El Paquete Económico, Pemex y el huachicol fiscal abren un nuevo frente entre Sheinbaum y la oposición
La mandataria mexicana retoma el discurso contra los gobiernos neoliberales en un intento de apartar el foco de los temas que la han puesto contra las cuerdas en los últimos días
El Gobierno de Claudia Sheinbaum atraviesa por momentos turbulentos que, a su vez, han oxigenado las críticas de la oposición. La política financiera delineada en el Paquete Económico 2026 entregado al Congreso, junto al incremento de la deuda, el rescate de Petróleos Mexicanos (Pemex) y el escándalo por los vínculos de la Marina con el crimen organizado para operar el contrabando de combustible, nombrado huachicol fiscal, han calentado a la oposición en sus cuestionamientos a la Administración. La mandataria ha adoptado una posición contestataria en un aparente intento por cambiar el foco y frenar las críticas que ponen en duda el discurso ético y de buenas prácticas del oficialismo, así como el manejo de las finanzas.
La Administración de Sheinbaum ha puesto a consideración de la Cámara de Diputados una propuesta de endeudamiento público histórico que, por primera vez, supera el techo de los 20 billones de pesos. Esto representa el 52,3% del PIB, el porcentaje más alto que ha registrado Hacienda. El planteamiento está recogido en el proyecto de egresos para el próximo año que, no obstante, carece de un aumento en la inversión para salud, educación o seguridad, sectores en los que se esperaba el mayor desembolso de recursos. En contraste, Pemex es una de los grandes beneficiadas con recursos. La empresa pública que opera en números rojos recibirá 780.862 millones de pesos de recursos para 2026. De esta cifra, 263.500 millones destinados solo para amortizar su deuda.
La asignación ha ahondado las críticas sobre el manejo gubernamental del gasto que, además, dedica 987.000 millones de pesos a programas sociales considerados prioritarios. La mandataria ha pedido a la Secretaría de Hacienda que ofrezca una explicación más detallada del reparto de recursos, pero por su parte ha tratado de despejar la tormenta apelando al discurso de los malos Gobiernos del pasado para responsabilizarlos del volumen de endeudamiento.
“¿Por qué tenemos que seguir rescatando Pemex?”, increpó Sheinbaum: “Por la maldita deuda corrupta de [Felipe] Calderón y Peña [Nieto]. Nos toca pagarla a nosotros”, respondió ella misma, relanzando una acometida contra los exmandatarios. “Calderón, expresidente espurio de México, va a Estados Unidos a decirles que el embajador debió haber intervenido en México para que no pasara la reforma al Poder Judicial. Aparte de espurio, vende patrias”, soltó.
También el huachicol fiscal, el tema que ha fijado el foco contra el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador y contra Morena, ha puesto contra las cuerdas a la mandataria y, al mismo tiempo, ha dado alas a la oposición. Ricardo Anaya, el excandidato presidencial y hoy coordinador del PAN en el Senado, uno de los grandes críticos de la política económica de Sheinbaum, ha exigido una explicación a López Obrador sobre la trama que ha tocado a la Marina, institución a la que defendió por incorruptible. Sheinbaum le ha dado la vuelta a los cuestionamiento. “¿Por qué no mejor explica por qué se fue seis años del país y regresó con fuero?”, replicó para luego defender que el presupuesto era “muy responsable”. Ante los señalamientos a su antecesor, quiso cerrar el tema de plano: “Es pura politiquería. En marzo, llega este buque del que surge toda la investigación y salen las órdenes de aprehensión”.
A la nueva bocanada de aire para el bloque opositor, ya le antecedió el escándalo por los señalamientos de tener vínculos con el crimen organizado contra Hernán Bermúdez Requena, el secretario de Seguridad de Adán Augusto López cuando gobernó Tabasco, hoy prófugo de la justicia y relacionado con diversos delitos entre ellos el huachicol. También la polémica por los viajes ostentosos y la vida de lujos entre varios pesos pesados de Morena.