Tentaciones
Reportaje:APUESTAS 2009 | MÚSICA

'Electro' es femenino singular

Olvida las bandas de tíos con guitarras. Este año, las que mandan son ellas: solistas haciendo pop bailable y electrónico.

LA CRISIS económica es tan gorda que ha restado protagonismo al primer presidente norteamericano negro de la historia. Vivimos rodeados por malas noticias y ya se sabe qué ocurre cuando pasan estas cosas: la gente quiere evadirse. Lo mismo que hubo una escena musical neoyorquina y europea que celebraba el hedonismo después del 11-S, para el 2009 se vaticina que el escapismo será la tendencia al alza en el mercado del pop. "Todo estará muy enfocado hacia el po...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Olvida las bandas de tíos con guitarras. Este año, las que mandan son ellas: solistas haciendo pop bailable y electrónico.

LA CRISIS económica es tan gorda que ha restado protagonismo al primer presidente norteamericano negro de la historia. Vivimos rodeados por malas noticias y ya se sabe qué ocurre cuando pasan estas cosas: la gente quiere evadirse. Lo mismo que hubo una escena musical neoyorquina y europea que celebraba el hedonismo después del 11-S, para el 2009 se vaticina que el escapismo será la tendencia al alza en el mercado del pop. "Todo estará muy enfocado hacia el pop debido al clima económico", declaraba Iain Watt, manager de Mika y otros artistas de carga ligera. "La gente quiere una válvula de escape de dos minutos que le permita evadirse de la presión cotidiana. No me sorprendería que, de todo esto surgiera una fuerza creativa en el pop". Nada puede haber más pop y más escapista que canciones hechas con sintetizadores pegajosos e interpretadas por chicas de veintipocos años que han crecido escuchando a Michael Jackson, Madonna, Human League, The Cure o Prince.

Cuando en diciembre la BBC consultó a un grupo de especialistas preguntando por nuevos valores por los que apostar para el nuevo año, se vio una mayoría coincidente de solistas femeninas de la rama electrónica. Una tendencia que anticiparon años antes Annie, Yelle y Robyn, así como el pop art rebelde y mestizo de M.I.A. y Santogold. En los días del electroclash, Peaches instauró una nueva forma de feminismo hecho con sonidos sintéticos, más rock que pop, más macarra que fino. Ahora, una nueva generación de solistas toma el relevo parapetada tras sus sintetizadores. Natural de Nueva Zelanda, Ladyhawke se trasladó a Londres en cuanto vio que la prensa inglesa le hacía caso, aunque fuera diciendo que era la nueva Stevie Nicks (voz de Fleetwood Mac, paradigma del rock melódico de los setenta). "Es un cumplido —declaraba ella, de nombre real Pip Brown, a Scene Magazine— que sobre todo se debe a la canción Back of the van, lo cual me intimida un poco porque siempre me vi como instrumentista, no como cantante. No había cantado hasta que creé Ladyhawke".

Mientras su primer y homónimo álbum (editado por el prestigioso sello independiente australiano Modular, cuna de The Presets y Cut Copy) se hacía popular, otra jovencita colocaba su primer single en las listas americanas. De sonido algo más vulgar y previsible, Just dance convirtió el apodo de Lady GaGa en sinónimo de popstar yanqui. Con un rayo en la mejilla que evoca al Bowie de 1973 y una densidad intelectual de 128 en la escala Paris Hilton, Lady GaGa explica su secreto vía telefónica desde Copenhague: "Aspiro a hacer arte comercial que a la vez sea respetado. Y creo que lo estoy logrando. Me interesa mucho la fama y el éxito de la misma manera que le interesaban a Warhol, de un modo conceptual. El dinero me sirve para hacer más arte, no para comprar más coches o más casas". Pues eso, los panaderos hacen más pan, los charcuteros más longanizas, y Lady GaGa hace más arte, que el mundo está muy necesitado.

Ese concepto warholiano de convertir lo popular en algo culturalmente valioso resulta más legítimo en otra clase de artistas. Este verano el semanario NME presentaba a la desconocida Thecocknbullkid como uno de esos nombres a recordar. Bajo ese apodo saluda Anita Blay, que declaraba: "Para mí es importante ser una estrella de pop. No hay nadie como yo y lo que hago merece ser visto y oído en todo el mundo". Anita asegura que cuando era adolescente, Morrissey fue una revelación; cuanto más morbosas eran sus letras, más se identificaba con ellas. Años después, escuchó a M.I.A. y supo que ella también podía hacerlo. Como es negra piensan que hace rhythm and blues, pero su electro minimalista es más pop que otra cosa. Al contrario que Lady GaGa, que fue apadrinada por Akon y ha compuesto para la aristocracia del pop yanqui (Pussycat Dolls, Britney), las aspirantes a popstars inglesas provienen del lado alternativo del negocio. Little Boots, que tiene todos los boletos para convertirse en la Kylie indie, cantaba en Dead Disco, pero desde que graba por su cuenta, tiene encandilados a nerds como Hot Chip. Una multi le sacará álbum a principios de año, lo mismo que a La Roux (nombre real, Elly Jackson). Un tema en un recopilatorio del sello francés Kitsuné ha bastado para catapultarla antes incluso de que debutara en un escenario. "Me puse La Roux porque no quería ser otra solista femenina y tampoco quería parecer británica". En marzo será telonera en la gira inglesa de Lily Allen.

