Doce piezas prehispánicas archivadas durante años en un museo de Estados Unidos regresan a México
La institución cultural las ha devuelto de forma voluntaria al desconocer la procedencia de los objetos, que fueron elaborados entre los años 300 y 600 antes de Cristo
Durante 15 años, una docena de piezas prehispánicas permanecieron guardadas en las bodegas del Museo de Albuquerque, en Estados Unidos. Hasta que hace cinco meses personal de la institución cultural las encontró en una caja y se propuso investigar cómo habían llegado hasta allí esos objetos arqueológicos. No pudieron resolver el misterio. Las piezas habían sido donadas en 2007 por una persona que, a su vez, las había comprado en 1985 a una mujer neoyorquina. Ahí se perdía el rastro. Las autoridades del museo decidieron, entonces, ...
Durante 15 años, una docena de piezas prehispánicas permanecieron guardadas en las bodegas del Museo de Albuquerque, en Estados Unidos. Hasta que hace cinco meses personal de la institución cultural las encontró en una caja y se propuso investigar cómo habían llegado hasta allí esos objetos arqueológicos. No pudieron resolver el misterio. Las piezas habían sido donadas en 2007 por una persona que, a su vez, las había comprado en 1985 a una mujer neoyorquina. Ahí se perdía el rastro. Las autoridades del museo decidieron, entonces, entregarlas al Gobierno de México, que las ha recibido este miércoles.
Son 12 piezas pequeñas y medianas confeccionadas entre los años 300 y 600 antes de Cristo, según la revisión preliminar hecha por los especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). La mayoría fueron elaboradas en la zona occidental del territorio que actualmente ocupa México. “Se identifica una pieza estilo Chalchihuites, otra de estilo Tuxcacuesco-Ortices y una vasija efigie del estilo Comala, de la tradición cultural de Tumbas de Tiro”, ha informado la Secretaría de Cultura en un comunicado.
La investigación para determinar la procedencia de los objetos empezó hace cinco meses, cuando las piezas fueron halladas en la institución, que se encuentra en Alburqueque, una ciudad de 500.000 habitantes en Nuevo México. Un donante las había entregado al museo en 2007. Cuando las autoridades de la institución vieron que los artefactos tenían una etiqueta que decía “precolombino” saltaron las alarmas, contó Andrew Rodgers, presidente de la Fundación del Museo de Albuquerque, según recoge la agencia de noticias AP.
Las autoridades pudieron determinar que los objetos habían sido vendidos al donante por una ciudadana de Nueva York que todavía conservaba las fichas de venta de 1985. Pero la mujer, que ahora tiene unos 90 años, no tenía claro cómo los había adquirido: quizás los había comprado en una carretera de México o tal vez los había obtenido de unos comerciantes de Nueva Inglaterra. No era posible establecer cómo los objetos habían salido del territorio mexicano en primer lugar. “No creo que nadie tuviera mala intención”, dijo Rodgers, “simplemente creo que no había mucha transparencia en ese tipo de prácticas hace 30, 40 o 50 años”.
En ese momento, arqueólogos de la Universidad de Nuevo México y de la Universidad de Emory, en Atlanta, constataron que los objetos fueran auténticos y el museo se puso en contacto con el consulado de México en Albuquerque, que este miércoles ha recibido los objetos en un acto. La cónsul Norma Ang Sánchez ha agradecido a Rodgers la devolución voluntaria de las piezas y ha destacado que este tipo de acciones “deben crear conciencia sobre la ética y la importancia de la restitución de los bienes patrimoniales”.
Desde que inició el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, a finales de 2018, el Gobierno ha recuperado casi 8.900 piezas arqueológicas. La restitución más reciente ocurrió hace una semana, cuando una familia de Barcelona entregó, de forma anónima, más de 2.500 objetos o fragmentos de artefactos prehispánicos. La estrategia de las autoridades se ha centrado en crear conciencia para fomentar las devoluciones voluntarias de este tipo, que principalmente surgen de la iniciativa de ciudadanos –no de instituciones, como ha ocurrido en este caso–.
Hasta ahora pocos museos se han mostrado dispuestos a regresar a México piezas que se encuentran en sus colecciones. El caso más emblemático es el del Penacho de Moctezuma, que se conserva en Viena (Austria). Sin embargo, la descolonización de los museos occidentales es un debate que ya está sobre la mesa. Recientemente, por ejemplo, Alemania comenzó a devolver a Nigeria 1.130 piezas que conservaban los museos del país europeo. El canciller Marcelo Ebrard aseguró este martes en la conferencia matutina del Gobierno que México “ha logrado diversos acuerdos con museos extranjeros”, sin dar más detalles. La Secretaría de Relaciones Exteriores no ha dado a este periódico más información sobre esos acuerdos.
El Gobierno, además, ha intentado recuperar el patrimonio en el exterior a través de decomisos y mediante la suspensión de subastas en ciudades como Nueva York, París o Madrid. Este tipo de iniciativas no ha dado siempre resultados porque muchas veces las firmas se amparan en las leyes locales para proceder con las ventas. Ebrard explicó el martes que, tradicionalmente, México ha buscado comprobar que el origen de lo que se estaba subastando era ilegal. Ahora, la estrategia legal del Gobierno ha cambiado. “La tesis”, dijo el canciller, “es que quien subasta debe demostrar el origen legal de lo que está subastando, y no al revés”.
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