Jorge Álvarez Máynez, la emergencia naranja
El candidato de Movimiento Ciudadano remontó una carrera que inició casi como espectador
Jorge Álvarez Máynez recuerda que no fue un niño ordinario. Era muy pequeño cuando cambió el trompo, el yoyo y la bicicleta por los periódicos y las revistas de política y economía. Era lo que había en casa siendo hijo de Felipe Álvarez, empresario, fundador del Partido Comunista en Zacatecas y presidente municipal de Guadalupe [2001- 2004], una localidad del Estado. Imposible que ese niño no se convirtiese en político.
Máynez, fanático...
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Jorge Álvarez Máynez recuerda que no fue un niño ordinario. Era muy pequeño cuando cambió el trompo, el yoyo y la bicicleta por los periódicos y las revistas de política y economía. Era lo que había en casa siendo hijo de Felipe Álvarez, empresario, fundador del Partido Comunista en Zacatecas y presidente municipal de Guadalupe [2001- 2004], una localidad del Estado. Imposible que ese niño no se convirtiese en político.
Máynez, fanático del fútbol, pasó de ser el mejor “fichador” de Movimiento Ciudadano (MC) y coordinador de campaña del presidenciable Samuel García, gobernador de Nuevo León, a candidato presidencial. Su nombre fue la solución de emergencia al fracaso de Samuel García, que debió renunciar a sus aspiraciones por presión de la oposición. Su primer desafío fue vencer las reticencias internas. Pesos pesados de MC, como Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, no le vieron credenciales suficientes, para ser la primera apuesta presidencial del partido.
Máynez nació en cuna de oro, mediante una cesarea que le programaron a Gabriela Máynez, su mamá, el 8 de julio de 1985 para no interferir en la elección que se realizó un día antes. Su familia padeció alguna de las crisis económicas por las que ha atravesado México. Como la de 1989, resultado de la elección presidencial —un año antes— más controvertida de la historia política del país, la de Carlos Salinas de Gortari, manchada por la caída del cómputo electoral cuando perdía ante la izquierda representada por Cuauhtémoc Cárdenas.
La mala racha llevó a su padre a sacrificar la casa familiar para salvar la incipiente fábrica de pinturas que servía de sostén. Sin vecinos con quienes jugar, ni muchos pasatiempos de donde tirar en las instalaciones de una empresa y dos hermanos mayores, Máynez leía a los cuatro años periódicos y revistas de política y economía. Su círculo de relaciones eran los amigos de su padre, integrantes del Partido Socialista Unificado de México (PSUM). Entre ellos estaba Amalia García, gobernadora de Zacatecas por el PRD y hoy diputada federal de MC, a la que considera una tía.
“El PRI inventó está frase de que en la política los amigos son de mentiras y los enemigos de a deveras. En la tradición de los camaradas teníamos una convivencia permanente, yo aprendí mucho de ellos”, recuerda Máynez. Todo se concatena en su historia como anticipo de un destino político. En la preparatoria funda una organización estudiantil que lo acerca a Gilberto Rincón Gallardo, candidato presidencial del Partido Democracia Social (PDS) en 2000.
En 2003, un discurso del francés Dominique de Villepin ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en el que lanza un mensaje contra la guerra en Irak, define su elección académica. Máynez se licencia como internacionalista en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), campus Jalisco, una de las universidades privadas más prestigiosas del país. Cursará más tarde dos maestrías: una en administración pública y otra en estudios internacionales en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.
