Necrológica:

Reginald Levy, héroe de un secuestro terrorista

El antiguo militar británico pilotaba un avión asaltado en Tel Aviv

El hoy primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su ministro de Defensa, Ehud Barak, también pusieron su grano de arena para convertir en héroe a Reginald Levy, que falleció el 1 de agosto de un ataque al corazón en Dover, Reino Unido. Pero fueron los nervios de acero de este británico nacido en 1922, que ya había atesorado méritos militares y condecoraciones en la aviación británica en la II Guerra Mundial, los que forjaron su consagración pública y notoria el día que cumplía 50 años.

El 8 de mayo de 1972, Levy pilotaba un avión de la compañía de bandera belga Sabena, de Bruselas ...

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El hoy primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su ministro de Defensa, Ehud Barak, también pusieron su grano de arena para convertir en héroe a Reginald Levy, que falleció el 1 de agosto de un ataque al corazón en Dover, Reino Unido. Pero fueron los nervios de acero de este británico nacido en 1922, que ya había atesorado méritos militares y condecoraciones en la aviación británica en la II Guerra Mundial, los que forjaron su consagración pública y notoria el día que cumplía 50 años.

El 8 de mayo de 1972, Levy pilotaba un avión de la compañía de bandera belga Sabena, de Bruselas a Tel Aviv. Pocos minutos después, dos hombres y dos mujeres de la organización palestina Septiembre Negro secuestraron el avión. "Como pueden ver, tenemos unos amigos a bordo", comunicó Levy al centenar de personas del pasaje y la tripulación. Entre ellos, su esposa, Nora, que volaba a Tel Aviv para celebrar el cumpleaños de Reginald. Mantuvo la calma el piloto, el aparato aterrizó en Tel Aviv, y los terroristas lanzaron su ultimátum: la liberación de más de 300 prisioneros palestinos o volarían el avión por los aires.

Todo se complicó cuando descubrieron que comandos isrealíes habían pinchado las ruedas del avión. Levy pasó toda la noche tratando de calmarlos. "Hablé con los secuestradores de todas las cosas bajo el sol, de navegación a sexo", comentó después. En la mañana del 9 de mayo, los palestinos lo enviaron para que mostrara a las autoridades israelíes que tenían explosivos. Pero Levy dibujó un croquis con el emplazamiento de los secuestradores y comunicó que las puertas de emergencia no habían sido cerradas herméticamente. Unos supuestos técnicos -en realidad, militares de una unidad de élite israelí- se acercaron para arreglar las ruedas. El grupo de soldados lo comandaba Ehud Barak, con Netanyahu de subordinado. Mataron a los dos hombres palestinos, hirieron de gravedad a una de las mujeres y la segunda resultó ilesa. Los pasajeros -algunos heridos graves- y la tripulación sobrevivieron.

Tras ser agasajado por el ministro de Defensa de la época, Moshe Dayan, y la primera ministra, Golda Meir -"Te queremos", le dijo tras estamparle un beso-, y condecorado Caballero de la Orden de la Corona en Bélgica, Levy fue amenazado por grupos palestinos. Le acusaban de haber ayudado a Israel y la familia se exilió unos meses en Sudáfrica. "No le gustaba hablar sobre el secuestro. Decía que solo hacía su trabajo. Creo que sus experiencias de la guerra le enseñaron a ser tranquilo", comentó recientemente su hija, Linda Lipschitz. Participante en los bombardeos de la Alemania de Hitler y en el puente aéreo a Berlín Occidental para garantizar su suministro en plena guerra fría, se retiró en 1982.

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