"El futuro del pop es femenino y electro —proclama Lady GaGa—, y yo soy la primera solista americana que da fe de ello. No lo interpretaría como una nueva forma de feminismo. Que hagamos música solas, sin chicos alrededor, no es más que una casualidad. Soy una mujer fuerte como Madonna, otra de mis influencias, pero como a ella me encanta estar rodeada de chicos". Con o sin chicos alrededor, ni ella ni sus colegas van a estar solas durante los próximos meses. Internet está plagado de perfiles con nombres prometedores como Goldie Locks, Synth Girl o la canadiense Donzelle. Femenino, singular y electrónico. El futuro inmediato del pop más puro suena así.

The fame de Lady GaGa se publica en febrero en Universal. www.littlebootsmusic.co.uk

Lady GaGa, la próxima estrella global.

TIEMPOS DUROS, TIEMPOS SALVAJES

En 2009 las alegrías de aquellos momentos en que el dinero caía de los árboles pasarán a la historia. Ahora, cómo no, toca apretarse el cinturón. Por eso, la mitad de las tendencias que vienen tienen más de revisionistas que de novedosas. Y el resto, pues casi, casi.

EL 'METAL' RECONFORTA. Es un axioma. AC/DC arrasa cuando peor están las cosas. El espectacular éxito de Black ice y el hecho de que las entradas para sus conciertos el próximo marzo se hayan liquidado en horas no hacen más que confirmar que los australianos son la punta de lanza de un revival metalero que lleva adosados un par de videojuegos, la vuelta a la vida de Metallica, la política de reediciones especiales del sello germano SPV, los rumores sobre la reunión de los miembros originales de Guns N' Roses y el retorno del rock de estadio en detrimento del formato festival.

SELLOS RAROS. Primero fueron los de Starbucks editando compilaciones para terminar fichando a McCartney o John Mellencamp para su sello, Hear Music. Los Eagles firmaron un contrato con el monstruo del híper Wal Mart y Axl Rose pensó que lo mejor era que su disco se vendiera en exclusiva en la cadena Best Buy. El derechista diario británico Mail on Sunday regaló el nuevo disco de Prince y ahora anuncia que va a crear un sello musical propio. Mientras, David Geffen, que anda últimamente un poco despistado, se postula como comprador del diario L. A. Times.

RENACER 'HIP-HOP'. El brutal éxito de Lil' Wayne, la desfachatez de Kanye West y los 30 millones de dólares gastados por Jay Z para que, desde Budweiser hasta NASCAR, promocionen sus discos son el anuncio de una nueva era dentro del hip-hop. Cuando la rabia, la política y la calle ya no interesaban a los chicos blancos, los hip-hoperos contraatacan. Lo hicieron de la mano de un trasto llamado autotune, que si lo llega a conocer el dúo Milli Vanilli hoy serían un clásico y no una vergüenza. 2009 será recordado por confirmar que para que algo vaya a mejor hay que hacerlo cada vez peor.

VETERANOS ESCANDALOSOS. Y Pete Townsend, que tenía el ordenador lleno de fotos raras. Y George Michael, que cada vez que se acerca a un baño, se pule los royalties de Faith en fianzas. Y Boy George, que aún no ha entendido que según qué oficios no pueden dar facturas con IVA. Y claro, el viejo Gary Glitter (foto), quien aún no sabe si escribir su biografía inspirándose en Plataforma o en La playa. Décadas de éxito dejan marca, sobre todo, cuando éste desaparece. Prepárense para ver cómo la mitad de la colección de discos de sus padres entra o sale de la cárcel o de la portada de los tabloides.

MULTIEDICIONES. En marzo se editará una versión conmemorativa y excesiva del Ten de Pearl Jam. El artefacto va tan cargado que incluso, en una de sus versiones, se incluye una cicassette con la demo perteneciente a la encarnación más primigenia de la banda de Seattle. En enero sale a la venta el nuevo disco de Franz Ferdinand. Las ediciones incluirán un DVD, cuatro canciones en directo, una versión dub del disco y otra en vinilos de siete pulgadas. Una locura que no hace más que confirmar que si no existiera gente comprando cuatro veces el mismo disco, las cosas irían hasta peor.

ADÍOS 'FESTIS'. En 2009, los ingleses, que por mucho que nos pese, en algunos casos, han mantenido funcionando este circo, van a recordar que un euro vale una libra y muchos se van a quedar en casa actualizando el facebook. Cuando la venta anticipada empiece a salir a ritmo cansino, algunos se lo van a pensar muy mucho antes de decirle que sí a todo a Morrissey. Para los tozudos y los altivos, el descalabro. Para los realistas, un reajuste. No olviden que este año no hay dinero para los Ayuntamientos, así que, vecinos de Villabajo, escojan: Elton John o alumbrado público. XAVI SANCHO