El Gobierno de Sheinbaum presenta la Secretaría Anticorrupción y de Buen Gobierno

El Ejecutivo le cambia el rostro a Función Pública, que ahora supervisará de cerca los grandes proyectos y enseñará ética a los funcionarios públicos

La secretaria Anticorrupción, Raquel Buenrostro, presenta este jueves la nueva Secretaría Anticorrupción y de Buen Gobierno en Palacio Nacional.Mario Guzmán (EFE)

El Gobierno de Claudia Sheinbaum le ha cambiado el rostro a la Secretaría de la Función Pública, y ha presentado su nueva versión, la Secretaría Anticorrupción y de Buen Gobierno. Con Raquel Buenrostro a la cabeza, la nueva dependencia buscará tener un enfoque más preventivo que correctivo, según ha explicado. “Queremos evitar que se cometan los actos de corrupción, porque esto también nos va a liberar muchos recursos, no solo sancionar, sino evitar que se realicen”, ha dicho la secretaria. El nuevo modelo de prevención y combate a la corrupción buscará “blindar los programas prioritarios desde el inicio”, como las obras públicas, enseñar de ética e integridad a los servidores públicos, y modernizar la administración pública para inhibir la corrupción.

“Vamos a tener cero lujos, menos burocracia, más eficiencia”, ha señalado Buenrostro al presentar la nueva secretaría, cuyo nombre fue cambiado por “sugerencia de la presidenta”. La idea es que la dependencia sea transversal a toda la administración pública federal, estatal y municipal. La funcionaria ha detallado que no solo trabajarán con la sociedad, a quien alentarán a denunciar con más confianza, sino con los servidores públicos y el sector privado. La ventaja ahora será que la secretaría “tiene un alcance normativo y de supervisión amplio y que puede participar en todas las otras secretarías”, ha detallado.

¿Cómo se evitan los actos de corrupción? “Lo primero es dignificar la carrera del servidor público”, ha afirmado Buenrostro. “Tenemos que entender que trabajar en el servicio público es una vocación, es una mística, no hay mayor satisfacción que cuando se hacen cosas para beneficio de los demás”. Para que eso suceda sin desfalcos en el camino, se formará a los empleados del Gobierno en ética, pero también le darán capacitación técnica que ayude al cumplimiento de las metas. Se pedirá a los Órganos Internos de Control que se enfoquen en las áreas de mayor impacto y relevancia.

El control de las obras estrella o de los programas que mueven mucho dinero será otro punto rojo para la nueva secretaría. En este punto, Sheinbaum ha exigido a la dependencia que para los primeros 100 días de trabajo acompañen de manera puntual la obra del Tren Maya, los movimientos del sector salud, y los programas de seguridad alimentaria. Tres áreas que recibieron en el sexenio pasado numerosas denuncias por corrupción y desvío de fondos públicos. Se buscará también “fortalecer la cultura de la denuncia, y garantizar la confidencialidad de las denuncias”.

Vista aérea del tramo 5 Sur del Tren Maya en construcción, en Playa del Carmen, Quintana Roo, en enero de 2023.Gladys Serrano

La Agencia de Transformación Digital, que está bajo el mando de José Merino, será una aliada de la Secretaría Anticorrupción, ha explicado Buenrostro. Uno de los objetivos es modernizar la administración pública “para inhibir la corrupción y eficientar su desempeño”, ha señalado. “Mientras mayor sistematización haya, hay menos tentación para la corrupción”. En la misma línea, en los próximos 100 días retomarán y volverán a activar la página del histórico Compranet, el sitio que tiene a disposición pública para consultar todas las compras del Gobierno. Buenrostro ha prometido “transparencia proactiva”, es decir, “que sea un hábito en el quehacer público, que vayamos más allá de la ley”.

La consolidación de las compras, para que puedan realizarse de manera transparente y a un precio justo, será otra meta de la dependencia. Buscarán fomentar a los proveedores nacionales, a las pequeñas y medianas empresas y a aquellos que apoyen la sostenibilidad ambiental. En este punto, la Secretaría Anticorrupción ha empezado a trabajar junto con Hacienda y la Consejería Jurídica de Presidencia para modificar las leyes de Adquisiciones y Obras, para ganar “agilidad en el proceso de adjudicación de contratos” y generar nuevos mecanismos de asignación, como subastas o oferta subsecuente de descuento, una modalidad en la que los participantes puedan ir haciendo ofertas que mejoran el precio puesto inicialmente.

“Tenemos que hacer que violar la ley sea más caro que cumplirla”, ha dicho Buenrostro este jueves, “que no haya ningún incentivo para violar la ley”. En los próximos días, la funcionaria centrará sus energías en restructurar la administración pública federal, ha agregado, para conseguir “una organización más eficiente, más expedita y muy orientada a los resultados”. También está en los planes de los primeros tres meses llevar a cabo una rueda de negocios que incluya a pequeñas y medianas empresas, y a empresas sociales, para vincularlas con el Gobierno y atraerlas en medio de la competición voraz con los grandes productores.

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