Un español, entre las cinco víctimas mortales del naufragio

La costumbre de acercar el barco a tierra causó el accidente

Uno de los dos últimos cadáveres rescatados ayer del Costa Concordia fue el de Guillermo Gual, de 68 años, un discapacitado psíquico que viajaba con su familia de Palma de Mallorca, que sí logró abandonar el barco. Dos franceses, un peruano y un italiano completan de momento la lista negra de muertos en un accidente absurdo. Hay 15 desaparecidos. En el barco viajaban 4.200 personas.

Nadie duda en la isla de Giglio de que el capitán Francesco Schettino acercó el barco a tierra para cumplir una peligrosa tradición y se le fue de las manos. El rito, la costumbre, la tremenda estupidez de q...

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Uno de los dos últimos cadáveres rescatados ayer del Costa Concordia fue el de Guillermo Gual, de 68 años, un discapacitado psíquico que viajaba con su familia de Palma de Mallorca, que sí logró abandonar el barco. Dos franceses, un peruano y un italiano completan de momento la lista negra de muertos en un accidente absurdo. Hay 15 desaparecidos. En el barco viajaban 4.200 personas.

Nadie duda en la isla de Giglio de que el capitán Francesco Schettino acercó el barco a tierra para cumplir una peligrosa tradición y se le fue de las manos. El rito, la costumbre, la tremenda estupidez de que un edificio flotante de 17 pisos se acerque considerablemente al litoral para que turistas y vecinos se saluden. "No sé si ahora lo reconocerá alguien", dice Andrea, un bombero, "pero los que vivimos en los alrededores lo sabemos. Los cruceros se acercan a tierra, los pasajeros salen a cubierta, aplauden y tiran fotos".

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