Geldof niega que financiara grupos rebeldes en Etiopía

El cantante demandará a la BBC por la acusación

Hay que matar al mensajero. Ésa ha sido la reacción de Bob Geldof, cantante reconvertido en activista contra la pobreza en África, ante la afirmación de un programa de la BBC de que grandes cantidades del dinero recaudado en la campaña de 1984-85 para ayudar a Etiopía acabaron siendo usadas por los rebeldes de la región de Tigray para comprar armas. En un furibundo artículo firmado ayer en The Guardian, Geldof exige la dimisión del autor del reportaje, Martin Plaut; de Peter Horrocks, director de BBC World Service, el histórico servicio radiofónico mundial de la corporación británica, y...

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Hay que matar al mensajero. Ésa ha sido la reacción de Bob Geldof, cantante reconvertido en activista contra la pobreza en África, ante la afirmación de un programa de la BBC de que grandes cantidades del dinero recaudado en la campaña de 1984-85 para ayudar a Etiopía acabaron siendo usadas por los rebeldes de la región de Tigray para comprar armas. En un furibundo artículo firmado ayer en The Guardian, Geldof exige la dimisión del autor del reportaje, Martin Plaut; de Peter Horrocks, director de BBC World Service, el histórico servicio radiofónico mundial de la corporación británica, y del director de informativos no diarios, Andrew Whitehead.

El programa, emitido la semana pasada dentro de la serie de documentales Assignment, es el fruto de nueve meses de investigación periodística de Plaut y ofrece en particular el testimonio de Gebremedhin Araya, en aquella época uno de los dirigentes del rebelde Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF), que ahora vive en Holanda.

Araya asegura que cuando empezó a llegar el dinero recaudado por Band Aid, la campaña de ayuda lanzada por Geldof, hubo muchas discusiones entre los rebeldes sobre lo que había que hacer y unos 73 millones de euros fueron desviados al TPLF y grupos afines. El 95% de ese dinero se destinó a comprar armas, asegura. Y relata cómo él mismo se disfrazó de comerciante para vender una importante partida de grano que en realidad eran en gran medida sacos de arena. "Era la manera de engañar a las ONG", explica.

Su versión ha sido corroborada por un antiguo dirigente del TPLF, Aregawi Berhe, pero desmentida por uno de sus líderes, Meles Zenawi, que entre 1991 y 1995 sería presidente de Etiopía y desde entonces es el primer ministro del país. En una entrevista con The Independent, Zenawi asegura que Gebremedhin Araya "no ocupaba ningún cargo en el liderazgo y era sólo un paramédico".

Varias ONG han criticado el reportaje de la BBC, incluidas Oxfam, Save the Children y Christian Aid. Y un ex embajador británico en Etiopía, sir Brian Barder, ha declarado: "La impresión errónea que da la BBC amenaza con dañar gravemente los programas de ayuda internacional en los desastres del futuro".

Geldof anuncia en su artículo que su organización ha decidido llevar al BBC World Service ante Ofcom, regulador audiovisual británico, y ante BBC Trust, el órgano supervisor de la corporación. Y que se reserva el derecho a llevar a los tribunales tanto al periodista como a la BBC. "Band Aid ha estado desde siempre, y en particular a mediados de los ochenta, bajo el más intenso escrutinio. Cosa que me parece muy bien", escribe. Pero asegura: "Criticismo, no hay problema. Calumnia, no".

"¿Han comprendido ni que sea por un momento Plaut y sus editores el enorme peligro en el que ha puesto a todos y cada uno de los trabajadores humanitarios y en particular a la valiente y fantástica Cruz Roja?", se pregunta Geldof.

Bob Geldof.REUTERS

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