Maestra hondureña inicia una escuela para hijos de solicitantes de asilo en la frontera sur de México
En medio de un mercado, un grupo de niños migrantes asisten a las clases de los profesores Mayuri Ramírez y Alberto Sinal quienes, como ellos, también tuvieron que dejar sus países
Los niños y niñas migrantes son uno de los grupos poblacionales con mayores condiciones de vulnerabilidad, a quienes generalmente se les niega el acceso a la educación. Ante esta necesidad Mayuri Ramírez, maestra de preescolar hondureña quien se vio forzada a migrar por la violencia de las pandillas, inició una escuela para hijos de solicitantes de asilo en la ciudad mexicana de Tapachula, Chiapas.
La creación de esta escuela responde a la creciente llegada de miles de personas a la frontera de México con Guatemala, las cuales alcanzaron el récord de casi 75.000 mil solicitudes de asilo durante el primer semestre del año, según cifras de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), que estima cerrar el año con un aproximado de 150.000 peticiones.
En su camino a los Estados Unidos, muchos de estos niños no pueden tener un espacio con condiciones óptimas para el esparcimiento, menos aún para el aprendizaje. Ramírez busca procurar a las infancias migrantes un ambiente agradable en el que puedan resguardarse del sol y puedan mantenerse en un solo lugar por su seguridad y la tranquilidad de sus familias. Por el momento la escuela consiste en un aula improvisada al interior del mercado Laureles, en donde se concentra el mayor flujo de solicitantes de asilo en Tapachula.
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