Necrológica:'IN MEMÓRIAM'

'Historia non perit', en recuerdo de Pere Anguera

Pere Anguera era un fructífero historiador, obstinado trabajador, apasionado de la letra impresa, activo agitador cívico y cultural (Albert Manent dixit) y, sobre todo, buena persona y excelente amigo. Fruto de su inmensa curiosidad intelectual, era un lector infatigable, un recuperador de textos olvidados y un localizador de documentos desconocidos en todo tipo de archivos públicos y privados.

Hace casi 10 años, cuando presenté su libro Els precedents del catalanisme, sostuve que él tenía tres grandes pasiones historiográficas: el carlismo, Reus y el catalanismo, en los q...

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Pere Anguera era un fructífero historiador, obstinado trabajador, apasionado de la letra impresa, activo agitador cívico y cultural (Albert Manent dixit) y, sobre todo, buena persona y excelente amigo. Fruto de su inmensa curiosidad intelectual, era un lector infatigable, un recuperador de textos olvidados y un localizador de documentos desconocidos en todo tipo de archivos públicos y privados.

Hace casi 10 años, cuando presenté su libro Els precedents del catalanisme, sostuve que él tenía tres grandes pasiones historiográficas: el carlismo, Reus y el catalanismo, en los que ha hecho aportaciones trascendentales. Sus obras sobre el primer carlismo catalán son una profunda renovación de la percepción que se tenía de este movimiento, ya que sus múltiples estudios y, sobre todo, su más ambiciosa y completa obra, Déu, Rei i Fam, son ya básicos para entender quiénes eran y por qué luchaban los carlistas catalanes de las comarcas meridionales, tan diferentes de los de la montaña del norte. Su visión nueva y estimulante de los carlistas se completaba y contrastaba con el gran conocimiento que tenía de sus adversarios, los liberales de ciudades como Reus. Pocos historiadores han logrado tener unos saberes tan profundos de los revolucionarios y de los antirrevolucionarios catalanes de la primera mitad del siglo XIX como él.

Sus estudios sobre Reus marcaron un hito. La historiografía sobre esta ciudad debe dividirse en un antes y un después de Anguera. Él concebía el espacio local como una parte fundamental de la historia general, como el único camino que permitía construir una visión global catalana, mucho más rica y real que las sesgadas por un barcelonismo excesivo. Sus estudios sobre su ciudad natal abarcaron desde su agitada vida política durante la guerra del francés hasta la Guerra Civil y el franquismo, y pioneras aportaciones sobre su sociabilidad (Centre de Lectura, Círcol, ateneos, etcétera) y numerosas biografías de reusenses destacados, como Pere Mata, Antoni de Bofarull, y, especialmente, Joan Prim. Esta obra, de 2003, es la más rigurosa y actual biografía del militar, político y conspirador de Reus.

En los últimos 15 años, Anguera se dedicó al estudio del catalanismo en el siglo XIX. En sus muchas publicaciones sobre ello, analiza textos, interpreta actitudes y desmiente tesis apriorísticas, precipitadas e ideologistas aún presentes en el mundo historiográfico catalán y español, con escaso fundamento científico. Su estilo literario combinaba brillantez y rigor, pues sus sólidas argumentaciones se fundamentaban en un inmenso bagaje de lecturas y documentación. Fue uno de los primeros historiadores en exigir una revisión de la cronología sobre el proceso de concienciación nacional del XIX, y quien más énfasis puso en la necesidad de estudiar a fondo el uso de sus referentes históricos, la creación de los mitos del catalanismo y la construcción de su mundo simbólico.

En una época de un cierto descrédito de la historia activa y comprometida, su obra ha contribuido a la recuperación de su prestigio e influencia social, con sus obras bien elaboradas y convincentes. Hace unos cinco años, a iniciativa de su inseparable compañera, la también historiadora Mercè Costafreda, algunos amigos homenajeamos a Pere, ya enfermo, con un libro (Un temps, una veu) en el que destacábamos la amplitud y seriedad de su obra historiográfica y literaria (también escribió poesía y teatro) y, sobre todo, su excelente carácter, bonhomía e inmensa generosidad. Su gran pasión por la historia se ha puesto una vez más de manifiesto estos últimos días, al empeñarse en corregir cuidadosamente de las pruebas de sus dos inminentes obras sobre los símbolos nacionales catalanes, Les Quatre barres y Els segadors. Muchos lamentaremos la desaparición de este entrañable amigo, de este sabio de Reus que en 1990 puso en su ex libris la divisa Historia non perit (La historia no muere), como evidente respuesta a los que especulaban entonces sobre el inminente fin de la historia.

Borja de Riquer es catedrático de Historia Contemporánea de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).

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