Ni palma ni ahuehuete: los colectivos de desaparecidos toman la glorieta de Reforma en Ciudad de México
A punto de llegar a la cifra de 100.000 personas sin localizar en el país, las familias reclaman acciones al Gobierno e instalan los rostros de las víctimas en la popular rotonda de la capital. La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, rechaza la iniciativa
En México hay 99.811 personas desaparecidas. Algunos de sus rostros están hoy clavados en la tierra de la glorieta de La Palma. Son Jesús Armando Reyes, Jonathan Guadalupe Romero, Daniel Durán Espinoza y son más. Alrededor del tronco ya partido de la antigua palma del Paseo de la Reforma, la principal avenida de Ciudad de México, han quedado este lunes las lonas y los carteles. Los colectivos han tomado el espacio y quieren cambiarle el nombre a la rotonda por glorieta de Los Desaparecidos. Una iniciativa que, de momento, ha sido rechazada por el Ejecutivo de Claudia Sheinbaum. “No puede ser q...
En México hay 99.811 personas desaparecidas. Algunos de sus rostros están hoy clavados en la tierra de la glorieta de La Palma. Son Jesús Armando Reyes, Jonathan Guadalupe Romero, Daniel Durán Espinoza y son más. Alrededor del tronco ya partido de la antigua palma del Paseo de la Reforma, la principal avenida de Ciudad de México, han quedado este lunes las lonas y los carteles. Los colectivos han tomado el espacio y quieren cambiarle el nombre a la rotonda por glorieta de Los Desaparecidos. Una iniciativa que, de momento, ha sido rechazada por el Ejecutivo de Claudia Sheinbaum. “No puede ser que un grupo de personas esté por encima de la votación de la gente”, aduce la jefa de Gobierno, en referencia a la consulta pública por internet que permitía a los ciudadanos elegir qué árbol querían para la glorieta. La opción más votada con casi 80.000 votos fue el ahuehuete.
Irene Silos, madre de Jonathan Michell Maldonado, ha escarbado este lunes para poner en la palma el cartel con la sonrisa de su hijo, que tenía 16 años cuando se lo llevaron en Saltillo, Coahuila, en el 2010. Trabajaba en una imprenta y fue a un bar a la salida del turno con su jefe. Después de ahí, “a los dos se los tragó la tierra”. La historia se repite prácticamente en cada caso: no hay evidencias, no hay avances, no hay líneas de investigación. Desde Sonora a Veracruz, al salir de la escuela o del trabajo, jóvenes y mayores. ¿Qué se sabe de César, de Mireya, de Nelson? “Nada”, contestan ellas.
Para que ni a las autoridades ni a la sociedad se les olvide, los colectivos proponen que la glorieta sirva de punto de encuentro para familias de todo el país, que puedan dejar una imagen o un letrero. Una especie de antimonumento, similar al que se mantiene en la antigua glorieta de Colón para las víctimas de feminicidios. “A nosotras nos gustaría que esto no existiera. Pero ellos están desaparecidos”, dice Aurea Reyes, hermana de Jesús, que desapareció el 29 de noviembre de 2019 en la colonia Lindavista, de Ciudad de México, al salir de trabajar, junto a otros tres compañeros. Eran empleados en el Sanbors. “Quizás si esto es visible, la sociedad, la gente, que se mantiene indiferente, pueda unirse a nuestra lucha”, propone Reyes.
Después de casi 100 años, la palma tuvo que ser retirada a finales de abril de esta glorieta de Reforma a causa de una plaga que está afectando a toda la especie en la ciudad. En ese momento, el Gobierno lanzó una votación virtual para que elegir qué nuevo árbol iba a presidir la rotonda. La consulta se cerró el domingo con el ahuehuete como ganador. Este lunes todavía seguían las labores de los operarios para tratar de retirar parte del tronco y las raíces.
Los colectivos no rechazan el ahuehuete; consideran que las dos ideas pueden combinarse: el árbol en el centro rodeado por los rostros de los desaparecidos. Lo que sí critican a la jefa de Gobierno es la retirada el domingo por la madrugada de las lonas y las fotografías que ellas habían dejado colocadas: “Es desaparecer a los desaparecidos”, dice María Teresa Valadez, del colectivo Guerreras Buscadoras de Sonora, quien espera a su hijo Fernando. “No cesaremos en nuestras acciones de memoria. No vamos a darle tiempo al tiempo al Estado que espera nuestra muerte para dejar nuestros casos en la impunidad. Hoy tomamos la glorieta de Las y Los Desaparecidos como un espacio que no nos arrebatarán, seguiremos regresando e interviniendo este lugar que ahora es para nuestros desaparecidos”, ha leído Valadez, en un comunicado muy duro contra la jefa de Gobierno: “Nos sorprende que tenga aspiraciones a presidir un país con 100.000 desaparecidos y que considere menos importante la demanda de una búsqueda efectiva del combate a la impunidad que un ahuehuete”.
Blanca Estela Ramírez ya encontró a su hermano, desaparecido en 2018, en una barranca de Colima. Ahora acompaña y grita por lo que llama “sus hijos adoptados”. Tiene 50: carga a todos lados con las fotografías y las lonas, que son las hijas, los hermanos o los maridos de otras mujeres. Ha viajado con todos hasta Ciudad de México para participar también en la protesta por el día de la Madre, en el que insisten no hay nada que celebrar, solo que luchar. “Estar aquí es nuestro derecho, pedimos un espacio que sea para ellos, para todos los desaparecidos del país”.
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