México eleva la presión sobre Estados Unidos por la captura del Mayo: “El fin no justifica los medios”
La Fiscalía responde al embajador Ken Salazar y acusa 10 semanas de silencio de Washington. La presidenta Sheinbaum cierra filas con Gertz Manero y cuestiona los métodos para concretar la detención de Zambada
Las tensiones entre México y Estados Unidos se elevan alrededor de Ismael El Mayo Zambada. La Fiscalía General de la República (FGR) publicó un comunicado este miércoles, en respuesta directa a las declaraciones del embajador Ken Salazar, en el que acusa a sus homólogos estadounidenses de retener datos clave para aclarar la captura del fundador del Cartel de Sinaloa, el pasado 25 de julio tras aterrizar en una zona rural de Nuevo México. “Se ha solicitado a las autoridades norteamericanas, desde hace más de diez semanas, información respecto a toda la documentación vinculada con el arribo a un aeropuerto fronterizo”, reclamó la dependencia a cargo de Alejandro Gertz Manero. Salazar comentó el martes que la detención de Zambada debía asumirse como “una victoria” para ambos países y que se debía dejar atrás el encono por las dudas que persisten alrededor del arresto. Pero sus declaraciones no cayeron bien en el Gobierno mexicano. “El fin no justifica los medios”, afirmó la presidenta, Claudia Sheinbaum, en La Mañanera.
Después de meses fuera de la escena pública, Gertz Manero reapareció el martes para plantear algunas interrogantes que Estados Unidos no ha despejado: la identidad del piloto, por qué no se le detuvo y por qué se autorizó el aterrizaje de una avioneta “clonada” en territorio estadounidenses. Salazar respondió más tarde en una rueda de prensa con una cronología de los contactos al más alto nivel entre ambos Gobiernos, con la idea de refutar la tesis mexicana de que Estados Unidos no ha compartido todo lo que sabe. La FGR oficializó los reclamos en su último boletín. “En la conferencia de prensa que realizó la representación diplomática de los Estados Unidos de América, respecto al caso Ismael ‘Z’, no se dio respuesta a estos requerimientos específicos de carácter procesal”, reclamó la Fiscalía.
Estados Unidos, en cambio, pide paciencia y señala que hay investigaciones en curso para dar respuesta a sus contrapartes mexicanas. Salazar, sin embargo, se ha desmarcado de cualquier obligación respecto del piloto y ha tratado de apagar los rumores de una operación de captura extraterritorial en México. “No era nuestro avión ni nuestro piloto”, zanjó el embajador, hasta cierto punto, molesto por los cuestionamientos de los reporteros. “No se puede decir más claro”, agregó. El representante diplomático defendió también la buena salud de la relación bilateral y destacó que ha sostenido al menos 10 reuniones con el canciller de Sheinbaum, Juan Ramón de la Fuente, así como con otros miembros del Gabinete, como Omar García Harfuch de Seguridad y Marcelo Ebrard de Economía. “Lo que pasó en Sinaloa debería celebrarse”, zanjó.
Sheinbaum, sin embargo, responsabiliza a Estados Unidos de la ola de violencia desatada por la guerra entre Los Mayos y Los Chapitos por el control del Cartel de Sinaloa tras la captura de Zambada. El Gobierno mexicano considera que debió haber sido consultado y no sólo informado después de que se concretó el arresto. Menos de 24 horas después de la respuesta de Salazar, la presidenta cerró filas con el fiscal general y ventiló que la relación bilateral se dañó por la forma en que se hizo caer al capo de 76 años. “No es la detención per se, sino cómo se hizo”, expuso. “Nosotros siempre vamos a pedir respeto a México y condiciones de igualdad, y que se cumplan las normas nacionales e internacionales en el caso de detenciones, para eso hay formas”, planteó.
El cruce de declaraciones llega en un momento crítico para los contactos entre ambos países. Los estadounidenses saldrán a las urnas el próximo 5 de noviembre para elegir un nuevo presidente entre Kamala Harris y Donald Trump. El resultado de los comicios será crítico para la relación bilateral. La primera presidencia de Trump, con su retórica xenófoba y sus políticas de mano dura, dejó heridas abiertas del otro lado de la frontera. Pero las últimas polémicas han abierto también un frente con la actual Administración demócrata de Joe Biden. “Nos vamos a coordinar con Estados Unidos, pero una cosa es coordinarse al más alto nivel que se requiera sobre los temas comunes, y otra es subordinarse”, dijo Sheinbaum sobre la agenda compartida de Seguridad.
A tres meses de la caída del Mayo, la captura sigue plagada de incógnitas. La FGR abrió una investigación a principios de agosto para aclarar, al menos, lo que sucedió en territorio mexicano el día del arresto. La principal línea de investigación de las autoridades mexicanas se basa en una carta publicada por el capo, en la que acusa que traicionado por el hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, Joaquín Guzmán López El Güero, su ahijado. Las versiones de que El Güero y su hermano, Ovidio Guzmán, tantean la posibilidad de declararse culpables en Estados Unidos no ha hecho más que sumar a la desconfianza entre ambos países. La guerra en Sinaloa, que ha dejado más de 200 muertos y 250 desaparecidos, está en el centro del último choque entre el Gobierno de Sheinbaum y la Casa Blanca. Tras las rejas, El Mayo se juega su futuro en Nueva York, a más de 3.300 kilómetros de la frontera.