España desarticula una célula del Cártel de Sinaloa e incauta dos toneladas de metanfetamina
La policía asegura que se trata de la “infraestructura” en el país del grupo criminal, pero no precisa el nombre ni el rango de los detenidos, que según la agencia Efe se cuentan en cinco personas
Golpe al Cártel de Sinaloa a más de 9.000 kilómetros de su tierra natal. La policía española ha desarticulado una célula de la mafia mexicana, una de las dos organizaciones criminales más poderosas del país y el continente junto con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), según ha anunciado el organismo en un comunicado este miércoles. En la operación, los agentes han incautado casi dos toneladas de metanfetamina, 1.800 ...
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Golpe al Cártel de Sinaloa a más de 9.000 kilómetros de su tierra natal. La policía española ha desarticulado una célula de la mafia mexicana, una de las dos organizaciones criminales más poderosas del país y el continente junto con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), según ha anunciado el organismo en un comunicado este miércoles. En la operación, los agentes han incautado casi dos toneladas de metanfetamina, 1.800 kilos que se convierten en el mayor decomiso de la sustancia en territorio español y el segundo más grande de toda Europa.
El operativo ha desmantelado también “el principal punto de abastecimiento de drogas de síntesis en territorio europeo”, con base en las ciudades españolas de Madrid, la capital del país, Tenerife, Valencia y Alicante, estas tres con importantes puertos marítimos, presumiblemente utilizados por el cártel como puntos de entrada para el narcotráfico. La policía asegura que se trata de la “infraestructura en España” del grupo criminal, pero no precisa el número de detenidos ni su rango dentro de la organización. La agencia Efe habla de cinco personas arrestadas, tres de nacionalidad española, un ciudadano rumano y otro mexicano.
La policía ha convocado una rueda de prensa mañana jueves a las 11.00 (hora peninsular española, las 3.00 en México) en la comisaría de Canillas, al norte de Madrid. En la conferencia participarán “los responsables de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de la Comisaría General de Policía Judicial y de las jefaturas superiores de Canarias y de la Comunidad Valenciana”, según el comunicado, y “se expondrá el material intervenido durante la operación”.
No es la primera vez que España es el escenario de arrestos de relevancia contra el Cártel de Sinaloa. En 2012, hace más de una década, la Policía Nacional en colaboración con el FBI estadounidense detuvo a cuatro narcotraficantes, la avanzadilla enviada por el grupo criminal para asentarse en la península y desde ahí extender sus tentáculos al resto de Europa. Llamaron a la operación “Dark Waters”. Uno de los cuatro arrestados era Jesús Gutiérrez Guzmán, Manolo, uno de los primos de Joaquín El Chapo Guzmán Loera, en aquel entonces todavía número uno de la organización, sentenciado en 2019 a cadena perpetua por un tribunal de Estados Unidos, donde cumple condena desde su extradición en 2017.
El decomiso de dos toneladas de metanfetamina doce años después de la operación parece servir como indicador de que, a pesar de Dark Waters, el Cártel de Sinaloa logró instalarse en España. En el informe anual de la DEA, publicado la semana pasada, la agencia antinarcóticos de Estados Unidos defiende que Sinaloa y el CJNG, grupos antagónicos, operan dos inabarcables redes criminales que se extienden por más de 40 países y 50 Estados de EE UU.
El informe de la DEA señala: “[El Cártel de Sinaloa y el CJNG] operan largas cadenas mundiales de suministro, desde los precursores químicos hasta instalaciones de producción, y dirigen una compleja red de cómplices que incluye a navieras internacionales, transportistas en ambos lados de la frontera, funcionarios corruptos, constructores de túneles, empresas fachada, testaferros que blanquean el dinero y otros”. La agencia antinarcóticos añade: “El Cartel de Sinaloa puede operar con libertad en algunas partes de México porque tienen una red corrupta de miembros de las fuerzas del orden, militares y contactos políticos”.
Las autoridades estadounidenses sitúan a México como uno de los principales productores de metanfetamina y fentanilo, el potentísimo opioide que ha causado una crisis de salud pública al norte de la frontera, con más de 150 sobredosis diarias, según los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades). De acuerdo con el relato de la agencia, los cárteles mexicanos compran los baratos precursores químicos en China e India y cocinan las sustancias en sus laboratorios clandestinos, sembrados por todo el territorio mexicano, que luego venden en Estados Unidos y el resto de países en su ruta comercial. Hay datos que lo respaldan, como el gigantesco laboratorio de metanfetamina que la Armada mexicana incautó este febrero en el Estado de Sonora, al norte del país, con más de mil millones de dosis.
La posición estadounidense ha chocado frontalmente con la mexicana: el enorme poder de los cárteles es un arma arrojadiza que los legisladores republicanos enarbolan a menudo contra sus vecinos del sur. Han llegado a pedir que sean considerados como organizaciones terroristas para que el Ejército de EE UU pueda intervenir, propuestas duramente criticadas por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que las considera intervencionistas y propagandistas. López Obrador se mantiene firme en decir que “en México no se produce fentanilo” y que los cárteles solo son intermediarios en la cadena de distribución entre Asia y Estados Unidos, un tecnicismo que no niega el problema mayor.
Las consecuencias en México de la guerra entre el Cártel de Sinaloa y el CJNG por el control del tráfico y el territorio es una de las principales causas de la grave crisis de violencia que sufre el país. Fuera de México y Estados Unidos, la DEA plantea que Sinaloa ha diversificado sus negocios, con operadores financieros identificados en España, Marruecos, Sudáfrica, Rusia o Australia, además de Centro y Sudamérica. Una macrooperación internacional que ha ayudado a la organización a amasar un poder difícil de calcular.
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