“Para estas navidades pido un juego de mesa para disfrutar en familia”
Leyre Eizaguirre, olímpica en los Juegos de 2004, es policía Nacional en Barcelona
Leyre Eizaguirre (Las Palmas de Gran Canaria, 1980) aún se siente como si estuviera de vacaciones. Solo porque ha vuelto a casa después de 20 años trabajando lejos de las islas. Esta policía nacional estuvo en unos Juegos Olímpicos, vivió la pandemia en Barcelona y fue una de las primeras contagiadas de coronavirus en su comisaría. Acaba de recibir la Orden del Mérito Policial y como regalo para estas navidades quiere un buen juego de mesa. Para disfrutar en familia.
Pregunta. ¿Cómo nace su afición por los saltos de trampolín?
Respuesta. Mis padres eran deportistas, mi padre jugaba al balonmano en división de honor y mi madre era nadadora, fue campeona de España. Por lo visto yo tenía una hiperactividad brutal y ella fue la que decidió que la natación era muy aburrida para mí y, como veía los saltos como intrépidos y arriesgados, pensó que me iba a gustar.
P. ¿Cómo decide entrar en la Policía Nacional?
R. Pues visto que del deporte realmente no se puede vivir, sobre todo de un deporte minoritario como es el mío, necesitaba tener un trabajo. La Policía Nacional tiene un convenio con el Consejo Superior de Deportes por el que, si eres deportista de élite, tienes unas facilidades y te ayudan a continuar con tu carrera tanto profesional como deportiva.
P. ¿Cuál ha sido su mejor momento como policía?
R. La verdad es que mi carrera profesional ha sido siempre buena, he estado en unos destinos que me han gustado muchísimo y mis compañeros han sido lo mejor de todo. Hicimos una operación bastante grande en Barcelona, nos propusieron para la medalla del mérito policial y nos las concedieron a dos compañeros más y a mí. Esto sí que me ha hecho ilusión, que a los tres nos la dieran.
P. ¿Qué le ha enseñado más el deporte o la policía?
R. Cada cosa me ha enseñado algo distinto. El deporte ha sido fundamental para las rutinas, el esfuerzo, el sacrificio, los objetivos, la competitividad. Todo esto tú lo llevas, pero el deporte lo fomenta. Y en la policía he descubierto sobre todo el compañerismo, el trabajo en equipo.
Tenemos que valorar más la unidadLeyre Eizaguirre, policía Nacional en Barcelona
P. ¿Cómo ha vivido la pandemia?
R. Yo cogí la covid; creo que fui la primera que la tuvo en mi comisaría. Tuve la gran suerte de que estaban haciendo una operación en mi comisaría y me hicieron el test a mí y a mi pareja y dimos los dos positivo. Estuve casi un mes en casa, fue una gripe bastante fuerte, con secuelas posteriores y eso que somos personas sanas. La gente no se toma en serio esto y la capacidad de esta enfermedad de contagiar.
P. ¿Y qué le diría a los ciudadanos?
R. La gente, por mucho que tú cuentes tu experiencia, incluso a la gente cercana, cuando no eres tú, no eres consciente de la realidad. Es algo serio, piensas que a ti no te va a pasar y de repente tienes una desgracia en tu casa por no haberte cuidado un tiempo.
P. ¿Qué es lo que ha llevado peor del confinamiento?
R. Lo peor es la distancia, con mi familia y con mis amigos, el no poder estar con la gente cercana y el no poder abrazarlos lo echo de menos. Además también eché mucho de menos no poder hacer deporte.
Las Navidades más íntimas
Estas fiestas van a ser muy distintas a las que se recuerdan. No nos podremos reunir todos los que querríamos, ni regalarnos todo lo que nos gustaría, ni viajar a muchos lugares. Pese a todo, es importante rescatar el sacrificio personal y el esfuerzo colectivo con el que hemos plantado cara a la crisis. También la solidaridad y la empatía que ha generado entre nosotros y la revalorización de nuestra libertad y de nuestros afectos.
Aquí presentamos algunos testimonios de personas que han estado en primera línea contra los efectos de la pandemia y son sus voces las que nos invitan a cuidarnos, a cuidar a los demás, y a renovar las esperanzas en un mejor porvenir.
P. ¿La pandemia le ha servido de aprendizaje?
R. He aprendido que no somos nadie. El planeta es enorme y creemos que somos importantes pero una cosa como esta te da una bofetada y te dice “ey, no eres nadie”. Pido salud y libertad, siento que ya no tengo la libertad de poder hacer todo lo que quiero en cualquier momento, eso lo echo de menos. Tenemos que valorar más la libertad.
P. ¿Hay algo que le gustaría mantener en la ‘nueva normalidad’?
R. Creo que el tiempo que te dedicas a ti, antes no lo teníamos. Me ha sorprendido que antes era como si no lo necesitara, pero ahora que vuelvo a esta rutina relativa, creo que ya no pienso tanto en mí.
P. ¿Si pudieras elegir un regalo estas navidades, qué pediría?
R. Pediría un buen juego de mesa porque tengo alguno en casa y cuando nos hemos puesto a ello nos hemos echado unas risas brutales.