Claves para elegir un buen seguro de vida
Saber a quién quieres proteger, en qué casos y con qué cuantía económica son cuestiones esenciales a la hora de escoger la póliza de vida que mejor se adapte a ti. No es obligatorio, pero sí muy recomendable. Sobre todo, cuando se tienen cargas familiares o una hipoteca
Un seguro de vida es una garantía económica que protege al asegurado y a su familia en caso de fallecimiento o de una invalidez provocada por un accidente o una enfermedad. Aunque la contratación de este tipo de póliza no es obligatoria –sí lo son el seguro del hogar asociado a una hipoteca y el de responsabilidad civil de un automóvil, por ejemplo–, casi 20 millones de personas tienen suscrito uno en España, según datos de la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa).
“El principal motivo que anima a contratar una póliza de vida es contar con la tranquilidad de saber que, pase lo que pase, cualquier familia va a poder mantener su nivel de vida durante unos años, hasta que la situación se estabilice y se pueda organizar en la nueva coyuntura”, explica José Manuel Veiga, Director de Seguros de Protección de BanSabadell Seguros. “Algo que es especialmente importante cuando la póliza está combinada con un préstamo hipotecario o cuando el aporte económico de uno de los miembros al presupuesto familiar es muy superior”.
Una póliza de vida te garantiza contar con la tranquilidad de saber, que, pase lo que pase, cualquier familia va a poder mantener su nivel de vida durante unos añosJosé Manuel Veiga, Director de Seguros de Protección de BanSabadell Seguros
Antes de formalizar la contratación de un seguro de vida conviene hacer una reflexión personal sobre las necesidades y las expectativas actuales y futuras. Valorar los riesgos que pueden afectar tanto al tomador como a su familia y definir el capital deseable para asegurarlos, sin perder de vista la cantidad que habría que invertir en esa protección, son consideraciones previas a escoger la póliza.
Un producto ajustado a cada necesidad
El seguro de vida no es un producto rígido. Para cada perfil de asegurado existen diferentes opciones de contratación en cuanto a coberturas y capitales asegurados, doblando o cuadruplicando la cobertura de invalidez permanente absoluta por accidente, entre otras. Un tema clave es el de la edad, aunque, como afirma Veiga, “no hay una edad mínima para contratarlo, ya que lo primordial es que el seguro se adapte a las necesidades vitales de cada momento”.
No es lo mismo tener 30 años y no tener cargas familiares que pasar de los 40 años, estar pagando una hipoteca y tener dos hijos. En el primer caso, “puede ser más conveniente contratar un seguro de vida en el que se haga más foco en la garantías de invalidez permanente absoluta, ya que la mayor preocupación de este segmento es la de los costes que podrían sobrevenirles si queda en esta situación, como la adaptación de la vivienda o el pago de la deuda pendiente de un préstamo”, indica el experto. Para la segunda situación “es posible que pueda resultar más eficiente disponer de una cobertura más amplia con las garantías de fallecimiento y de invalidez permanente absoluta al mismo nivel y un capital asegurado basado en los ingresos anuales”.
Garantizar la protección familiar
Contar con cargas familiares y tener pendiente el pago de una hipoteca son los dos factores que más pesan a la hora de dar el paso para la contratación de una póliza de vida. Tal y como indican desde Unespa, cada año la tercera parte de los fallecidos de entre 41 y 50 años en España está protegida con un seguro de este tipo. La media anual de inversión es de 600 euros por persona y póliza –en Europa la cifra es del doble puesto que supera los 1.200 euros per cápita–, cubriendo un seguro de vida promedio en torno a cinco años del sueldo íntegro del asegurado. Para Veiga “ese plazo es el que se estima adecuado para que una familia se recupere económicamente tras la pérdida de uno de sus miembros”.
En España hay 3,8 millones de personas hipotecadas que cuentan con un seguro de vida, según revela el informe La fatalidad, en el peor momento. Prestaciones del seguro de vida relacionadas con hipotecas, de Estamos Seguros, el plan de divulgación del valor social del seguro de Unespa. Anualmente, unas 70.000 familias españolas son beneficiarias de estas pólizas, cuya prestación media es de 45.000 euros. Esta cantidad permite liquidar alrededor de 4.700 hipotecas cada año, superando, de acuerdo con el informe, los 166 millones de euros en total.
La media anual de inversión en España es de 600 euros por persona y póliza, cubriendo un seguro de vida promedio en torno a cinco años del sueldo íntegro del asegurado
Para el Director de Seguros de Protección de BanSabadell Seguros esta situación debe servir para tomar conciencia a la hora de contratar la póliza de vida ya que “es muy importante elegir correctamente las coberturas y, sobre todo, el capital asegurado. Se recomienda que el capital asegurado sea como mínimo de tres veces los ingresos anuales de la persona a asegurar”.
En cualquier caso, Veiga recomienda prudencia antes de elegir un seguro de vida e informarse lo mejor posible. Además, siempre es oportuno buscar asesoramiento profesional, que brinda una ayuda muy útil para escoger el producto más adecuado para cada persona.
¿Por qué retrasamos la contratación de un seguro de vida?
De acuerdo con el informe elaborado por la Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras y Fondos de Pensiones (ICEA) Perfil del comprador del seguro de vida en 2020, el perfil del contratante de un seguro de vida es un varón (un 57,3%), de entre 35 y 44 años (un 28% del total), casado (un 44,2%) y residente en una capital de provincia (un 30,1%), que contrata seguros de riesgo con un capital asegurado medio de 44.027 euros y con una duración de menos de cuatro años (un 71%).
¿Por qué se suele posponer la contratación de un seguro de vida hasta alcanzar sobradamente la treintena? El que se relacione como una cobertura que no se va a utilizar de manera inmediata puede influir en la decisión. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), España es uno de los países con mayor esperanza de vida en el mundo, solo superado por Japón y Suiza. El Instituto Nacional de Estadística (INE) certifica que las mujeres españolas viven una media de 86 años y los hombres, de 80 años. Esta circunstancia existencial puede condicionar la dilatación temporal a la hora de contratar un seguro de vida: pagar por algo que, erróneamente, se piensa que solo puede ocurrir en décadas tiene poco atractivo para los más jóvenes.