Tentaciones
CÓMIC

Millonarios por un cómic

Robert Irwin era un chaval de 13 años cuando, en 1939, hizo la inversión de su vida: se compró un cómic en un quiosco de Sacramento (California) por 10 centavos. En las páginas del tebeo, titulado Detective Comics #27, aparecía por primera vez un tal Batman. 71 años más tarde, el jueves 18 de noviembre para ser más exactos, ese mismo ejemplar, convertido en Santo Grial del coleccionismo, se vendió en una puja por casi medio millón de dólares. Un 20% más de lo que esperaba la casa de subastas Heritage Auctions y por encima de la media de 300.000 dólares en la que hasta ahora se movía est...

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Robert Irwin era un chaval de 13 años cuando, en 1939, hizo la inversión de su vida: se compró un cómic en un quiosco de Sacramento (California) por 10 centavos. En las páginas del tebeo, titulado Detective Comics #27, aparecía por primera vez un tal Batman. 71 años más tarde, el jueves 18 de noviembre para ser más exactos, ese mismo ejemplar, convertido en Santo Grial del coleccionismo, se vendió en una puja por casi medio millón de dólares. Un 20% más de lo que esperaba la casa de subastas Heritage Auctions y por encima de la media de 300.000 dólares en la que hasta ahora se movía este mercado.

Pero la noticia es que nada de esto es noticia. Ese mismo título, el Detective Comics #27, ya se convirtió en el tebeo más caro de la historia en febrero al venderse por más de un millón de dólares en otra subasta. Y eso como respuesta a la venta, tres días antes, de un Action Comics #1 (primera aparición de Superman) por una cifra similar.

El mercado no ha vuelto a ser el mismo desde que se rompió la barrera del millón: en 2009, por ejemplo, una copia del Action Comics #1 se vendía por 317.000 dólares. En 2010, una familia de Estados Unidos a la que el banco iba a embargar la casa se encontró con el mismo título en peor estado y sacó por él 436.000. Y así salvaba la casa.

El factor económico que ha propiciado este subidón es el amor de los fans: "Que una rareza de Superman valga una cantidad implica, en la mente del cliente, que una rareza de Batman valga lo mismo o más. Los coleccionistas se han montado una compleja jerarquía de valores relativos en función de la popularidad de los personajes", cuenta Mark Seifert, especialista en cómics vintage de la web BleedingCool, vademécum del mundillo del superhéroe. Así que, si Batman y Superman valen N+1, Linterna Verde, por ejemplo, ha de valer al menos N. "No son decisiones racionales", añade Jerry Stephan, responsable de estas tres ventas —"las dos millonarias y la de Irwin"— y comisario de Heritage Auctions. "Esta gente tiene un vínculo emocional con estos artículos que muchas veces les viene de la infancia. Se apegan más a Superman que a un reloj o a un fósil".

Mientras los fans desembolsan cantidades cada vez mayores y que los autores de los cómics no van a ver, los grandes ganadores son los vendedores. El jubilado Robert Irwin piensa librarse de la hipoteca gracias a Batman. "Estoy como en una nube", confiesa desde Sacramento, días después de la subasta. "¿Lo único que lamento de todo esto? No tener otro cómic para vender".

El ejemplar de Detective Comics vendido por casi medio millón de dólares.