El Tribunal Electoral obliga a que los partidos postulen a cinco candidatas como mínimo a las gubernaturas en 2024
Los magistrados deciden que Yucatán debe verse como parte del conjunto del país a la hora de nombrar a los aspirantes y dan por bueno lo dictaminado previamente por el INE
El Tribunal Electoral ha rechazado por tres votos contra dos la posibilidad de que los partidos puedan designar solo cuatro mujeres como aspirantes a las nueve gubernaturas en juego en 2024. El proyecto presentado por el ponente Felipe Fuentes Barrera defendía que Yucatán se quedara fuera en ese reparto paritario de candidaturas, puesto que en dicho Estado ya se ha legislado la paridad electoral, de tal forma que solo ocho Estados, incluida la ...
El Tribunal Electoral ha rechazado por tres votos contra dos la posibilidad de que los partidos puedan designar solo cuatro mujeres como aspirantes a las nueve gubernaturas en juego en 2024. El proyecto presentado por el ponente Felipe Fuentes Barrera defendía que Yucatán se quedara fuera en ese reparto paritario de candidaturas, puesto que en dicho Estado ya se ha legislado la paridad electoral, de tal forma que solo ocho Estados, incluida la Ciudad de México, entraran en el juego paritario con al menos cuatro mujeres por cada partido. Pero se ha decidido que sean cinco, como mínimo, dada la obligación de dictaminar con perspectiva de género y avanzar sustantivamente en la participación electoral de las mujeres, han defendido las magistradas Janine Otálora, Mónica Soto y el presidente del tribunal, Reyes Rodríguez. De esta forma, el tribunal da la razón a lo dictaminado por el INE previamente y rechaza el recurso presentado por Movimiento Ciudadano que originó este debate en la sala superior.
Yucatán ha sido la clave en esta discusión, puesto que ha sido el único Estado de los nueve en juego que ha legislado en materia de paridad electoral, pero lo ha hecho de una forma que posterga la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, puesto que para 2024 deja a criterio de los partidos elegir el sexo de sus candidatos y solo en las siguientes elecciones, en 2030, alternar el sexo. Eso, a juicio de la magistrada Mónica Soto, retarda lo que ya dicta la Constitución y no avanza en la igualdad sustantiva de mujeres y hombres. “Si el resto de los Estados hubieran legislado en el mismo sentido que lo ha hecho Yucatán, los partidos podrían en 2024 haber designado solo hombres en todos los Estados, sin que pudiéramos emitir medidas al respecto, por eso buscamos la paridad horizontal”. Quiere decir con ello que es importante mirar los comicios a gubernaturas de forma total, teniendo en cuenta lo que ocurre a la vez en todos los Estados, y no uno por uno. “Yucatán ha legislado postergando la paridad cuando ya es un principio constitucional y esto es impostergable”, ha señalado Soto. “Es decir, Yucatán ha dejado una válvula de escape, una puerta trasera, para dar una vuelta a la paridad ya legislada”, ha criticado.
En 70 años, desde que la mujer en México tiene regulado por ley su derecho a ser electora y elegida, solo ha habido 16 gobernadoras y en la actualidad, recordó Soto, hay nueve frente a 23 hombres. “Se necesitan medidas que garanticen, no que propicien ni posterguen la paridad”. Aun así, la magistrada ha señalado que designar a cinco mujeres como mínimo en esta elección por cada partido no garantiza que ganen, puesto que pueden competir con hombres y ser ellos vencedores. “Hay que establecer reglas para que las mujeres lleguen, no solo participen, y sin retrocesos”.
El magistrado ponente, Felipe de la Mata, lamentó que con esta votación se “castigaba” al único Estado que ha legislado sobre paridad, a pesar de que era una obligación para todos. Pero celebró el resultado y anunció un voto particular al que se sumó su tocayo Fuentes Barrera. Ambos se mostraron a favor de que Yucatán quedara fuera de la legislación sobre paridad que manda la Constitución dado que tiene legislación propia y también se manifestaron contrarios a que el INE haya resuelto sobre este asunto, cuando su misión, dijeron, es vigilar que los partidos cumplen en sus estatutos y en sus designaciones con las reglas de paridad, no ir más allá de eso, la misma razón por la que Movimiento Ciudadano impugnó el criterio del Instituto Electoral. Mónica Soto mostró también sus dudas sobre las facultades que el INE se ha atribuido porque entiende que debe haber una normativa clara sobre esto que no existe, señaló, pero agradeció el papel que ha jugado el Instituto porque ha dado pie, dijo, a que el Tribunal Electoral se haya podido expresar al respecto, finalmente. “Si todos estamos aquí señalando que la paridad es piso y no techo, es decir, que los partidos pueden postular a más mujeres de las que están obligados por ley, dejarles actuar en libertad [como en el caso de Yucatán] no garantizaría que así ocurriera”, dijo Soto. Y añadió que la paridad debe ser observada también en el ámbito local cuando los partidos vayan en coalición.
Janine Otálora, que también se pronunció a favor de un mayor y obligado número de mujeres en los comicios de 2024 para las gubernaturas, defendió el cuestionado papel que ha jugado el INE en este asunto, puesto que su deber jurídico, remarcó, es “supervisar que los partidos regulen la eficacia de la paridad y en el caso de Yucatán, aunque se ha legislado sobre ello, en estas elecciones permite que postulen a quienes quieran. El INE debe revisar eso”. Tampoco los partidos que no hayan adecuado sus normativas están exentos de cumplir el mandato de la Constitución, ha añadido. “La paridad debe interpretarse procurando el mayor beneficio de las mujeres, es decir, más allá [de un reparto de candidaturas] del 50%”. A este respecto, mostró su desconfianza sobre lo que puedan hacer los partidos y los Estados, a quienes se obligó a legislar sobre este asunto y ni siquiera lo han hecho. “Mientras la omisión persista, la falta de regulación no es obstáculo para que se aplique la Constitución”, zanjó.
El presidente del Tribunal se manifestó a favor de sus compañeras y recordó que votar en este asunto con una perspectiva constitucional y democrática, más allá de la de género, como se había defendido en la sala con anterioridad, era, precisamente, ponerse al lado de lo que ya ha establecido la Constitución. También consideró Rodríguez Mondragón que en este asunto hay que tomar el todo, es decir, el conjunto de los Estados en liza, para abordar la paridad, a lo que se sumó con esta frase Soto: “El análisis debe ser completo, si no, solo patearemos el bote y lloraremos para que llegue la paridad algún día y pondremos velas para que los Congresos legislen”.
El reparto de candidatos por sexo, que debe implementarse para las gubernaturas de 2024 en Ciudad de México, Yucatán, Tabasco, Morelos, Puebla, Chiapas, Guanajuato, Jalisco y Veracruz, ha traído de cabeza a los partidos políticos estas últimas semanas, que ven como sus candidatos preferidos para uno u otro Estado pueden caerse del cartel si tienen que cambiar a un hombre por una mujer. Cuando el magistrado ponente señaló que obligar solo a cuatro mujeres como mínimo, excluyendo a Yucatán, “es solo un piso, no un techo, que los partidos pueden designar a un total de ocho mujeres si quieren, no contó con la convicción de sus colegas femeninas en la sala superior, que han visto cómo los partidos suelen pelear metro a metro su poder de decisión frente a los criterios de paridad establecidos. “Frente a la paridad debe prevalecer la certeza jurídica”, defendió De la Mata. A lo que más tarde le contestaría Soto: “Yucatán, candidatura libre. Entiéndase: hombres”.
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