Frivolizar el ‘Alcatraz’ de Bukele: la nueva polémica de Luisito Comunica
Los especialistas cuestionan la falta de ética y transparencia en los contenidos que el ‘youtuber’ mexicano y otros ‘influencers’ realizan para llevar temas con un trasfondo delicado a más audiencias
Los seguidores de Luis Villar Sudek, mejor conocido como Luisito Comunica, han viajado con él alrededor del mundo. En 2012, lanzó su propio canal en Youtube y desde entonces su popularidad no ha dejado de crecer. Entre 2020 y 2023 fue el rey de los youtubers de México. Hoy cuenta con más de 42 millones de seguidores en la plataforma de videos.
Sin embargo, su carrera no ha estado exenta de polémicas. La última, su visita en El Salvador al...
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Los seguidores de Luis Villar Sudek, mejor conocido como Luisito Comunica, han viajado con él alrededor del mundo. En 2012, lanzó su propio canal en Youtube y desde entonces su popularidad no ha dejado de crecer. Entre 2020 y 2023 fue el rey de los youtubers de México. Hoy cuenta con más de 42 millones de seguidores en la plataforma de videos.
Sin embargo, su carrera no ha estado exenta de polémicas. La última, su visita en El Salvador al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), la cárcel de máxima seguridad en la que el presidente, Nayib Bukele, pretende confinar a 40.000 pandilleros. En las redes, han acusado a Luisito Comunica de hacer propaganda a Bukele y, sobre todo, deshumanizar a los presos.
En el video, Luisito Comunica recorre la cárcel sin restricciones y justifica las condiciones de confinamiento sin matices. “Viendo todas estas imágenes es fácil conmoverse y tocarse el corazón. Decir ‘¡wow!, qué maltrato tan duro dentro de la cárcel’, pero cuando te enteras de las atrocidades humanas que han cometido, todo hace sentido”, afirma en un segmento. El influencer asume que todos los reclusos son culpables, pese a las denuncias de detenciones arbitrarias y falta al debido proceso que se acumulan.
Fernando Bustos, filósofo y crítico cultural, considera “incorrecto y hasta cierto punto peligroso el hecho de que personajes con tanta influencia, con tantísima audiencia, no se cuestionen políticamente y socialmente las cosas que dicen. Vivimos en un momento en el que de pronto pareciera que el número de seguidores te vuelve en una suerte de portador de verdad, de autoridad. Estas personas [influencers] se amparan en la libertad de expresión y por eso entonces ‘podemos decir todo”.
Julio Juárez Gámiz, profesor del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (CEIICH-UNAM), dice que creadores de contenido como Luisito Comunica producen lo que llama“periodismo periférico”: usan los códigos y la narrativa del periodismo tradicional, pero sin los criterios deontológicos de la profesión.
“Están al servicio de quien los contrata para posicionar temas, ángulos, encuadres que favorezcan a sus patrocinadores, aunque —ahí es donde surge la parte más delicada—, uno no sepa que ciertos contenidos provienen de un acuerdo comercial que, muchas veces, se hace a espaldas de la audiencia. Los usuarios no los perciben como resultado de una negociación comercial, sino como el ejercicio de la libertad de expresión”, precisa Juárez, quien también se especializa en comunicación política.
La visita de Luisito Comunica al CECOT se produjo en el marco de las elecciones que se celebraron en El Salvador el 4 de febrero pasado, en las que Bukele, tras eliminar los límites constitucionales a la reelección, obtuvo un segundo mandato con más del 80% de apoyo. Aparte de los creadores de contenido, el mandatario salvadoreño permitió también la entrada a la prisión de medios de comunicación internacionales, como EL PAÍS o la BBC, pero sin los accesos o privilegios que el mexicano y otros influencers como el español Rubén Díez, conocido como Lethal Crysis, obtuvieron para sus canales.
Bukele, un experto en publicidad y marketing político, supo venderse como una figura “antisistema”, alejada de la “vieja política” y de los medios de comunicación tradicionales. Por esta misma razón, usa como voceros a youtubers como Luisito Comunica o a personajes como Tucker Carlson, el polémico periodista estadounidense de tendencia ultraconservadora.
“Bukele es un tipo listo y sabe que tiene más peso lo que puede decir un influencer que un periodista. Vale madres que me estén sacando artículos, si yo nada más puedo invitar a Luisito Comunica y con eso mato o callo todo lo demás”, dice Bustos.
Que este tipo de influencers promuevan esta clase de discursos permite, de acuerdo con la lectura de Juárez, “legitimar la decisión de un gobernante”, dando lugar a contenidos que rayan en la “dramatización” y “espectacularización”. “Están haciendo exactamente el mismo reportaje [Lusito Comunica y Lethal Crysis]. Muchas de las imágenes que se ve son las mismas, estos props visuales, tomas aéreas de la cárcel que el mismo Gobierno de El Salvador les provee. Si sigues el video, es la misma narrativa: ‘Llegamos a la cárcel, vemos a los presos, parece triste, pero hay gente que se lo merece’. Debería de poner en perspectiva qué tipo de periodismo es este y a qué tipo de intereses está sirviendo este infoentretenimiento, que dice te voy a asustar, te voy a mostrar a esta gente tan malvada que merece, efectivamente, estos castigos”, dice el investigador de la CEIICH-UNAM.
Luisito Comunica, que en 2021 entrevistó a Bukele junto al youtuber Juan Bertheau, ya estuvo envuelto en la polémica tras celebrar que se había comprado un apartamento, a precio de remate y frente al mar, en Venezuela, mientras el país se encuentra sumido en una profunda crisis. También fue cuestionado en 2019 por un video, en el que participaba su entonces novia Cinthya Velázquez, en el que realizaba “una broma” sobre abusarla sexualmente. “La neta es que mi propósito es ponerte bien peda para al rato abusar de ti”, dijo a cámara. Ese mismo año fue cuestionado por su visita a Nicaragua, en un video titulado El país que me aconsejaron NUNCA visitar, por la situación que vive la nación centroamericana respecto a la violación de derechos humanos .
Bustos dice que cabe la sospecha sobre qué tantos contenidos son pagados. “Solamente le hacemos caso a lo que se nos presenta de manera entretenida y claro que hay un gran peligro. No porque algo pueda ser entretenido significa que la información es verdadera”, añade el filósofo.
Juárez está convencido de que se utiliza a estos voceros para poner en agenda los temas que al poder le interesan. “Sería muy ingenuo no establecer una relación entre una y otra [influencers y el poder de turno] cuando lo que se ha demostrado es que sí hay una incidencia y también una cercanía”, complementa el investigador de la UNAM.
“Es muy importante reconocer esta libertad de expresión”, agrega Juárez, “y reconocer a las plataformas como un canal efectivamente de comunicación. Pero también se debe mantener el énfasis en el rigor profesional con el cual se generan este tipo de contenido”.
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