Voces del PP niegan que haya que “alegrarse” de los resultados en Euskadi y critican que no se mencionara a ETA en campaña
La línea dura cuestiona la estrategia moderada de los populares vascos, que orilló el fantasma del terrorismo, mientras que la dirección evita hacer autocrítica
El ruido rodea este lunes al PP por la campaña que a juicio de algunos sectores de la derecha ha sido excesivamente blanda en el País Vasco. El sector duro de los populares critica la satisfacción del partido ante el resultado de los conservadores en las elecciones vascas, que han crecido solo un escaño (...
El ruido rodea este lunes al PP por la campaña que a juicio de algunos sectores de la derecha ha sido excesivamente blanda en el País Vasco. El sector duro de los populares critica la satisfacción del partido ante el resultado de los conservadores en las elecciones vascas, que han crecido solo un escaño (por Álava), mientras Bildu ha empatado en diputados con el PNV. “No creo que tengamos nada de lo que alegrarnos. Ha ganado el proyecto político de ETA. Y la suma del Frente Popular vasco de izquierdas, con Bildu, el PSE y Sumar, puede gobernar en cuanto quiera ETA”, afirma Esperanza Aguirre, expresidenta de la Comunidad de Madrid, en conversación con EL PAÍS. La dirigente popular, que forma parte del comité ejecutivo de la dirección madrileña, cuestiona a los “blandurrios” de la derecha que “no quieren dar la batalla cultural” y apunta a un proceso de “blanqueamiento de Bildu” que sostiene que “empezó en el Gobierno de Zapatero y no cortó el PP cuando gobernaba Rajoy”. Otra voz del partido critica la campaña “muy plana, marcada por el miedo a cagarla” del candidato Javier de Andrés, que orilló el fantasma de ETA para evitar un trasvase de votos populares al PNV.
El candidato popular obvió a Bildu y apostó por una estrategia de discurso centrada en el deterioro de los servicios públicos, que no alteró ni siquiera cuando el candidato de la izquierda abertzale, Pello Otxandiano, patinó la última semana de campaña al titubear para definir a ETA como una banda terrorista. De Andrés trataba de evitar que el miedo a Bildu provocara un trasvase de votos del PP al PNV, porque los peneuvistas eran el único partido percibido con opciones para impedir el ascenso abertzale al poder. Pero para algunos en el PP no tenía sentido mantener ese enfoque cuando la banda terrorista irrumpió en campaña por las declaraciones de Otxandiano. “Teníamos que debía haber insistido más en el discurso ético”, opinan estos sectores.
El cabeza de lista era consciente de esas opiniones críticas, según fuentes del PP vasco, pero siguió firme en esa estrategia, a la que se amoldó el resto del partido, incluidos los barones que participaron en la campaña. Hasta la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, pasó por Euskadi sin levantar polvaredas con su discurso. Ya en Madrid, Ayuso lanzó después a través de su cuenta de X (antes Twitter) una petición de llevar a Bildu al Tribunal Supremo para impedir que se pueda presentar a las elecciones, una tesis que no comparte la dirección nacional y que tampoco siguió el candidato popular a lehendakari.
La estrategia del PP vasco tenía riesgo, y el día después de las elecciones vascas, con el resultado encima de la mesa ―los populares han crecido solo un escaño más, hasta los siete, y Vox ha mantenido el único que tenía, pero ambos siguen siendo irrelevantes en Euskadi― la derecha se ha revuelto. Distintas tribunas periodísticas en la prensa conservadora recogen esta mañana críticas a la campaña popular. “El marcador del País Vasco no por previsto carece de gravedad; complica sobremanera el horizonte del PP y le obliga a un éxito incuestionable en las inminentes elecciones catalanas”, reflexiona el director de Abc, Julián Quirós. “La campaña del PP y Vox ha sido horrorosa, pésima”, ha juzgado el locutor Federico Jiménez Losantos, que critica que el PP “solo sacara a la ETA cuando la sacó el PSOE”.
La dirección del PP, por su parte, ha evitado la autocrítica por el resultado vasco, soslayando las voces que cuestionan la campaña. El portavoz del partido, Borja Sémper, ha atribuido a razones históricas que los populares no salgan de la irrelevancia en Euskadi, sin asumir errores. “Al corregir una tendencia de veinte años de descenso continuado en las elecciones autonómicas, parar esa tendencia y crecer 40.000 votos, entenderá usted que alguna lectura positiva es legítimo que hagamos”, ha afirmado en una rueda de prensa en la que también ha defendido la campaña del PP vasco, centrada en “asuntos capitales, los problemas de los ciudadanos”, ante las voces que han echado en falta más contundencia contra Bildu. Sémper ha negado que la campaña del PP vasco se pueda calificar de “tecnocrática” y, aunque ha admitido que el resultado “no es suficiente”, ha justificado que el del PP es “un proyecto a medio y largo plazo”.
El PP tampoco hace autocrítica al no haber conseguido taponar a Vox, pese a que era uno de sus objetivos electorales en el País Vasco. “Había gente que pensaba que Vox podía perder el escaño por Álava. Lo que pasa es que el escaño por Álava es más barato que cualquier otro territorio”, ha defendido Sémper. “Esto para nosotros no ha sido noticia. Era previsible”. La dirección popular ha cargado en paralelo contra el PSOE, al que acusa de inflar a Bildu después de “blanquearlo” con sus acuerdos. “Pedro Sánchez es un creador de independentistas”, ha zanjado el portavoz, que ha preferido mirar hacia los socialistas para sortear la polvareda en la derecha.