¿Y si se repitiesen las elecciones? Así se han movido las encuestas desde abril
El promedio de sondeos de EL PAÍS observa una subida del PSOE y del PP desde las generales
Han pasado dos meses desde las elecciones y los sondeos no han dejado de moverse. Ahora mismo, el promedio de encuestas de EL PAÍS mantiene el orden de los partidos, pero altera sus fuerzas: el PSOE se mantendría primero con un 32% de los votos, seguido de PP (19%), Ciudadanos (14,7%), Unidas Podemos (13%) y Vox (7,8%).
Los sondeos ven mejorar al PSOE y al PP. Los socialistas suben tres puntos y los populares dos, mientras que Ciudadanos, Podemos y Vox retroceden entre uno y dos puntos. La subida del PSOE y las bajadas de Podemos y Vox las observan todas las encuestas que se han publica...
Han pasado dos meses desde las elecciones y los sondeos no han dejado de moverse. Ahora mismo, el promedio de encuestas de EL PAÍS mantiene el orden de los partidos, pero altera sus fuerzas: el PSOE se mantendría primero con un 32% de los votos, seguido de PP (19%), Ciudadanos (14,7%), Unidas Podemos (13%) y Vox (7,8%).
Los sondeos ven mejorar al PSOE y al PP. Los socialistas suben tres puntos y los populares dos, mientras que Ciudadanos, Podemos y Vox retroceden entre uno y dos puntos. La subida del PSOE y las bajadas de Podemos y Vox las observan todas las encuestas que se han publicado en junio (de Sigma Dos, Gad3, Celeste-tel, Invymark y Simple Lógica). Con Ciudadanos y el PP hay algunas discrepancias, aunque dominan quienes ven cierta recuperación de los populares.
El promedio de encuestas se desvía de lo publicado este miércoles por el CIS, pero es fácil explicar por qué. La razón principal es que el centro ha dejado de publicar estimaciones de voto con sus barómetros y solo ofrece cifras de voto directo. El resto de encuestadoras publican las estimaciones de voto que producen a partir de los datos brutos y por eso sus cifras no son exactamente comparables.
El CIS, por ejemplo, no imputa indecisos y eso seguramente beneficia al PSOE porque tiene el electorado más movilizado. Tampoco intentan corregir los sesgos de su muestra, que parecen evidentes: en el barómetro de junio del CIS, un 38% de los encuestados que declaró su voto dijo haber votado al PSOE en abril, aunque sabemos que en realidad solo le votó el 29% de la gente.
La investidura de Sánchez
Las encuestas traen dos buenas noticias para el PSOE. Por un lado, colocan a la izquierda claramente por delante de la derecha en votos. En abril PSOE y Podemos empataron con PP, Ciudadanos y Vox en votos, pero ahora las encuestas dan cuatro puntos de ventaja para la izquierda. Si este resultado se repitiese en unas (muy) hipotéticas elecciones, Pedro Sánchez tendría más fácil formar gobierno.
La otra buena noticia para los socialistas es que son el partido que más crece. Suben en las encuestas desde diciembre, sus simpatizantes están superactivados y viven una luna de miel. Aunque estos periodos esconden siempre una advertencia (porque a un momento extraordinario suele seguirle uno corriente), son estupendos para cualquier partido.
Estas cifras refuerzan la posición negociadora de Sánchez, pero no tanto como podría parecer. La clave está en los números de Unidas Podemos, que sufre cierto desgaste, pero no está en caída libre. Eso plantea un dilema para Sánchez: el PSOE es el partido con menos opciones de perder votos en una repetición de elecciones, pero también es el que tiene más que perder.