Reportaje:EL SET | Hotel Public y Pump Room | COCTELERA

El capo vuelve a Chicago

El hotelero Ian Schrager (conocido por su tortuosa vida, su Studio 54, su amistad con Warhol...) recupera el esplendor del hotel Ambassador East y su mítico restaurante Pump Room en Chicago. Rebautizado como hotel Public, su idea, explica Schrager, es "ofrecer lujo a precios asequibles". Y confiesa: "Me atrajo la historia del edificio y su encanto. Sabía que era un mito más que un hotel".

Basta un vistazo a la galería fotográfica del Pump Room (ahora bajo la batuta del chef Jean-Georges Vongerichten). Cuando abrió en 1938 (tras la ley seca) fue la coctelería del momento. Cuentan que a u...

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El hotelero Ian Schrager (conocido por su tortuosa vida, su Studio 54, su amistad con Warhol...) recupera el esplendor del hotel Ambassador East y su mítico restaurante Pump Room en Chicago. Rebautizado como hotel Public, su idea, explica Schrager, es "ofrecer lujo a precios asequibles". Y confiesa: "Me atrajo la historia del edificio y su encanto. Sabía que era un mito más que un hotel".

Basta un vistazo a la galería fotográfica del Pump Room (ahora bajo la batuta del chef Jean-Georges Vongerichten). Cuando abrió en 1938 (tras la ley seca) fue la coctelería del momento. Cuentan que a un camarero se le cayó una ramita de apio en un Bloody Mary y ahí nació el famoso adorno del cóctel.

Sinatra tenía reservado propio y fue escenario de la boda de Bogart y Bacall

Hoy se pasean modernos varios, músicos de jazz, empresarios fugados de Wall Street o diseñadores (no olvidemos que Schrager fue quien fichó a Philippe Starck para hacer hoteles). Pero antes se han alojado desde la Reina Isabel de Inglaterra a los presidentes Nixon, Kennedy y Reagan. Y el volumen de fiestones y estrellas de cine es imbatible. El tren que recorría la ruta Nueva York-Los Ángeles hacía noche en Chicago. Así que Chaplin, Marylin, Liz Taylor y un interminable desfile de estrellas se pasaban la escala bebiendo champán y tocando al piano mientras camareros con turbantes les servían las brochetas de kebab en sables flameantes. Hitchcock filmó en él Con la muerte en los talones y hasta sirvió de escenario para la boda de Bogart y Bacall.

Sinatra tenía su propio reservado y Judy Garland solía ir acompañada de una niña llamada Liza Minelli. Ambos hablan del lugar en el tema que tantas veces cantaron: Chicago. | ÁLVARO CASTRO

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