Necrológica:

Bartomeu Fiol Móra, patriarca de la poesía mallorquina

Reconocido muy tardíamente, se ganó la vida trabajando en la hostelería

Bartomeu Fiol Móra, patriarca de la poesía mallorquina y expresidente de la Obra Cultural Balear -entidad que fomenta la lengua y la cultura de las islas-, falleció ayer en Palma a los 78 años. En su última etapa como escritor el público y la crítica lo auparon a los puestos de honor de la literatura en lengua catalana. Durante las largas décadas en que el reconocimiento le fue esquivo, se ganó la vida en el sector turístico. En sus versos plasmó las consecuencias paisajísticas y culturales de la industria hotelera, que conoció de primera mano.

Criado en la Palma de la posguerra, estudi...

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Bartomeu Fiol Móra, patriarca de la poesía mallorquina y expresidente de la Obra Cultural Balear -entidad que fomenta la lengua y la cultura de las islas-, falleció ayer en Palma a los 78 años. En su última etapa como escritor el público y la crítica lo auparon a los puestos de honor de la literatura en lengua catalana. Durante las largas décadas en que el reconocimiento le fue esquivo, se ganó la vida en el sector turístico. En sus versos plasmó las consecuencias paisajísticas y culturales de la industria hotelera, que conoció de primera mano.

Criado en la Palma de la posguerra, estudió Ciencias Políticas en Madrid, pero regresó a su ciudad natal para participar en las tertulias literarias de la época y publicar por su cuenta opúsculos y poemas sueltos de los que más adelante renegaría. Desalentado por la escasa repercusión obtenida, en 1958 abrió la galería Gralla, un espacio dedicado a las exposiciones de artistas noveles. En los tres meses que sobrevivió tan solo vendió un cuadro.

Lo que de verdad daba dinero en Mallorca era el turismo, y Fiol decidió entrar en el negocio. Comenzó como recepcionista en el muy literario hotel Formentor, punto de encuentro de escritores de renombre internacional. En 30 años, Fiol pasó de recepcionista a director de dos cadenas hoteleras.

Al mismo tiempo, desarrolló una obra lírica de las que se suelen definir como inclasificables. En sus libros -entre los que destacan Calaloscans (1966), Camp Rodó (1973) y Calaportal de Cavorques (1985)- se mostró como un poeta rompedor, especialmente preocupado por el paso del tiempo. En su obra, Cavorques aparece como el trasunto literario de la sociedad balear, alterada medioambiental y culturalmente por el boom turístico.

La reedición de sus obras completas a finales de los noventa sirvió para que se le reconociera su peso en las letras catalanas. En 2005 recibió el Premio Carles Riba de poesía.

Bartomeu Fiol Móra.D. CARDONA

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