La carrera política de Máynez pasa por varias gamas cromáticas. Inicia con el amarillo del PRD, partido que lo lleva a gobernar el ayuntamiento de Zacatecas (2004-2007). Después pasa al tricolor del priismo, aliado con el turquesa de Nueva Alianza, con el que repite el cargo de regidor, pero en la localidad de Guadalupe (2007-2010), donde tres años atrás había gobernado su padre; con el PRI ocupa entre 2010 y 2013 un curul en el Congreso zacatecano. Es en Jalisco donde da el salto hacia el naranja de Movimiento Ciudadano (MC), aupado por su profesor Mario López Ramírez en 2013. Dos años más tarde, ocupa una plaza plurinominal en la Cámara de Diputados
En medio del remolino político, Máynez conoce en 2015 a Karina Gidi, una reconocida actriz mexicana 13 años mayor. La pareja se casa tras un año de noviazgo y se divorcia siete meses después, en julio de 2016 ¿Qué ocurrió durante la relación? “Un año, no. Siete meses. Infernales”, publicó la actriz en sus redes sociales el pasado 17 de abril, sin nombrar al candidato. Tras esta experiencia fallida, llegó a la vida de Máynez Sara Aguilar, hija de Rubén Aguilar, vocero del expresidente Vicente Fox. La pareja tuvo dos hijos: Luciano en 2018 y Constanza en 2023. El candidato mantiene su vida privada lo más alejada posible de la campaña.
Sus dos hijos y Sara Aguilar son el centro de su vida, según asegura su círculo más cercano. Que la guerra sucia de una campaña electoral los afectara es la principal preocupación del candidato, como él mismo contó en una entrevista con este periódico.
“Jorge [Máynez]es el goleador en este momento y Dante [Delgado] es el armador”, dice el senador Clemente Castañeda. En retrospectiva, dentro de la baraja de opciones que tenía MC para elegir contrarreloj un reemplazo presidencial, Máynez era el mejor perfil, aunque el legislador reconoce que no le veía muchas posibilidades. Hoy, con el tercer lugar en las encuestas, no solo le adjudica un desempeño sobresaliente, también la mejor campaña de la contienda. El zacatecano cayó bocas. “Yo confieso que pensé que en algún momento le iba a ganar esa calentura que lo caracteriza”, revela el senador. No fue así, su estrategia pudo más que las vísceras, reconoce. Castañeda lo conoce de tiempo atrás, desde 2012, cuando ambos llegaron al partido. El integrante del Grupo Jalisco —uno de los más importantes por ser el primer Estado que MC ganó con Alfaro— aceptó trazar parte de este perfil.
Un hombre “intenso en todo lo que hace”, con arrojo, inteligente, valiente, disruptivo, millenial y alejado del estándar de un político, era lo que necesitaba Delgado después de que Marcelo Ebrard, el ex canciller de Andrés López Obrador, su candidato ideal, rechazara la oferta de ser el candidato naranja a la presidencia de México.
Máynez cumple con la imagen que quiere ofrecer MC: un partido joven, nuevo, en contra de la vieja política. El candidato se hizo rápidamente conocido gracias a la canción más viral de la contienda. El Máynez, Máynez, Máynez, presidente Máynez fue un fenómeno inimaginable que le permitió sumar más de 10 puntos en las encuestas en solo 90 días.
Máynez reclutó a personajes a los que convenció de abandonar sus orígenes — en el PAN o en el PRI — o que simplemente encontró navegando en la indecisión para convertirlos a lo nuevo, a lo fosfo, fosfo. Desde García, hasta Juan Ignacio Zavala, secretario general de MC, Máynez ha sido el cazatalentos de Dante en todo el país. “Tiene una gran habilidad para tejer alianzas, es el principal negociador, es el gran fichador de Movimiento Ciudadano”, dice Martín Vivanco, quien también aporta a este perfil. Máynez se ha sabido ganar lealtades con su talento de “poner las oportunidades en la mesa”, de leer a sus objetivos, de darles lo que buscan y necesitan.
