El 'pasotismo' y los adolescentes

En España hay más de tres millones de adolescentes. Un colectivo con el que los adultos tenemos, a veces, dificultades de comunicación. ¿Qué opinan del mundo que les ha tocado en suerte? ¿Cómo ven su porvenir en tiempos de crisis? ¿Cómo viven, cómo se divierten? EL PAÍS intentó responder a estas preguntas en un amplio reportaje que, bajo el título ‘Adolescentes en la era Instagram’, se publicó el pasado domingo 4 de enero. El reportaje fue...

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En España hay más de tres millones de adolescentes. Un colectivo con el que los adultos tenemos, a veces, dificultades de comunicación. ¿Qué opinan del mundo que les ha tocado en suerte? ¿Cómo ven su porvenir en tiempos de crisis? ¿Cómo viven, cómo se divierten? EL PAÍS intentó responder a estas preguntas en un amplio reportaje que, bajo el título ‘Adolescentes en la era Instagram’, se publicó el pasado domingo 4 de enero. El reportaje fue muy leído en la web, pero algunos jóvenes están en desacuerdo con el perfil que se traza de ellos en ese texto, a tenor de la carta de protesta que me ha enviado María Rodríguez presidenta de la Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes (CANAE), de ámbito estatal.

    Rodríguez presenta la asociación que preside, creada en 1987, como, una organización independiente, apartidista y aconfesional compuesta por asociaciones de estudiantes de toda España con el fin de defender sus derechos. Y en nombre de ellos manifiesta desagrado y malestar, por el referido reportaje. Rodríguez explica: los y las estudiantes no nos sentimos en absoluto representados con afirmaciones que la autora emplea para referirse al conjunto del estudiantado del Estado como ‘se mueven entre el pasotismo y el consumismo. Acostumbrados a una vida de entretenimiento y de series’ o ‘entre sus prioridades no figura cambiar el mundo’.

  Y prosigue en su carta: Aunque podemos reconocer como autocrítica que existe cierta apatía en el sector estudiantil para la participación en los centros sociales, también es cierto que existe un importante sector del alumnado que no mantiene un rol pasivo en la sociedad y que se involucra activamente no solo en acciones para cambiar su entorno más inmediato, sino en otras que no les afectan directamente o incluso cuyos beneficios jamás llegarán a disfrutar ellos mismos/as. Como estudiantes comprometidos/as con el cambio social no podemos tolerar la imagen que se da en el artículo de nuestro colectivo o las afirmaciones/acusaciones sobre el mismo. La autora utiliza casos concretos exclusivamente de la Comunidad de Madrid para justificar de forma general una serie de estereotipos nada favorables para los y las estudiantes.

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    Considera Rodríguez que estos estereotipos dañan la imagen de la juventud perpetuando una visión de la misma como poco fiable e indigna de confianza, lo cual, añade, quiebra cualquier esperanza de progreso en el futuro. Y de ello culpa a los medios de comunicación, a los que pide que se comprometan a dar una imagen diferente. Aquella que pone en valor el esfuerzo de los miles de jóvenes empoderados y comprometidos que hay en nuestro país y no seguir profundizando en los estereotipos que cargan sobre las espaldas de los que sí tenemos aspiraciones y tratamos de cambiar el mundo.

   Querría puntualizar una cuestión antes de seguir. Los reportajes no pueden, -ni deben-, fijarse otro objetivo que el de reflejar de la forma más exacta posible la realidad que pretenden describir. Otra cosa es que lo consigan. A veces el objetivo es demasiado amplio como para lograrlo.

    Amelia Castilla, autora del reportaje, recocone que no podía describir a los ‘adolescentes’ en su conjunto, un objetivo del todo imposible, sino trazar un perfil mínimo de este colectivo. Para ello, señala, he entrevistado a 10 muchachos de edades comprendidas entre 14 y 17 años, dos madres de alumnos, tres profesores y un filósofo. He usado un informe sobre Jóvenes y Valores Sociales del Reina Sofía, he consultado las estadísticas del Instituto de la Juventud y los datos del Instituto Nacional de Estadística. Más la lectura de dos libros recientes: El talento de los adolescentes de José Antonio Marina y la Edad de la ira, de Fernando J. López). Con todos esos datos y declaraciones he tratado de construir un retrato generacional objetivo y basado en esas fuentes que vale como muestra de determinadas actitudes pero que en ningún caso representa a un colectivo de más de 3 millones de personas, en el que habrá gente que no es consumista ni pasota. ¡Y menos mal! Hablamos de personas no de autómatas con un mismo comportamiento.

     Castilla no cree que su texto pueda considerarse negativo para el colectivo que analiza. Desde el libro de José Antonio Marina con sus revelaciones sobre el cerebro de los adolescentes hasta los profesores, todos confiaban en esta generación que evidentemente tiene sus particularidades como corresponde a la época en que viven, señala. Personalmente me he encontrado con chicos generosos, activos, sinceros y críticos que se explicaban muy bien y que representaban unos valores.

     Yo tampoco creo que en el texto se denigre a los adolescentes. Tanto las declaraciones de los entrevistados como muchos de los datos que se aportan en él hablan de los valores positivos de estos jóvenes. De ellos dice el estudio Jóvenes y valores sociales, del Centro Reina Sofía, que se cita en el texto: Cada vez son más los que apuestan por actitudes de compromiso social y de cambio. La tendencia no es al pasotismo, por lo tanto.

