México envía un segundo vuelo para repatriar a sus ciudadanos atrapados en la guerra en Ucrania
EL PAÍS aborda el avión de la Fuerza Aérea Mexicana que viaja a Rumania para traer de regreso a decenas de personas evacuadas del conflicto armado
Decenas de mexicanos tendrán una nueva oportunidad para llegar a casa. El segundo avión enviado por el Gobierno de México ha despegado rumbo a Rumania con el objetivo de evacuar cuanto antes a los connacionales que no habían podido escapar de la guerra en Ucrania. Se trata, sobre todo, de familias que huyero...
Decenas de mexicanos tendrán una nueva oportunidad para llegar a casa. El segundo avión enviado por el Gobierno de México ha despegado rumbo a Rumania con el objetivo de evacuar cuanto antes a los connacionales que no habían podido escapar de la guerra en Ucrania. Se trata, sobre todo, de familias que huyeron hacia los países vecinos y personas que están en tránsito hacia el oeste y aún intentan salir de territorio ucranio. En puerta está un recorrido de más de 11.000 kilómetros, en un vuelo de la Fuerza Aérea Mexicana que ha abordado EL PAÍS este viernes.
Las autoridades tenían constancia hasta la semana pasada de que entre 100 y 130 integrantes de la comunidad mexicana y sus familiares de otras nacionalidades habían salido de Ucrania. En el primer vuelo, que llegó a Rumania el pasado 28 de febrero y aterrizó en México el pasado 4 de marzo, solo pudieron viajar 81 personas evacuadas: 44 de México, 28 ucranios, siete ecuatorianos, un peruano y un australiano. La gente que se quedó a las puertas del Boeing 737-800 de la Fuerza Aérea son familias de varios miembros, que en su mayoría no pueden costear el pasaje desde Europa y se encontraban en una situación apremiante.
Otros buscaban soportar los ataques hasta que no hubiera otra alternativa, así lo expresaban en foros de la comunidad en redes sociales. Hay registro de unos 220 mexicanos que vivían en Ucrania previo a la invasión rusa. “No se va a quedar ningún mexicano en la zona de conflicto, vamos a sacarlos a todos”, dijo el presidente, Andrés Manuel López Obrador, tres días después de que estallara la guerra.
Los mexicanos de este segundo grupo vienen desde distintos puntos. Un buen número abandonó sus hogares en Kiev y Járkov, las dos ciudades más pobladas del país europeo y dos puntos clave en la ofensiva rusa. La importancia estratégica se ha traducido en un asedio permanente, entre bombardeos, ataques con misiles y denuncias del Gobierno de Volodímir Zelenski de ataques a poblaciones civiles. Al desafío de huir en medio de la guerra se suman obstáculos como cierres de carreteras, largas esperas en pasos fronterizos colapsados y el frío, con temperaturas bajo cero y heladas.
En el terreno, la crisis humanitaria se hace cada vez más grande: se cuentan más de dos millones de refugiados ucranios desde el inicio del conflicto, según la Organización de las Naciones Unidas. Esa cifra está prevista a elevarse a por lo menos cuatro millones de personas en los próximos días. En poco más de dos semanas, 1 de casi 20 ucranios, en especial las mujeres y los niños que están exentos de la política de reclutamiento de la ley marcial, han dejado su tierra. Es el mayor éxodo desde la Segunda Guerra Mundial.
El vuelo ha partido a las diez de la mañana de la base aérea militar número 19, a espaldas del Aeropuerto Internacional de Ciudad de México. El avión tiene capacidad para 150 pasajeros y viene cargado con 1,5 toneladas de colchonetas y medicamentos para dar ayuda humanitaria a los refugiados en Rumania, según ha dicho Marcelo Ebrard, el secretario de Relaciones Exteriores. El Boeing 737-800 es una aeronave mediana, de casi 40 metros de largo y filas de tres asientos en cada lado, y es el mismo modelo que tienen líneas como Aeroméxico, American Airlines o KLM en sus flotas.
Al igual que en el primer vuelo están previstas tres escalas, dos en Canadá y una en Irlanda, antes de enfilarse al aeropuerto de Bucarest, la capital rumana. El operativo de repatriación ha movilizado a la Presidencia, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Relaciones Exteriores, en coordinación con las Embajadas en Ucrania y Rumania. Desde los primeros días del conflicto, México se ha coordinado con una decena de Gobiernos de América Latina y el Caribe para repatriar a la mayor cantidad de aproximadamente un millar de latinoamericanos que estaban atrapados en Ucrania.
Desde la Cancillería comentan que es posible que el vuelo de regreso incluya a extranjeros, pero aún no hay información confirmada al respecto ni se sabe cuántos abordarán este segundo avión: el flujo de personas es constante y los obstáculos en el camino a Rumania se resuelven sobre la marcha. El anhelo de escapar del infierno de la guerra y volver a casa ya está en ruta para atravesar el Atlántico, media América y prácticamente toda Europa. Y finalmente aterrizar el sábado en suelo rumano.
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