Miguel Manaute, consejero andaluz de Agricultura
Miguel Manaute Humanes ha pasado a la historia de Andalucía como el consejero de Agricultura que soñó en la década de los ochenta con la reforma agraria, proyecto frustrado por las circunstancias históricas y las sucesivas sentencias judiciales. Era un hombre de pueblo, pero no un cateto; un trabajador del campo, no un jornalero; un autodidacta, pero en modo alguno ignorante.
Sus facciones y su forma de hablar lo delataban como oriundo de Arahal, donde nació el 23 de septiembre de 1944. Trabajó la tierra de su familia y compaginó su vecindad olivarera con el Bachillerato, que culminó co...
Miguel Manaute Humanes ha pasado a la historia de Andalucía como el consejero de Agricultura que soñó en la década de los ochenta con la reforma agraria, proyecto frustrado por las circunstancias históricas y las sucesivas sentencias judiciales. Era un hombre de pueblo, pero no un cateto; un trabajador del campo, no un jornalero; un autodidacta, pero en modo alguno ignorante.
Sus facciones y su forma de hablar lo delataban como oriundo de Arahal, donde nació el 23 de septiembre de 1944. Trabajó la tierra de su familia y compaginó su vecindad olivarera con el Bachillerato, que culminó con enorme esfuerzo. Siendo un chaval ingresó en las Juventudes Obreras Católicas -aún se recuerda en el pueblo el alborozo que supuso su asistencia en Roma a una audiencia con Pablo VI- y años después fue uno de los impulsores de la Unión de Agricultores y Ganaderos, de la que fue secretario general.
Polémico consejero de Agricultura entre 1982 y 1990, fue muy discutido su anuncio de abordar la reforma agraria del campo andaluz. Finalizada su responsabilidad pública, dirigió la empresa El Tejar, en Córdoba, una de las extractoras de orujo más importantes del mundo, hasta que en 2003 fue elegido alcalde de su pueblo, donde gobernó hasta 2007.
Se le criticó con dureza, pero hoy todos reconocen su hombría de bien y su profundo compromiso con el campo. El 8 de abril de 2008 sufrió un infarto cerebral mientras descansaba, después del almuerzo, y permaneció en coma hasta el pasado 8 de enero. Descansa en paz merecidamente un andaluz con cara de hombre de pueblo; todo un señor comprometido con su tierra al que la vida le ofreció la oportunidad preciosa de tener un sueño por Andalucía: un proyecto de reforma agraria posiblemente erróneo, pero cargado de honestidad. De cualquier forma, si hubo un error no fue sólo suyo...