México y EE UU anuncian el programa Sembrando Oportunidades para frenar la migración de Centroamérica
Similar al polémico ‘Sembrando Vida’ de López Obrador, esta iniciativa contempla “brindar habilidades” a los jóvenes de Honduras, El Salvador y Guatemala para que encuentren un empleo estable en sus países de origen
Después de meses de negociación, México y Estados Unidos han anunciado este miércoles su propuesta oficial para tratar de frenar la migración irregular de Centroamérica. La solución acordada por ambos países es la iniciativa Sembrando Oportunidades, un programas de becas y formación para que jóvenes de Honduras, El Salvador y Guatemala encuentren un empleo estable en sus países de origen. Similar al polémico Sembrando Vida, implantado en México por el presidente Andrés Manuel López Obrador, priorizará actividades de agricultura. El programa tendrá como reto principal hacer frente a ...
Después de meses de negociación, México y Estados Unidos han anunciado este miércoles su propuesta oficial para tratar de frenar la migración irregular de Centroamérica. La solución acordada por ambos países es la iniciativa Sembrando Oportunidades, un programas de becas y formación para que jóvenes de Honduras, El Salvador y Guatemala encuentren un empleo estable en sus países de origen. Similar al polémico Sembrando Vida, implantado en México por el presidente Andrés Manuel López Obrador, priorizará actividades de agricultura. El programa tendrá como reto principal hacer frente a una crisis migratoria que alcanza este año cifras récord.
En los primeros datos compartidos por la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana, Sembrando Oportunidades pretende llegar a más de 500.000 “jóvenes en riesgo” en Honduras, donde comenzará el programa. A través de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Amexcid) y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) se brindarán “habilidades y experiencia a los jóvenes con el propósito de conducirlos hacia un empleo a largo plazo, reduciendo el riesgo de la migración irregular”, apunta el comunicado, que no precisa qué presupuesto ha destinado cada país para esta iniciativa. “Abarcará actividades adicionales de agricultura y desarrollo de la fuerza laboral juvenil según la disponibilidad de fondos”.
En Honduras, la medida también se complementará con otro de los programas estrella de López Obrador: ofrece posibilidades de becas a aquellos que ya formen parte de Jóvenes Construyendo el Futuro. En El Salvador, la asistencia se llevará a cabo a través de la iniciativa Becas para Oportunidades Educativas, financiado por EE UU y la Organización Internacional para las Migraciones. El comunicado no especifica ninguna acción en concreto para Guatemala.
México llevaba meses presionando a su vecino del norte para aumentar la inversión en Centroamérica. Los dos países comparten objetivos, pero tienen diferencias sobre el método para afrontar la emergencia. Estados Unidos no es partidario del desembolso directo y tradicionalmente supedita la entrega de ayudas al desempeño de los Gobiernos beneficiados y a la información y el seguimiento del uso de esos fondos.
Desde la visita de la vicepresidente estadounidense Kamala Harris a México y Guatemala a principios de junio, los equipos de ambos países habían estado trabajando en un acuerdo. La migración se ha convertido en uno de los principales dolores de cabeza de la Administración de Joe Biden. Hace solo un par de meses el Gobierno de EE UU desmanteló un campamento de miles de personas, en su mayoría haitianos, en la localidad de Del Río. Los migrantes terminaron cazados, expulsados y devueltos a su país, y Biden tuvo que pedir disculpas por el trato “indignante”.
Este año se han pulverizado los récords de migración a EE UU: de octubre de 2020 a septiembre de 2021 se produjeron 1,7 millones de detenciones en la frontera. Es el mayor número registrado nunca. La gran mayoría de los arrestos fue a mexicanos (608.000), pero a estos siguieron los ciudadanos del Triángulo Norte de Centroamérica: 309.000 hondureños detenidos, 279.000 guatemaltecos y 96.000 salvadoreños. Otros 367.000 migrantes de varios países de la región, entre ellos Haití y Venezuela.
El 61% de estos migrantes fue expulsado en caliente gracias al llamado Título 42, una medida de emergencia que Trump instauró en marzo de 2020, al inicio de la pandemia, que permite deportar rápidamente a quienes arriban sin papeles a tierras estadounidenses y que los demócratas han dejado en vigor. Biden había prometido regularizar a 11 millones de migrantes, muchos de los cuales fueron considerados trabajadores esenciales durante la pandemia. La medida todavía está a la espera.
Este programa apuntala la apuesta del presidente López Obrador. Defensor a ultranza de este tipo de programas, el mandatario mexicano ha apostado en ellos gran parte de su presupuesto. Sin embargo, los resultados todavía son inconclusos. Una investigación publicada esta semana en El Universal desvelaba, por ejemplo, que el programa Sembrando Vida había contribuido a la deforestación de la selva en Quintana Roo. Ahora, su versión centroamericana Sembrando Oportunidades será la encargada de afrontar una de las grandes crisis de la región.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país