primera aplicación. O incluso en las mascarillas faciales. Eso de abrir el paquete y ponértela directamente sobre la cara pasó a la historia. Para unos mejores resultados, compañías como Oozoo ya venden mascarillas a las que se les inyecta las vitaminas minutos antes de su aplicación. Uno de los bombazos de 2016 según la propia Charlotte Cho del blog Sokoglam.
La efectividad es el concepto del que más se habla relacionado con la frescura en belleza. Frente a productos de larga duración previamente mezclados en un laboratorio, estas firmas parten de la premisa de utilizar los ingredientes en su momento óptimo para que no les afecte el paso del tiempo. En este aspecto, la firma danesa Nuori es una de las máximas pioneras. Su sérum Supreme C, por ejemplo, posee un dispensador que permite a los polvos de vitamina C mezclarse con el serum inmediatamente después de la primera aplicación. Consta de dos fechas selladas: una ‘start-using-by date’, que es la fecha recomendada del primer uso, y la ‘Expiry Date’, que recuerda a partir de qué fecha el producto debería ser sustituido por uno nuevo. Su vida útil es menor que la de un producto ‘normal’, de unos 10-15 días, pero se aseguran que los ingredientes alcanzan una eficacia óptima.
En la misma línea se mueve la marca Odacité. Su mascarilla Synergie [4] Immediate Sking Perfecting Beauty permite eliminar toxinas, iluminar y reafirmar gracias a unos polvos que se activan cuando se mezclan en casa con agua. Como novedad, permite añadir ingredientes de la despensa: “se puede personalizar tu mascarilla semanal atendiendo a los cuidados personales de la piel. Por ejemplo, se pueden mezclar con leche para añadir ácido láctico y conseguir un efecto peeling, con yogur para potenciar la firmeza, o con vinagre de sidra de manzana para un plus en detox” explica para S moda Naro Yessaian, project manager de la firma. Ojo, que no todo es aventurarse. Para aquellos que no sepan crear su propio ‘cóctel’ el tratamiento incluye “un libro guía con algunos consejos y recetas que también se pueden ver en Instagram con el hashtag #MySkinCocktail”.
Tanto Odacité como Nuori se adscriben a la corriente de cosmética 100% libre de conservantes. Eso significa que no utilizan ningún tipo de aditivos para tratar de alargar la vida útil del producto. En su lugar, el packaging y los propios ingredientes juegan un papel fundamental a la hora de mantener unas condiciones óptimas. Por ejemplo, el objetivo de los envases es proteger el producto de la exposición a factores como el aire, la luz o incluso las bacterias. Si en Odacité utilizan “mironglass, el mejor cristal del mercado para estos casos”, en la firma danesa los dispensadores “vienen sin aire y con frascos de cristal opaco para evitar que traspase la luz”. Aprovechando las propiedades de algunos ingredientes, Nuori también mata dos pájaros de un tiro: por un lado, tienen propiedades que son “beneficiosas para la piel” y por el otro, contribuyen “a conservar el producto, como la vitamina E que utilizamos en nuestros aceites” comenta Mari-Ann Roslund, brand manager de la firma.
¿Por qué de esta postura?
Roslund aclara que no están en contra de todo tipo de conservantes, pero en muchos casos se trata de los famosos parabenos, que pueden tener efectos adversos en el organismo. El no añadir este tipo de conservantes les permite “enfocarse exclusivamente en los ingredientes” y “mantener productos realmente puros y potentes”. Su lucha principal no es contra estos aditivos, sino contra el tiempo del que hablábamos antes. El factor que, junto con la luz o el aire, provoca la disolución molecular de sus ingredientes activos. O lo que es lo mismo, que acaben por oxidarse y dejen de ser eficaces. Es el caso de la “vitamina C, que empieza a perder efectividad una vez que se mezcla en cualquier fórmula que contenga agua. Alrededor de 4 meses después de la mezcla habrá perdido un 30% de su eficacia original” explican desde la firma.
En resumen, ellos optan por productos con una vida útil más corta, pero con formulaciones sin añadidos que en ese periodo de tiempo específico te ofrezcan la máxima frescura y eficacia. ¿Son menos seguros entonces? Desde la Asociación Española de Dermatología y Venereologia (AEDV), la dra. Elia Róo explica que los productos cosméticos ‘naturales’ se someten “al mismo nivel de ensayo que cualquier otro producto cosmético para garantizar que se conservan adecuadamente”. Entre las alternativas para evitar o reducir los conservantes, coincide con Nuori en “las propiedades antimicrobianas que pueden tener algunos ingredientes como antioxidantes y alcoholes”. Para esta experta, que un tratamiento de belleza sea más ‘fresco’ no quiere decir que sea mejor que uno de larga duración: “En la eficacia de un cosmético lo que importa es cuál es el principio activo y que la formulación sea adecuada” concluye.