Deliciosa precisión de Kárpov

El 12º campeón del mundo exhibe comprensión profunda y precisión para firmar una victoria impecable

Blancas: Tb1, Tf1, Rg1, Ae2, Cf3; peones en a2, c3, e3, f2, g2 y h2.

Negras: Ta8, Ac8, Tf8, Rg8, Cb6; peones en a7, c5, e6, f7, g7 y h6.

El primer duelo de los cinco que disputaron Anatoli Kárpov y Gari Kaspárov por el título mundial entre 1984 y 1990 para conformar la mayor rivalidad en la historia de todos los deportes fue uno de los más largos (cinco meses, en Moscú), raros y escandalosos desde la creación del ajedrez moderno, a finales del siglo XV. Kárpov, de 33 años, explotó muy bien la bisoñez de su rival, de 21, así como su descontrolada agresividad, y puso el marcador en 5-0 (se jugaba a seis victorias; las tablas no contaban).

Pero entonces cometió el tremendo error de obsesionarse con ganar por 6-0 para humillar a su muy talentoso retador y causarle un trauma psicológico de cara a un inmediato futuro. Kaspárov captó ese punto débil psicológico y aprovechó su mayor resistencia física para lograr el 5-1 y, tras dos victorias consecutivas, el 5-3. Los poderosos padrinos políticos de ambos (comunistas de la vieja guardia y renovadores de Gorbachov, respectivamente) presionaron al filipino Florencio Campomanes, presidente de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), para que cancelase el duelo sin vencedor, provocando tal escándalo que mereció un editorial del New York Times.

La partida de este vídeo, 27ª del encuentro, es la mejor del duelo, y además muestra el ajedrez exquisito de Kárpov. Tras verla, el aficionado comprende por qué se decía de él que era capaz de sacar agua de una piedra.

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