Las sanciones a Irán hunden las ventas de tecnología dual

España exportó munición a Baréin por 6,3 millones en plena represión

Las sanciones de la comunidad internacional al régimen iraní por su programa nuclear han tenido un efecto demoledor sobre las ventas españolas de tecnología de doble uso (civil y militar). En el primer semestre del año pasado las exportaciones de estos productos sumaron 36,9 millones de euros, un 32% menos que en el mismo periodo de 2010, según el informe remitido al Congreso por la Secretaría de Estado de Comercio. Esta reducción contrasta con el notable aumento de las ventas de material de defensa, que ascendieron a 1.099,8 millones entre enero y julio de 2011, un 96,6% más que en el primer ...

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Las sanciones de la comunidad internacional al régimen iraní por su programa nuclear han tenido un efecto demoledor sobre las ventas españolas de tecnología de doble uso (civil y militar). En el primer semestre del año pasado las exportaciones de estos productos sumaron 36,9 millones de euros, un 32% menos que en el mismo periodo de 2010, según el informe remitido al Congreso por la Secretaría de Estado de Comercio. Esta reducción contrasta con el notable aumento de las ventas de material de defensa, que ascendieron a 1.099,8 millones entre enero y julio de 2011, un 96,6% más que en el primer semestre de 2010.

El impacto de la caída de las ventas a Irán es evidente. El régimen de los ayatolás compró en la primera mitad de 2010 productos españoles de tecnología sensible por 33,2 millones; es decir, más del 50% de las exportaciones españolas de ese tipo (54,4 millones). El año pasado, las ventas a Teherán se redujeron a la décima parte (3,3 millones) y representaron menos del 10% del total, tras Brasil y EE UU.

En el informe solo consta la denegación de una licencia de venta a Irán (válvulas), además de tres a Georgia (vehículos aéreos no tripulados), tres a Pakistán (sustancias químicas y código de validación), dos a China (máquinas herramienta) y una a Sudán (sustancias químicas).

Exportación de material de defensa.

El documento destaca “la rápida reacción del Gobierno español” antes las revueltas de la primavera árabe, lo que se tradujo en una suspensión temporal de licencias con destino al Magreb y Oriente Próximo (que se levantó el 11 de mayo), la revisión de las entonces vigentes y la cancelación de la venta de 1.000 gafas de visión nocturna a Libia por 7,8 millones, ya casi ejecutada. A pesar de ello, las ventas de armas a países árabes sumaron 17,5 millones. La principal operación fue la venta de munición española a Baréin por 6,3 millones, justo en el momento en que el Ejército local, con el apoyo de las monarquías del Gofo, reprimía la protesta de la mayoría chií.

Las ventas autorizadas a países árabes, aunque entonces aún no ejecutadas, sumaron 158 millones. Israel recibió equipos electrónicos por 89.358 euros y se autorizó la venta de material aeronáutico por 10 millones.

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Las mayores exportaciones en este periodo fueron una fragata a Noruega (357,8 millones), un patrullero y un buque de vigilancia a Venezuela (259,5), un avión de reabastecimiento a Australia (103,6), tres de transporte a México (57,2), dos a Portugal (41,2), uno de patrulla marítima a Chile (25,6), uno de transporte a Colombia (20,4) y otro a Tailandia (7).

El Gobierno denegó la venta de 450 pistolas a Guatemala, ante el riesgo de que se desviaran a un fin distinto del declarado.

Las ventas de material policial y antidisturbios sumaron 281.591 euros, que se repartieron entre Perú (55%) y Venezuela (45%). La policía de Chávez compró “despieces inertes para fabricar artificios pirotécnicos no letales y aerosoles de defensa con pulsador”, según el informe.

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