Bellas Artes desde las alturas: la fotografía aérea de Santiago Arau reinaugura el Museo de Arquitectura
Una exposición de imágenes capturadas con drones marca el regreso del recinto tras dos años de remodelaciones
No muchos han subido a esta zona del Palacio de Bellas Artes. Este viernes, el Museo Nacional de Arquitectura, una especie de cuarto piso por encima de los murales de Diego Rivera, y justamente debajo de las grandes cúpulas del recinto, se vuelve a abrir al público con obras de altura. Y es casi en un sentido literal: la ...
No muchos han subido a esta zona del Palacio de Bellas Artes. Este viernes, el Museo Nacional de Arquitectura, una especie de cuarto piso por encima de los murales de Diego Rivera, y justamente debajo de las grandes cúpulas del recinto, se vuelve a abrir al público con obras de altura. Y es casi en un sentido literal: la muestra Patrimonio, formada por poco más de cien fotografías de Santiago Arau (Ciudad de México, 43 años), con sus tomas aéreas de Ciudad de México, reabre este espacio en el centro de la capital.
“Bellas Artes es un lugar mágico”, menciona Arau en entrevista con EL PAÍS. Hace menos de una década, este artista aún se encontraba perfeccionando su técnica de sobrevuelo de drones para retratar los paisajes del país. Años más tarde y con experiencia ganada, hoy presenta su primera muestra en el recinto cultural más importante del país. A unas horas de inaugurar esta muestra se le observa ocupado y con un nervioso entusiasmo, corriendo de un extremo a otro de este piso, con trapos en la mano o trepando a escaleras para verificar la altura de las cuidadosamente enmarcadas impresiones.
El piso se mira lustroso y el espacio aún huele a pegamento y pintura fresca. Hay escaleras por todos lados y cajas de pizza en las mesas donde el equipo repasa metódicamente la museografía de Patrimonio. “Todo empieza con los volcanes”, alardea frente a una obra de gran formato del volcán Popocatépetl al momento de su erupción violenta más reciente, hace apenas unos meses. “El patrimonio empieza en nuestro territorio, y en la ciudad está creado por los volcanes”, menciona el autodenominado artista chilango.
En poco más de cien imágenes de Ciudad de México, Arau narra la tierra en la que nació desde un punto de vista de dron, pero también desde los contrastes de una metrópoli con más de 500 años de historia. La muestra se divide en ocho capítulos, que inician con los volcanes, se pasean por la Conquista y terminan en el siglo XXI.
Las capas de una ciudad que se reinventa
Según la visión de este fotógrafo, Ciudad de México está construida por varias capas, tan contrastantes como hipnóticas. Cualquiera que observe una de sus fotografías aéreas, puede encontrar pirámides, árboles, edificios, concreto y varillas de un lado y en el otro extremo, un lago. Todo en una sola captura. “Soy afortunado de poder subir y contarlo al tomar una foto”, menciona.
Pero no todo se reduce a vuelos de dron. El inventario de la capital hecho por Arau contempla paisajes aéreos, tomas de monumentos o retratos de Frida, la perra rescatista en los terremotos que azotaron al país en 2017. Al fin y al cabo, la ciudad es la misma para quien la mira desde un edificio o mientras se transporta en un túnel del Metro, desde el balcón de un museo o desde una manifestación en el Zócalo. Es precisamente una de las imágenes de la manifestación del 8M de las que más orgulloso se siente Arau. “La fortaleza de esa foto es que yo no la hice, la hicieron ellas, las mujeres”, mientras señala las vallas pintadas y los mensajes con pintura de spray sobre el asfalto. “La obra de arte es de ellas”, remata.
La ciudad también son monumentos que caen, como la estatua de Cristóbal Colón que fue retirada de Paseo de la Reforma, hasta la icónica figura de los Indios Verdes al norte de la capital que en un momento convivió con la estatua ecuestre de Carlos V, que hoy se ubica frente al Museo Nacional de Arte, en el primer cuadro de Ciudad de México. “Estas figuras se mueven como en un juego de ajedrez de historia”, dice.
La composición de los paisajes, vistos desde esas alturas, cuentan una historia muy distinta que si se ve desde el piso. Es, al mismo tiempo, una evidencia de las desigualdades que se viven en un margen de pocos kilómetros, así como retrato de los peligros y los accidentes del espacio urbano de la capital mexicana.
Un libro para contar la metrópoli
De un inicio, este fotógrafo pensó en una exposición visual e histórica de Ciudad de México contada en 200 imágenes. Su ambición fue más grande que el recién inaugurado espacio, en el que el Gobierno invirtió unos 40 millones de pesos para renovar las cúpulas y los espacios del Museo de Arquitectura, que por mucho tiempo permanecieron velados por varias capas de plástico e inaccesibles para el público.
En paralelo a la muestra, Arau presenta un libro donde se plasma toda su visión de la reciente Ciudad de México, acompañado de mapas, textos y citas de otros autores. Desde el jueves 6 de octubre y hasta el 31 de marzo de 2024, los visitantes del Palacio de Bellas Artes pueden recorrer la mirada de este artista que coloca el ojo mediante drones. “Es increíble hacer una exposición y un libro al mismo tiempo”, refiere Arau. “La ciudad va a seguir cambiando, pero es el momento para replantear dónde estamos y a dónde queremos ir”, dice, a pocas horas de ser expuesto en el más grande recinto de cultura y no ser solo un fenómeno viral en redes sociales.
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