‘Transportista’: el desahogo del aviador del narco transformado en podcast
Un nuevo podcast narra la vida de Fernando Blengio Cesaña, aviador de El Chapo Guzmán y otros narcos, desde una cárcel en Estados Unidos
En los meses de encierro de la pandemia a principios del año pasado, mientras muchos aprendían a hacer pan en casa, un periodista de Sinaloa pasaba sus noches llamando a una cárcel privada en Carolina del Norte buscando allí a un paisano mexicano. “¿Cuál es la diferencia entre un transportista y un narcotraficante?”, le preguntó en una de esas conversaciones nocturnas el periodista, Meño Larios, a Fernando Blengio Cesaña, hombre encarcelado hace 10 años en Estados Unidos por conspirar para traficar cocaína y falsificar la matrícula de una aeronave. “El narcotraficante compra y digamos que espe...
En los meses de encierro de la pandemia a principios del año pasado, mientras muchos aprendían a hacer pan en casa, un periodista de Sinaloa pasaba sus noches llamando a una cárcel privada en Carolina del Norte buscando allí a un paisano mexicano. “¿Cuál es la diferencia entre un transportista y un narcotraficante?”, le preguntó en una de esas conversaciones nocturnas el periodista, Meño Larios, a Fernando Blengio Cesaña, hombre encarcelado hace 10 años en Estados Unidos por conspirar para traficar cocaína y falsificar la matrícula de una aeronave. “El narcotraficante compra y digamos que especula con el producto, lo vende, lo distribuye”, respondió. “Y el transportista únicamente cobra, precisamente, el transporte de la sustancia de un punto a otro”.
Para Blengio, un piloto de clase alta que estudió aviación en California y trabajó 30 años para los grandes capos del narcotráfico —de Amado Carrillo, conocido como El Señor de los Cielos, al temido Joaquín El Chapo Guzmán— era injusto que le llamasen narco, aunque movió para ellos toneladas de cocaína desde Colombia a Estados Unidos. “El transportista no es normalmente un miembro activo de los carteles, o del hampa”, dice por teléfono a Larios. “Es un empresario o, como en mi caso, un profesional de aviación”. Blengio es un hombre encontrado culpable por la justicia norteamericana que no siente culpa alguna. No la siente porque, dice, “no le ponía la droga en la nariz a los gringos. Si acaso la ponía más cerca de sus casas”.
La historia de este aviador siempre se ha mantenido marginal en la historia de la guerra contra las drogas, pero ahora es el centro de un nuevo podcast dirigido por Larios y titulado Transportista. Se trata de un podcast de 8 episodios que se estrena esta semana y será distribuido por la plataforma de iHeartRadio en los próximos dos meses, uno por semana. Es dirigido por Larios y producido por el documentalista Diego Enrique Osorno, este último director de la plataforma de cine y periodismo llamada Detective.
“Transportista es una puerta a las historias ocultas sobre el mundo del narco y el poder político”, promete Larios en el primer episodio. “Sus aventuras retratan tres décadas de complicidades entre narcos y autoridades en México, Estados Unidos, Colombia, Venezuela y República Dominicana”.
Larios cuenta a El PAÍS que el contacto con Blengio arrancó a finales del 2019, pero se intensificó en los primeros meses de la pandemia, cuando los dos estaban confinados en la cárcel o en la casa. “Lo noté con mucha ansiedad de contar su historia, y contar el proceso de su juicio en Estados Unidos, que estuvo plagado de irregularidades”, dice Larios. El periodista cruzó la información de Blengio con documentos judiciales y reconstruyó 30 años de experiencia como piloto y otros años como prisionero. “Espero que este podcast sea una oportunidad de conocer el mundo oculto de la aviación, pero también de cómo los políticos se relacionan a veces con los narcos”, dice el periodista.
Blengio fue capturado en 2011 en República Dominicana después de dominar las rutas clandestinas del continente, y deportado inmediatamente a Estados Unidos donde lo querían de testigo estrella en varios juicios. Si bien no hizo directamente los acuerdos con políticos durante esos años, tenía claro que su trabajo no hubiera sido posible sin ellos. Por ejemplo, el aviador le cuenta a Larios que en el año 2000, el primero en que gobernada el expresidente Vicente Fox, recibió una llamada de sus jefes en la que se le dijo “hay luz verde del gobierno federal”. Luz verde, entendió, quería decir que podían moverse por todo el país sin que los federales lo persiguieran. Total libertad institucional.
“El crimen organizado son ellos, son las instituciones, ellos son el verdadero crimen organizado”, opina el transportista en el podcast. Interrogado por la DEA y el FBI, la historia completa de Blengio la conocieron primero de forma clasificada los fiscales y jueces de Estados Unidos. Transportista tiene un podcast ‘mellizo’, en inglés, que arranca precisamente con ese lío legal, narrado e investigado por el periodista norteamericano John Gibler, que reside en México y lleva 10 años cubriendo la guerra contra el narcotráfico (Gibler se sumó al proyecto por petición de Detective). Cuando Blengio fue detenido y deportado a Estados Unidos en 2011, creía que por cooperar con la DEA le darían entre tres y cinco años de cárcel. En sus primeros meses ya había dado información a fiscales contra Vicentillo Zambada, excabecilla del cartel de Sinaloa. Pero Blengio lleva más de 10 años en la cárcel, y le quedan al menos tres más. Algo salió mal en sus planes. Y eso es lo que intenta revelar, episodio por episodio, el podcast.
“La primera cosa que me impresionó [de Blengio] fue su asombrosa memoria, él es como una enciclopedia de la historia del narcotráfico, no solo en México, sino mundialmente”, dice a Gibler el periodista Gerardo Reyes, director de la unidad de investigación de Univisión, y quien entrevistó varias veces a Blengio. “Se acuerda de los nombres de todos los jefes de carteles, y sus tenientes, desde los setenta. Se acuerda de las fechas de sus aventuras, de los aviones que manejó, e incluso los nombres de los narcos colombianos. Pero también se acuerda de los nombres de los políticos, abogados, artistas, o estrellas del deporte que estaban involucrados con los carteles”.
Blengio dejó de contestar llamadas en agosto del 2020. El periodista Meño Larios sospecha que fue trasladado a otra prisión, sin teléfono e incomunicado de nuevo. Las noches que lograron hablar, Blengio lo hacía utilizando un teléfono clandestino, arriesgándose a ir al calabozo si los guardias lo descubrían. Ahora, para entender un poco de 30 años de vuelos narcos y 10 años en el sistema judicial norteamericano, solo quedan 18 episodios de Larios y Gibler para despegar.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país