Frida Kahlo narra su vida: “He tenido grandes alabanzas de Kandinsky, Picasso y de otros grandes cacas del surrealismo”

Un documental de la peruana Carla Gutiérrez, galardonado en Sundance, utiliza cartas, ensayos y entrevistas para revisar las inquietudes y el dolor de la artista

Frida Kahlo.CORTESÍA (AMAZON MGM)

La directora Carla Gutiérrez admite que durante décadas estuvo obsesionada con la figura de la pintora Frida Kahlo. Vivió y creció con su historia; y como millones de personas se sentía muy cercana a su arte. Gutiérrez, oriunda de Perú, pero que vive en Estados Unidos desde hace años, se sintió interpelada por el trabajo de la mexicana a sus 19 años, cuando pudo ver ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La directora Carla Gutiérrez admite que durante décadas estuvo obsesionada con la figura de la pintora Frida Kahlo. Vivió y creció con su historia; y como millones de personas se sentía muy cercana a su arte. Gutiérrez, oriunda de Perú, pero que vive en Estados Unidos desde hace años, se sintió interpelada por el trabajo de la mexicana a sus 19 años, cuando pudo ver la pintura Autorretrato en la frontera entre México y Estados Unidos, que, como una recién llegada de Latinoamérica, se vio reflejada en esa obra, extrañando su tierra natal “desesperadamente” y “navegando” un nuevo mundo.

Se sumergió en las escrituras que Frida había dejado en su diario, numerosas cartas, ensayos y entrevistas que salieron en medios impresos de la época. Fue a través de esos escritos disponibles y accesibles al público, que cayó en cuenta que existían suficientes fragmentos de su voz en palabras para que ella misma pueda contar su historia. “Son cientos de documentos, de escritos que ella nos dejó. Son un testimonio realmente muy rico con reacciones emocionales a lo que le estaba pasando entonces. El documental no incluye todos los detalles de su vida, pero queríamos, más bien, que el público conozca, más que todo, su espíritu”, explica Gutiérrez a través de una videollamada.

Carla Gutiérrez en Ciudad de México.Ana Chirino

Así se gestó la génesis de Frida, un documental que tardó alrededor de un año y medio en ser completado —que fue galardonado en el pasado Festival de Sundance a la mejor edición—, y que narra de forma íntima y sin tapujos algunos temas que inquietaban a la reconocida pintora, tales como la trascendencia de su arte, su relación con México, con su esposo Diego Rivera, su deseo de ser madre, el placer sexual y el dolor corporal que la persiguió toda su vida, debido a las secuelas de un accidente de tren en su juventud.

“La exposición se abrirá en la galería Pierre Cole que según me dicen es de las mejores aquí [París]. Hubo gran cantidad de raza el día del opening. Grandes felicitaciones de Joan Miró. Grandes alabanzas de Kandinsky y felicitaciones de Picasso y de otros grandes cacas del surrealismo, pero estos cabrones ricachones no quieren comprar nada. No tengo el honor de pertenecer a la élite de los artistas famosos. Los hombres son reyes. Ellos son los que dirigen el mundo”, se escucha en un fragmento a la actriz Fernanda Echevarría, quien le pone voz a Frida en el documental, sobre el hartazgo de la artista mexicana con el surrealismo a raíz de una visita que realizó a la capital de Francia, organizada por el escritor y poeta André Breton.

Como el ejemplo anterior, Gutiérrez arma una serie de columnas temáticas en el documental, en las que se refleja desde lo frustrada que estaba Frida con sus problemas físicos, o su búsqueda de placer y cómo se sentía oprimida como una mujer de esa época. Cómo hablaba “de una manera muy bonita” con sus amantes sobre el sexo o cómo, en contrapunto, dejaba notar su fragilidad cuando escribió en otro texto sobre el aborto expontáneo que tuvo. Su reacción a Estados Unidos mientras acompañaba a Diego Rivera en sus comisiones para Edsel Ford y la familia Rockefeller en Detroit y Nueva York, respectivamente, o cómo los colores evocaban sus estados de ánimo, desde el amor que sentía por México a los momentos tristes de su vida.

Un retrato de Frida Kahlo y Diego Rivera.CORTESÍA (AMAZON MGM)

“Ella hablaba muy fuerte en sus escrituras y teníamos que escucharla. Para nosotros era importante que ella nos guíe en esa parte emocional. Sentimos como que le dimos el micrófono y ella no lo quiso soltar”, explica la directora.

El proceso de revisión y recopilación para el documental, primero estrenado en el Festival Sundance CDMX y ahora disponible en los cines de toda la República, incluyó una “redada”, con autorización —aclara—, al ático de Hayden Herrera, historiadora del arte y biógrafa, cuya obra sobre Kahlo fue la base para muchos de los trabajos académicos sobre la artista desde la década de los ochentas. En el hogar de Herrera encontraron la investigación original que había realizado para su libro Frida: una biografía de Frida Kahlo (1983), material que también sirvió para la adaptación al cine que tuvo a Salma Hayek como protagonista, y que había permanecido guardado por más de cuatro décadas.

“Esta investigación nos ayudó a descubrir todas las fuentes principales de los escritos de Frida y nos brindó una comprensión aún más completa de su vida. También encontramos transcripciones de entrevistas completas con personas muy cercanas. Algunas de estas voces están en nuestra película”, agrega la directora.

Pero el documental, disponible en Prime Video en otros países de Latinoamérica, no solo buscó revivir la voz de Frida a través de sus escritos, sino también dándole vida a sus imágenes, postales de la época e incluso a algunos de sus cuadros más representativos, como Las dos Fridas (1939), Diego y yo (1949) y Hospital Henry Ford (1932), por mencionar algunos. Gutiérrez y su equipo tomaron una decisión “con riesgos” y adaptaron un proceso de animación que acompaña al metraje de la película en distintas secciones. Desde darle color a ciertas fotos en blanco y negro hasta lograr que los cuadros de Frida cobren vida a medida que se narra la historia, un trabajo realizado a la cabeza de las diseñadoras Sofía Cáceres y Renata Galindo, junto con una banda sonora creada especialmente para la película de la mano del compositor michoacano Víctor Hernández Stumpfhauser.

Frida Kahlo acostada en un jardín.CORTESÍA (AMAZON MGM)

“¿Cómo uno se puede atrever a tocar el arte de Frida? Para mí era importante traerlo a un espacio cinemático. Quería que el arte tomara vida dentro de una narración y poder guiar los ojos del público a un contenido específico emocional en sus pinturas, para crear conexión entre estas y las experiencias vividas que habían inspirado a estas creaciones. Con la explosión de color en sus pinturas lo sentí como una oportunidad. Eran como otra voz narrativa”, precisa.

El documental de Gutiérrez, experimentada editora y cineasta debutante, aterriza el éxito y mito de Frida quien, como un oráculo, predijo de forma desfachatada e irreverente el reconocimiento que recibiría después de su muerte en 1954. “Creo que después de mi muerte voy a ser el pedazo de caca más grande del mundo”, afirmaba la pintora en una de las cartas que se cita en el filme.

Insegura, alegre, triste, dubitativa, celosa, alejada del símbolo e ícono pop que tiene todo el mundo de ella, así se la retrata, escucha y conceptualiza a Frida, “desde la fragilidad de ella misma, más humana. Como que si te estuvieras sentando en frente de una persona y esta fuera tu amiga que te esté contando sus secretos”, concluye la realizadora.

Suscríbase a la newsletter de EL PAÍS México y al canal de WhatsApp y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país.


Sobre la firma

Más información

Archivado En