“No se puede invertir, no se puede planear”: los empresarios mexicanos, frente al caos de Trump
La iniciativa privada cifra en más de 60.000 millones de dólares las inversiones pausadas en México marcado por el clima de incertidumbre por las constantes amenazas arancelarias de Estados Unidos
Estados Unidos dio un balón de oxígeno a México al postergar para abril el arancel de un 25% a las importaciones mexicanas. Sin embargo, el reiterado amago, mes a mes, del presidente Donald Trump ya está causando estragos sobre su principal socio importador y segunda economía de América Latina. Las cifras oficiales dan cuenta de un desplome anual del 39% en nuevas inversiones extranjeras, las cuales se situaron en 3.169 millones de dólares al cierre de 2024, su menor monto en tres décadas. Por otra parte, el Consejo Coordinador Empresarial calcula que más de 60.000 millones de dólares de inversiones están paralizadas en el país debido al entorno de incertidumbre. Los continuos amagos proteccionistas de Trump, un día sí y el otro también, comienzan a pasar factura a los exportadores, multinacionales y pequeñas y medianas empresas afincadas en territorio mexicano. Los expertos indican que, bajo esta estrategia de desgaste, las empresas incurrirán en mayores costes, habrá un alza en los precios, más inflación y menos crecimiento.
Francisco Cervantes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, celebró la nueva pausa arancelaria, sin embargo, reconoció que la iniciativa privada seguirá negociando para sacudirse definitivamente la amenaza de Trump. De acuerdo con sus cálculos, los desembolsos en vilo por esa crisis de incertidumbre rondan los 60.000 millones de dólares. “Ahorita lo que es muy importante es apostarle a la infraestructura, México tiene mucho potencial en infraestructura y eso nos permite atravesar estas crisis”, indicó. Los proyectos de inversión en México están estrechamente ligados al TMEC y a los sectores de exportación porque el 80% de los envíos mexicanos se dirigen a algún estado del vecino del norte, el mayor mercado del mundo. Los principales bienes de exportación a EE UU desde México son automotrices, electrónicos y manufacturas.
Fernando Turner, empresario del sector automotriz, indica que Trump está haciendo su regalada con México. “No veo un plan claro del Gobierno de Sheinbaum, lo que veo es que vienen aranceles fuertes para todos los productos chinos y estamos sujetos a lo que Trump diga. Por ahora lo que haces es atender lo más urgente, pero no se puede invertir, no se puede planear”, zanja.
César de Anda, empresario agroindustrial, reconoce que el alto grado de incertidumbre actual siempre se convierte en costo oneroso, no solamente para las inversiones, sino para el curso ordinario de los negocios. “Las exportaciones a Estados Unidos han sido un motor de crecimiento y generación de empleo. Ahora, al conocer y palpar estos nubarrones, se ha interrumpido el flujo normal de contratos de exportación en detrimento de las empresas y el empleo. En el largo plazo seguimos optimistas, en el momento en que se logre un mejor entendimiento con la Casa Blanca, el rumbo podrá mejorar sustancialmente”, añade.
Adolfo Laborde, investigador del CIDE, añade que si bien es un balón de oxígeno, esta nueva prórroga está llevando al desgaste al empresariado mexicano y resta totalmente certidumbre en el corto y mediano plazo. “No puedes estar amagando a un Gobierno que le vas a cambiar las reglas del juego, cuando existe un instrumento comercial que lo garantiza, que es el TMEC, de facto, están pasando por encima del acuerdo de Norteamérica. Esa es la jugada de Trump, mantener la incertidumbre en los negocios de las multinacionales para obligarlas a que se vayan, voluntariamente, a Estados Unidos”, refiere.
El sector exportador avanza al ritmo del amago arancelario de Trump. En enero, las exportaciones de México a Estados Unidos alcanzaron un monto máximo histórico en enero, con más de 41.600 millones de dólares, un alza del 9,6%. Y para febrero se prevé que alcancen un nivel similar, de acuerdo con especialistas y fuentes oficiales, las cuales atribuyen este comportamiento a que algunas operaciones comerciales se adelantaron.
Ignacio Martínez Cortés, experto en comercio de la UNAM, refiere que el sector exportador va a tratar de meter el acelerador en los envíos a EE UU para seguir aprovechando el arancel cero, tal como lo muestran las cifras récord de exportación en enero. El experto en comercio internacional añade que el Gobierno de Sheinbaum está más enfocado a dar respuesta a dar respuesta a las peticiones de EE UU, pero no está tomando cartas para fortalecer la demanda interna. “Se deben fortalecer las cadenas productivas nacionales, aprovechar la tasa de interés a la baja, un tipo de cambio que no se ha disparado, el Gobierno debe abrir la llave del gasto, mientras los empresarios deberían invertir en maquinaria y los consumidores en comprar productos nacionales”, sugiere.
Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics, admite que el ambiente de negocios de México se ha deteriorado ante la falta de certidumbre en las reglas del juego binacional. “De aplicarse los aranceles, los sectores más expuestos y por ende con mayores efectos serían la manufactura y el agrícola. En particular, las actividades de maquinaria y equipo electrónicos, automotriz, productos metálicos manufacturados y por supuesto, las aportaciones de productos agrícolas como frutas y verduras”, menciona. La agencia tiene un escenario actual que considera un arancel promedio de 20% en el segundo trimestre y reducción a 10% para el resto del año, produciría una reducción del crecimiento de la economía mexicana de 1,2% en 2024 y una contracción de un 0,3% en 2025.
Los expertos advierten de que con tarifas que se apliquen por fases o pausas en las exportaciones se podrá generar una caída mayor del producto interior bruto mexicano en 2025. Los cálculos a la baja sobre la economía mexicana están liderados por el fuerte recorte de la previsión del Banco de México para este año. Ante un panorama tan incierto, el banco central recortó su previsión para el PIB de 2025, de 1,2% a 0,6%. La cifra asestó un golpe de realidad a una economía que ya venía de capa caída con una contracción en el último trimestre de 2024. Pese a los nubarrones en el horizonte, Hacienda mantiene hasta ahora su estimado de crecimiento en 2,5%.
Los aranceles contra México por parte de EE UU aún no son una realidad, sin embargo, la forma de negociar de Trump, incierta, errática y volátil seguirá sobre el tablero, generando una incertidumbre que, desde ya ha condenado al célebre nearshoring y tiene en vilo millones de dólares de nuevas inversiones. La presidenta Sheinbaum ha repetido en distintas ocasiones que cuenta con un plan A, B y C, para hacer frente a los amagos arancelarios de su vecino país del norte, sin embargo, no ha brindado detalles sobre estos, un punto más que atiza al clima de incertidumbre entre el empresariado. La economía mexicana no se ha librado de la amenaza, el próximo 2 de abril, fecha decidida por Trump para aplicar impuestos recíprocos para todos los países del mundo, se verá si México forma parte de este grupo o recibe un trato diferenciado, bajo el amparo del TMEC.