Emprendedores

Drones a medida

Aerocámaras dispone de una red de 22 escuelas de pilotos de estas naves y factura tres millones de euros

Dos pilotos de Aerocámaras manejan un dron.Aerocámaras

El desembarco de Jaime Pereira en el negocio de los drones no fue por vocación, sino pura necesidad. Este publicista que producía vídeos promocionales de viviendas de lujo con un helicóptero probó en 2012 los primeros drones como una alternativa económica para clientes con presupuestos más ajustados. El éxito de estos pequeños vehículos aéreos pilotados por control remoto atrajo a más promotoras y grandes empresas, algunas con especificaciones tan concretas que revelaron un mercado por explotar. “No existían drones ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El desembarco de Jaime Pereira en el negocio de los drones no fue por vocación, sino pura necesidad. Este publicista que producía vídeos promocionales de viviendas de lujo con un helicóptero probó en 2012 los primeros drones como una alternativa económica para clientes con presupuestos más ajustados. El éxito de estos pequeños vehículos aéreos pilotados por control remoto atrajo a más promotoras y grandes empresas, algunas con especificaciones tan concretas que revelaron un mercado por explotar. “No existían drones que hicieran lo que nos pedían, así que empecé a contratar ingenieros para desarrollar nuestros propios modelos”, recuerda el fundador. Así nació Aerocámaras.

Tras un par de años, el volumen de trabajo era tal y los pilotos de drones tan escasos que Pereira decidió montar su propia escuela con apoyo de la Diputación de Orense. “Dijimos que iba ser la primera de muchas. La Diputación creyó en el proyecto cuando los demás nos miraban como a locos”, afirma. Conseguidas las licencias de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, en 2015 Aerocámaras ya tenía cinco escuelas que ofrecían cursos especializados a bomberos o policías. “Los cursos tuvieron un impacto enorme. En poco tiempo ya formábamos al equipo de seguridad del presidente de Honduras y a los operadores de cámara de la televisión de Malí”, señala.

El volumen de alumnos y empresas con las que trabajaban se convirtió en un mercado propio. “Nos pedían equipo y productos, por lo que empezamos a desarrollar modelos más avanzados y a invertir mucho en I+D”, explica Pereira. En 2017, Aerocámaras batió con su dron híbrido —combina electricidad y gasolina— el récord mundial de autonomía, que estaba en 25 minutos. La firma española logró dos horas. El año pasado alcanzó las siete horas. El modelo ya se comercializa en ocho países.

Además, Aerocámaras ha logrado convertirse en una compañía “que lo tiene todo en el sector de los drones”. Profesionales, productos y servicios…, incluso ha lanzado su propio portal de empleo (trabajodrones.com) y desarrollado un dron específico para combatir a las avispas velutinas, una especie invasora que ha puesto en jaque a la fauna autóctona española.

Con 22 escuelas, 70 empleados en plantilla y una facturación de 3 millones de euros en 2019, Pereira ve unos beneficios lo suficiente sólidos para plantearse su siguiente paso: saltar al mercado internacional.

Archivado En