La drástica renovación de Buenrostro en Economía: despidos, renuncias y áreas técnicas en el limbo
Analistas y personas allegadas a la dependencia coinciden en que los cambios de personal responden al endurecimiento de la política energética que la nueva secretaria impondrá en las próximas consultas del TMEC
Con la llegada de Raquel Buenrostro al despacho de Economía ha comenzado una andanada de cambios al interior de la dependencia. Como fichas de dominó, tras la renuncia de Tatiana Clouthier, a principios de este mes, se hizo pública la solicitud de renuncia de la subsecretaria de Comercio Exterior, Luz María de la Mora. Una petición por demás polémica debido al papel clave que la funcionaria tendría en las próximas negociaciones por las controversias en los sectores energétic...
Con la llegada de Raquel Buenrostro al despacho de Economía ha comenzado una andanada de cambios al interior de la dependencia. Como fichas de dominó, tras la renuncia de Tatiana Clouthier, a principios de este mes, se hizo pública la solicitud de renuncia de la subsecretaria de Comercio Exterior, Luz María de la Mora. Una petición por demás polémica debido al papel clave que la funcionaria tendría en las próximas negociaciones por las controversias en los sectores energético y automotriz durante las consultas por el TMEC. Su lugar ha sido ocupado por Alejandro Encinas Nájera, hijo del Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos de este Gobierno. Pero la cosa no ha parado ahí, estos días ha trascendido la salida de un puñado de funcionarios de las áreas más técnicas adscritos a dicha subsecretaría. Un gesto inequívoco de que la nueva secretaria solo quiere a su lado a gente de su más entera confianza.
De acuerdo con personas cercanas a la secretaría, entre los funcionarios despedidos están Selene Magdaleno, directora general para la Alianza del Pacífico; el jefe de la Unidad de Negociaciones Comerciales Internacionales, Ismael Ortiz; la directora general de Comercio Internacional y de Servicios, Cindy Rayo; el director general de Disciplinas de Comercio Internacional, Rubisel Velázquez, y Máximo Romero, director general de Comercio Internacional. Además, renunciaron a sus puestos la directora general de Seguimiento y Supervisión del Cumplimiento de Tratados Comerciales del TMEC, Lydia Antonio, y César Remis, jefe de la Oficina para la Implementación del TMEC en Estados Unidos. Estos últimos eran los encargados de llevar los temas de energía en relación con Estados Unidos, un asunto estratégico en la antesala del inicio de las consultas de la controversia del TMEC.
“Yo fui uno de los primeros en salir y fue natural por el cambio de Administración. En mi caso fue cordial y lo entiendo, porque estaba trabajando directamente varios temas con la doctora De la Mora y con la secretaria Clouthier. La verdad, ya quisiera enfocarme en lo que sigue”, zanja uno de los afectados, que opta por el anonimato por temor a represalias. Aunque el funcionario, con más de 20 años de experiencia en comercio internacional, había sorteado varios cambios al interior de la dependencia, como el relevo de Graciela Márquez por Tatiana Clouthier, esta vez fue uno de los primeros a los que se les solicitó la renuncia. Personas cercanas a la secretaría han advertido de que dichas dimisiones se han mantenido en sigilo porque los ahora exempleados aún están negociando sus liquidaciones. Al cierre de esta edición, la dependencia no respondió a la solicitud de información que hizo EL PAÍS.
Con la dimisión de De la Mora, Buenrostro hizo notar que daría un giro de 180 grados al interior de Economía. Un gesto respaldado totalmente por el presidente Andrés Manuel López Obrador. “Este es un proceso de transformación y queremos avanzar, ya no estamos en condiciones de mantener la misma política neoliberal, pero no es en contra de ninguna persona, es que la gente votó por un cambio”, declaró el mandatario al momento de dar su respaldo a la exjefa del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
La ahora secretaria ha decidido dar un viraje rotundo en el cuartel de estrategas en Comercio Internacional, justo cuando México debe encarar dos de sus mayores batallas en la arena del TMEC: la disputa iniciada por EE UU contra sus políticas energéticas y la controversia por las reglas de origen acordadas para la industria automotriz de México y Canadá contra su socio estadounidense. Conocida por su talante de hierro, no son pocos los que han advertido de que la llegada de Buenrostro tiene una tarea primordial: apuntalar la política monopólica del Estado en materia energética.
Aunque, en principio, pareciera poco favorable desprenderse de la gente que conoce a profundidad el tema, analistas y personas allegadas a la dependencia coinciden en que los más recientes despidos y renuncias responden al endurecimiento que la secretaria tendrá en las próximas consultas del TMEC. “Con lo que está yendo el Gobierno mexicano a esta negociación es que no van a entrar a terrenos muy complejos, sino que van a plantear muy directamente que el tema energético se está basando solo en las leyes mexicanas, va a sonar muy simplista, pero ese será el argumento”, refiere un analista allegado a la dependencia federal.
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