¿Por qué se deterioró tan rápida y abruptamente el clima de negocios en México?

Existía la percepción de que este país podría ser uno de los más beneficiados por el ‘nearshoring’, sin embargo, esa sensación parece haberse esfumado casi por completo

Imagen de archivo del Banco de México, el 24 de abril 2024.Henry Romero (REUTERS)

Warren Buffett, el famoso multimillonario estadounidense, alguna vez dijo: “Se necesitan 20 años para construir una reputación y cinco minutos para arruinarla.” Algo similar pasa con un entorno de inversión favorable. Las dos cosas se construyen paulatinamente y requieren constancia y congruencia a lo largo de un cierto periodo de tiempo. Sin embargo, cualquiera de las dos se puede perder en un abrir y cerrar de ojos. Basta una acción equivocada, una mala señal o una actitud incongruente para arruinarlo todo. Por lo mismo, Buffett cerraba su frase de la siguiente forma: “Si piensas sobre ello,...

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Warren Buffett, el famoso multimillonario estadounidense, alguna vez dijo: “Se necesitan 20 años para construir una reputación y cinco minutos para arruinarla.” Algo similar pasa con un entorno de inversión favorable. Las dos cosas se construyen paulatinamente y requieren constancia y congruencia a lo largo de un cierto periodo de tiempo. Sin embargo, cualquiera de las dos se puede perder en un abrir y cerrar de ojos. Basta una acción equivocada, una mala señal o una actitud incongruente para arruinarlo todo. Por lo mismo, Buffett cerraba su frase de la siguiente forma: “Si piensas sobre ello, harás las cosas de manera diferente.”

El entorno de inversión de una economía es clave para generar las condiciones propicias para que el sector privado adquiera un nivel de confianza y certidumbre suficiente como para invertir sus recursos económicos en negocios que podrían tardar años en producir utilidades. Es algo que se cultiva poco a poco con un marco jurídico apropiado, un aparato institucional sólido y confiable, con la certeza de que no habrá cambios de política a medio camino, con garantías legales y con compromisos públicos de mediano y largo plazo. Sin estas acciones es difícil convencer a los agentes privados para que arriesguen sus recursos, que inviertan en una economía, que generen empleos y que produzcan riqueza. El entorno económico es, pues, clave para el desarrollo y crecimiento de una economía.

Traigo este tema a colación porque en los últimos meses ha habido un cambio drástico en el entorno de inversión en México. Este entorno había venido mejorando a lo largo de 2023 y a principios de 2024 como resultado de las perspectivas favorables que se tenían sobre la relocalización de actividades o nearshoring. En esos momentos existía la percepción generalizada de que México podría ser uno de los países más beneficiados de este proceso por su posición geográfica, su grado de apertura comercial, la calidad y experiencia de su mano de obra, así como por su relativa estabilidad económica, política y social.

Esta perspectiva favorable, sin embargo, parece haberse esfumado casi por completo. La encuesta mensual que realiza el Banco de México a los especialistas en economía del sector privado así lo revela. Dicha encuesta incluye una pregunta sobre la coyuntura actual para realizar inversiones en el país. Las opciones de respuesta son tres: buen momento, mal momento o no está seguro. Apenas en marzo de 2024 se mantenía una perspectiva muy favorable: 46% de los encuestados pensaban que era un buen momento y solo 15% pensaban que era mal momento. Una relación de 3 a 1 a favor de la perspectiva positiva. El resto estaba inseguro (38%). Sin embargo, para junio de este mismo año las cosas ya habían dado un giro dramático. Ahora, solo el 10% pensaba que era buen momento y el 44% pensaba que era un mal momento. Una relación de más de 4 a 1 en favor de la perspectiva negativa. El 46% restante se manifestaba inseguro. El dato más reciente es aún más preocupante. Según la encuesta de fines de septiembre, ahora solo el 5% piensa que es un buen momento para invertir y el 66% (es decir, dos terceras parte de todos los encuestados) piensa que es mal momento. Los inseguros son solo el 29% restante. Las perspectivas hacia adelante no son mejores: a la pregunta sobre cómo será el clima de negocios en los próximos seis meses, el 68% considera que empeorará, el 26% que se mantendrá igual y solo el 5% cree que mejorará.

¿Por qué se deterioró tan rápida y abruptamente el clima de negocios en México? La clave está en el resultado de las elecciones de junio. No es que fuera una sorpresa la elección de Claudia Sheinbaum como presidenta de México, lo cual ya estaba descontado en los mercados. El tema parece estar asociado a la mayoría calificada obtenida en el Congreso, lo que le permite a la coalición gobernante realizar cambios constitucionales por sí sola. Esta situación quizá no habría sido tan preocupante de no ser porque para entonces ya estaban sobre la mesa una serie de propuestas de reformas constitucionales que podrían alterar en forma significativa el entorno en el que operan los negocios en México. Por un lado, una propuesta que modifica por completo al poder judicial y que, en opinión de varios analistas, pone en riesgo la independencia de las decisiones futuras de este poder. Por el otro, una propuesta de eliminación de órganos autónomos en materia de competencia, telecomunicaciones, transparencia, regulación del sector energético y evaluación de programas sociales.

La primera de estas reformas ya se aprobó en septiembre, lo que materializó una de las preocupaciones del sector privado. La otra está en suspenso, aunque podría ser aprobada en cualquier momento. Estos elementos, junto con otros factores como la rápida desaceleración de la economía y la preocupación sobre la situación fiscal del país, son los que explican el franco deterioro que observamos en el entorno de negocios en México. Es indispensable tomar acciones que comiencen a revertir paulatinamente este deterioro. Parece crucial comenzar a hacerle caso a Buffett: quizá es hora de comenzar a hacer las cosas de manera diferente. Si seguimos haciendo lo mismo, no tendríamos por qué esperar obtener resultados diferentes.

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