"Los tipos duros sí bailan"

La acusan de robasiestas. Esta cubana de 33 años es profesora de baile en el programa de Cuatro Fama. Además, tiene un largo recorrido: pasó cinco años en el Ballet Nacional de Cuba y por las mejores escuelas de danza de Londres, Los Ángeles o Nueva York, donde trabajó con el coreógrafo de Michael Jackson. También por Crónicas marcianas. Ahora publica un DVD: Aprende a bailar y ponte en forma.

Pregunta. ¿Por qué empezó a bailar?

Respuesta. Con ocho años, en el cole vi a una chica hacer un paso de baile espectacular. Me dejó fascinada. Lo ...

La acusan de robasiestas. Esta cubana de 33 años es profesora de baile en el programa de Cuatro Fama. Además, tiene un largo recorrido: pasó cinco años en el Ballet Nacional de Cuba y por las mejores escuelas de danza de Londres, Los Ángeles o Nueva York, donde trabajó con el coreógrafo de Michael Jackson. También por Crónicas marcianas. Ahora publica un DVD: Aprende a bailar y ponte en forma.

Pregunta. ¿Por qué empezó a bailar?

Respuesta. Con ocho años, en el cole vi a una chica hacer un paso de baile espectacular. Me dejó fascinada. Lo intenté y me caí con los libros, mientras sonaba el himno nacional.

P. ¿Cómo pasó del Ballet Nacional de Cuba a Crónicas marcianas?

R. La televisión era una opción más. Y al lado de Javier Sardá aprendí mucho. Por el día estudiaba canto e interpretación y por la noche bailaba en Marte.

P. ¿Qué es para usted la fama?

R. Reconocimiento profesional. No me deslumbra ni me sorprende. Lo llevo con naturalidad y honestidad.

P. ¿Qué piropo le han dicho últimamente?

R. "Ladrona de siestas". Me encanta. Y el otro día me dijeron: "Si me haces caso, me quedo contigo para siempre". Me hizo mucha gracia.

P. Aquello de la novela de Norman Mailer de que los tipos duros no bailan... ¿está pasado de moda?

R. Totalmente. Sí que bailan. Cada vez más y mejor. Bailar es un signo de libertad.

P. ¿Algún consejo para patosos?

R. Que tienen que lanzarse y dejarse llevar. Que deben perder el miedo al ridículo. Yo me lo paso bomba viendo bailar mal a la gente.