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El cura itinerante

La rutina de un sacerdote rural con 15 parroquias es frenética

El Opel Astra de Nieto es una parte esencial de su vida: en los poco más de 3 años que tiene ha hecho una media diaria de 138 kilómetros. La diócesis le ayuda a pagar la gasolina.Carlos Rosillo
Tras la misa por Santa Lucía en Grisuela, el cura va al bar del pueblo. El conocimiento de los problemas de sus parroquianos es una tarea tan importante para Nieto como la litúrgica.Carlos Rosillo
La monja Avelina colabora con Teo Nieto en la gestión de las 15 parroquias. El mejor modo que han encontrado para aclararse a qué pueblos deben ir cada semana son unas tarjetas con los nombres.Carlos Rosillo
En una tarde normal de su labor como cura, Nieto visita entre tres y cinco de sus pueblos: misas, reuniones, visitas a la residencia de ancianos.Carlos Rosillo
En los pueblos de Nieto, las imágenes de santas y vírgenes en procesiones suelen llevarlas mujeres. A Jesús y los santos, es más habitual que sean hombres.Carlos Rosillo
Nieto vive en San Juan del Rebollar, en una de las 15 casas parroquiales de las que podría disponer. La mayoría no es habitable y alguna se ha cedido para el uso de los locales.Carlos Rosillo
Teo Nieto no usa sotana porque piensa que el uniforme le separa del resto de la comunidad. El único momento en que cree necesario el uso del hábito es para celebrar misa.Carlos Rosillo
Solo 4 de las 15 iglesias de Nieto tiene calefacción. En el resto hay estufas, menos en una. La duración de una misa entre semana ronda los 25 minutos.Carlos Rosillo
Nieto solo acude a seis de sus pueblos a dar la misa cada fin de semana, que van rotando. Su colaboradora, Avelina, va a otros seis. En los otros tres una laica se encarga de dirigir la liturgia.Carlos Rosillo
Nieto lleva 20 años en estos pueblos. Antes tenía algunos menos y los compartía con otro sacerdote.Carlos Rosillo