“Tenaz”, “generoso”, “alegre”, “honesto”, “leal” o “cercano” son algunas de las virtudes que le atribuyen a Máynez sus amigos y al mismo tiempo colaboradores, entre ellos Laura Ballesteros, su vocera y coordinadora de campaña. La joven política, formada en el PAN, encontró en el MC a “su manada” hace seis años. Ahora lo ve como un oráculo para tomar decisiones políticas. Tiene mucho que agradecerle, como la empatía que tuvo para colocarla en el partido como secretaria de acuerdos, un cargo burocrático que le daba la oportunidad de cumplir su sueño de ser mamá. “Jorge ha estado para mí muchas veces y para mí era impensable dejarlo solo en una encomienda de este tamaño, en el reto más importante de su vida”, dice Ballesteros.
Juan Ignacio Zavala, sobrino de Margarita Zavala, esposa del expresidente Felipe Calderón, también llegó al partido por Máynez. Su acercamiento fue atípico, a través de redes sociales, relata. Zavala “estaba muy desilusionado” del PAN cuando tuvo sus primeros acercamientos a MC, convencido por Máynez. Tres años después, ya era secretario general del partido, cargo que aún ocupa. “Máynez le tiene aversión a la monotonía”, dice. Además de ser ”intenso en todo lo que hace”, el candidato es un hombre que protege a su burbuja de amigos, que es leal, pero explota ante la falta de compromiso, otras virtudes que influyeron en su candidatura.
El zacatecano no goza del aprecio de todos en MC, “no es monedita de oro”, advierten quienes le conocen. Antes que él en la carrera estaban la senadora Patricia Mercado, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, y el alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas. Pero todos ellos rechazaron el encargo.
Máynez, sin embargo, ha tejido historias con la mayoría de los integrantes del partido. Con la senadora Mercado está unido por la admiración y las ideas. En 2006, cuando la mujer se lanzó a la carrera presidencial por el Partido Socialdemócrata, hizo campaña en las universidades, como lo hizo Máynez. “Un político franco, directo, preparado y buen negociador. Siempre anda con un libro”, cuenta Mercado. Es una pincelada de la definición que Mercado tiene del zacatecano que conoció en 2018, aunque las memorias que tiene el candidato con ella sean 18 años atrás. La senadora le reconoce ser uno de los personajes más importantes de MC, que ha contribuido a formar los cuadros políticos del partido en territorio. “No fue la última opción [como candidato]”, defiende la senadora. Máynez representaba al partido por los atributos en los que la mayoría coincide.
“Una de las cosas negativas que tiene Jorge [Máynez] es que es obsesionadamente Puma, y a mi me crispa totalmente porque yo le voy a las Chivas”, dice el senador Castañeda. Más allá de la broma, Castañeda advierte que el candidato “es un hombre sumamente aferrado a sus ideas y algunas veces la falta de flexibilidad, en circunstancias específicas, le puede obstaculizar seguir avanzando”. Y pone un ejemplo. Durante su primer periodo en el Congreso, en 2016, Castañeda encomendó a Máynez que fuese mesurado en sus discursos. “Era un momento altamente delicado en la relación de los grupos parlamentarios, el PRI era mayoría. Le pedí que cuidase el tono de la confrontación y la discrepancia que tenemos con el PRI. ‘No te preocupes’, me dijo. Momentos después, Máynez subió a la tribuna con una playera con la leyenda “Peña [Nieto] Corrupto”.
MC pone ahora su fe en Máynez. Y su círculo considera que ganó cualquiera sea el resultado de las elecciones. “Logró un puente con un sector de la población, con los jóvenes que no tenían ninguna organización política, y eso, en términos de construcción de proyecto político, es formidable”, dice Castañeda.
La campaña de Máynez quedará marcada por la tragedia en uno de sus últimos mitines en Monterrey, que terminó con nueve muertos por el desplome del escenario. El candidato dice que esa fue la experiencia “más dolorosa de su vida”. Si este domingo recibe un nuevo golpe, esta vez en las urnas, aclara que estará preparado: “Cuando tú fijas tu horizonte de felicidad en cosas ordinarias, no te afecta”.
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