  El problema lo veo en el sumario del texto, que resume así el perfil de los adolescentes: Se mueven entre el pasotismo y el consumismo. Acostumbrados a una vida de entretenimiento y de series, los jóvenes describen el presente como ‘inestable e injusto’. El sumario, junto con el título, es el elemento más visible de una información, creo que debiera haber reflejado mejor el contenido del reportaje.

Comentarios

Es una edad complicada ya se sabe, pero hay que confiar en ellos, no queda otra
Depende del punto de vista con el que se mire, la juventud es un maná para mucha gente empresaria.Y si no, que se lo pregunten a los grandes almacenes, a las tiendas de deportes, a los gestores de las discotecas, a las editoriales de libros.A los directores de colegios, universidades y centros de ocio de toda la geografía nacional.La juventud es el sostén de gran parte de nuestra economía nacional, por activa o por pasiva.Eso lo saben bien los economistas de todos los estamentos y de los partidos políticos.Los jóvenes son votos desde la ilusión de una promesa si se sabe manejar el mensaje.La juventud es el futuro del país.Es un caramelo tan interesante, que las grandes lumbreras ya estudian como tenerlos hipotecados desde el mismo principio de la vida activa.Pagando lo que deben por haber estudiado una carrera, y luego los sujetan con salarios de recortes y de pena.Para que empiecen en la vida pisando fuerte.Y se dan cuenta porque la mayoría no son tontos y ven a sus mayores con el agua al cuello.Y pasan, abandonan los compromisos hipotecarios y chantajistas de la sociedad de consumo.Y se van a fumarse un canuto.Pasando de tanto mal rollo pensado por gente viejuca que les quiere amargar la vida por la avaricia de sacarles los cuartos antes de que se pongan a tener hijos.Dejándoles en la miseria antes de empezar a ser mayores de edad, lo jóvenes.Prefieren pasar por descreídos, fumatas o rebeldes.Pero no por tontos.Y menos por lelos.
Sí, es cierto esta sociedad nuestra ha abusado de la juventud, aprovechándose de ella o ignorándola totalmente según les le convenía, de ahí ha surgido tóxicos tan grandes como , el alcohol, las drogas y la velocidad, pero ellos no han tenido la culpa, la hemos tenido los adultos que hemos sacado pasta gansa a costa de ellos, ellos han sido las victimas, algunos terminando sus días en centros de desintoxicación, tirados por las calles o muertos por el SIDA y algunos tirando de sus vidas como han podido, eso ha sido parte de una generación de jóvenes, quizás los más adultos, porque ahora está otra generación más joven de la que se ha ignorado tanto que ahora se encuentra sin poder hacer apenas nada, con una vida encajonada de la que no pueden apenas moverse, sin realidades, sin vivencias, sin ilusiones, sólo pasando los días poco a poco, un día tras otro dia, los ninis, mal llamados, los que ha creado esta sociedad nuestra durante todos estos "fabulosos" años.
Todo depende del cristal con que se mire, y el cristal con que los cuarento-cincuentones miramos a los adolescentes está sucio de envidia.
Este problema de divergencia entre titulares, sumarios y contenido real de los textos es recurrente. La cuestión, además de denunciarlo, es si podemos hacer algo para evitar esta táctica "mercantil": el eslogan vela el producto.¿Cuántos lectores ha leído sólo el titular y el sumario? ¿Cuántos el texto completo? Si existiera un "lector medio" (según se quede uno en titulares y sumarios o textos completos), ¿qué pensaría que piensa EL PAÍS sobre los adolescentes?
Todo esto me recuerda esa frase de hoy tan sobada de;"Esta conversación ya la hemos tenido"
Los adolescentes requieren de una atención que los medios de la sociedad debe empezar a cambiar, a modificar algunos patrones de exigencia, el artículo mencionaba la virtualidad, su manera de comunicarse y yo no lo llamaría pasotismo, ni falta de compromiso, debe ser inadaptacion, un mensaje que suena a ruido y no les crea expectativas, también una forma de escucharlos y cesr redes de comunicación con ellos de protagonistas.
Creo que Espana perdio la batalla de la educacion con los adolescentes yo llamaria perdedores por que sin ellos no hay futuro.los unicos responsables del mismo son los padres que yo creo que son demasiado mayores en edad claro y es que en este pais tienen hijos gente con mas de 35 a 40 demasiado tarde para tener hijos y eso se nota. Abuelos por que esa seria la edad y os lo digo por que en mi entorno donde yo vivo que es otro pais la gente de 40 son abuelos ya cosa que aqui es imposible. Es una cuestion de edad no de ideas. No se ve el botellon y esa forma de divertirse de estos muchachos no sabria donde esta el tajo en le mapa y muchos piensan que Avila esta en Africa.
Menores y adolescentes, personas a medio camino del desarrollo personal. Educación en el el respeto como máxima para obtener lo mejor de cada uno de ellos.
Hay que instruirles para que sean hombres y mujeres de bien.
Los jovenes aun tienen futuro en este pais
Con mucho esfuerzo y dedicación cualquier cosa se puede lograr, dicen que querer es poder!
El futuro es de los jóvenes! Ánimo a todos!
La gente joven está convencida de que posee la verdad. Desgraciadamente, cuando logran imponerla ya ni son jóvenes ni es verdad.
Los jóvenes siempre han tenido el mismo problema; cómo ser rebelde y conformarse al mismo tiempo
La adolescencia es el permiso de la sociedad para combinar la madurez física con la irresponsabilidad psicológica
Buen artículo, hay que ir más allá para poder conocer la verdad!

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