Asesinado a balazos el periodista Ernesto Méndez en Guanajuato
El ataque al director de ‘Tu voz’ se suma a los homicidios perpetrados contra la prensa en México: 13 en los últimos siete meses
El periodista Ernesto Méndez ha sido asesinado a balazos la noche de este martes en la ciudad de San Luis de la Paz, en el Estado de Guanajuato. El director del medio de comunicación Tu voz festejaba con amigos y familiares en un bar propiedad de su familia cuando un comando armado irrumpió y abrió fuego contra ellos, según ha anunciado Artículo 19, un organismo internacional que defiende los derechos de los periodistas. La asociación ha afirmado además que Méndez había sido amenazado por su labor como reportero y columnista en los medios locales. Su muerte se suma a ...
El periodista Ernesto Méndez ha sido asesinado a balazos la noche de este martes en la ciudad de San Luis de la Paz, en el Estado de Guanajuato. El director del medio de comunicación Tu voz festejaba con amigos y familiares en un bar propiedad de su familia cuando un comando armado irrumpió y abrió fuego contra ellos, según ha anunciado Artículo 19, un organismo internacional que defiende los derechos de los periodistas. La asociación ha afirmado además que Méndez había sido amenazado por su labor como reportero y columnista en los medios locales. Su muerte se suma a la larga lista de asesinados que ha dejado el asedio contra la prensa este año en México. En los últimos siete meses se han reportado al menos 13 homicidios de trabajadores del gremio.
Cámara en mano listo para sacar una fotografía. Así se le ve a Méndez en una de las pocas fotos que circulan de él este miércoles. Observa a través de la ventanilla de un coche, está parado del lado de afuera. Sentado en el vehículo, en el asiento de acompañante, está el presidente Andrés Manuel López Obrador. La imagen publicada por sus excompañeros del medio Zona Franca, donde el reportero hacía colaboraciones, ha quedado ahora plasmada como una metáfora de la realidad: el rostro del último brutal ataque a la prensa tiene los ojos fijos en el presidente, que mira hacia otro lado.
El trágico martes comenzó para Méndez como un día de celebración. Era también empresario y había conseguido una concesión para llevar adelante una feria regional. Estaban justamente celebrando cuando comenzó la balacera, sobre las 23 horas. Según ha confirmado el gobernador del Estado, Diego Sinhue Rodríguez, otras dos personas fallecieron en el ataque. Tanto paramédicos, como policías y miembros del Ejército se presentaron en el lugar, sin lograr salvar la vida del reportero y sus allegados, relataron algunos medios locales.
Organismos de derechos humanos han lamentado lo sucedido y solicitado a la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión, dependiente de la Fiscalía General de la República, que asuma el caso e investigue su profesión como posible móvil del crimen. “Con Ernesto, suman 13 asesinatos de periodistas en 2022, y por lo menos nueve con vínculo con la labor. Por lo que exigimos al Estado Mexicano actuar de manera urgente para frenar este fenómeno y nos unimos al dolor de la familia, amigxs y colegas”, ha publicado la organización Artículo 19.
El periodista había sido amenazado, afirmó Artículo 19, durante las administraciones municipales anteriores. El gobernador, del opositor Partido Acción Nacional, ha informado que solicitó a su Administración que “brinde todo el apoyo a las familias” de los asesinados. “Daremos puntual seguimiento a que se esclarezca y haga justicia”, ha asegurado en una publicación de Twitter.
El ahora penúltimo asesinato contra la prensa, el del periodista Antonio de la Cruz en Tamaulipas, había ya convertido este año en el más sangriento para el gremio. Los ataques a la libertad de expresión son una de las grandes manchas de este sexenio en un país donde las cifras de violencia van al alza. Ante la creciente presión por estos números, López Obrador ha prometido que los crímenes no quedarán impunes. Sin embargo, muchos de los casos solo se han investigado y avanzado de manera superficial, con detenciones de los autores materiales, sin rastro de quiénes o por qué dieron la orden de apretar el gatillo.
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