Necrológica:

Gonzalo Menéndez Pidal, historiador analítico

Entre otras artes cultivó la fotografía y el cine documental

El día 11 de diciembre de 2008 falleció en Madrid Gonzalo Menéndez Pidal, persona difícil de definir o encasillar, dado lo original variado y extenso del contenido de su obra y de su propio carácter. Se le podría considerar como un científico humanista a la manera de los hombres del Renacimiento o como un historiador analítico, siempre interesado en el estudio y la comprensión de cualquier tema o cualquier época, especialmente a través de la imagen; lo grande y lo pequeño despertaban igualmente su curiosidad y eran para él objeto de estudio.

Su familia y el ambiente que han rodeado vida...

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El día 11 de diciembre de 2008 falleció en Madrid Gonzalo Menéndez Pidal, persona difícil de definir o encasillar, dado lo original variado y extenso del contenido de su obra y de su propio carácter. Se le podría considerar como un científico humanista a la manera de los hombres del Renacimiento o como un historiador analítico, siempre interesado en el estudio y la comprensión de cualquier tema o cualquier época, especialmente a través de la imagen; lo grande y lo pequeño despertaban igualmente su curiosidad y eran para él objeto de estudio.

Su familia y el ambiente que han rodeado vida y obra han influido sin duda en ellas. Nació en Madrid el 12 de abril de 1911, hijo de Ramón Menéndez Pidal y María Goyri; su vida se desarrolló en un ambiente de estudio y sabiduría, orden y decoro presidido por la austeridad, con mucha lectura y juegos al aire libre, todo con clara influencia de la Institución Libre de Enseñanza. Otro elemento importante en su niñez y adolescencia fue su abuela materna Amalia Goyri, dotada de cualidades poco comunes en las mujeres del primer cuarto del siglo XX y cuyo recuerdo le acompañó siempre. Sus escuelas fueron la Institución Libre de Enseñanza y el Instituto Escuela desde 1918, año de su fundación. Estudió la licenciatura de Historia en la Universidad Central de Madrid y allí conoció a Elisa Bernis que en 1936 sería su esposa. En 1933 tomó parte en el mítico crucero por el Mediterráneo organizado por la Facultad de Letras de Madrid que reunió a universitarios de toda España, acompañados por los profesores más destacados del momento. Los difíciles años de la Guerra Civil, transcurrieron para él entre Madrid, Burdeos y Segovia.

La personalidad de Gonzalo Menéndez Pidal, se ha puesto de manifiesto en todas las actividades que ha desarrollado a lo largo de su vida: la enseñanza en institutos públicos, colegio estudio y universidades de EE UU y Canadá. En 1958 leyó su discurso de ingreso en la Academia de la Historia de la que ha sido decano durante los últimos años. Sus dedicaciones constantes han sido de modo especial la fotografía y el cine. Su archivo fotográfico contiene más de 200.000 imágenes, la mayor parte realizadas por él. En cuanto al cine, ha realizado cerca de 200 documentales sobre personas y temas variados, con orientaciones diferentes siempre llenas de sugerencias y de sorpresas. La película de mayor calado es la llamada Hijos de 1868, que es una historia de España en imágenes desde la Guerra de 1808 a la de 1936. Reunió también un importante archivo de música tradicional.

La obra escrita de Gonzalo Menéndez Pidal, refleja sus distintos intereses: la cartografía, con la publicación de dos Atlas históricos y sobre todo la historia real, presentada de una manera diferente. Tal vez el título más destacado sea Hacia una nueva imagen del mundo, por la ambición del tema y la riqueza de contenido. En el año 2004, la Residencia de Estudiantes publicó una pequeña colección de recuerdos, muchos de ellos gráficos a modo de memorias, que se llama Papeles perdidos. Ha dejado en curso la continuación de estos recuerdos que son también fragmento de la historia; habría llevado el título de Papeles Encontrados. Siendo Gonzalo Menéndez Pidal presidente de la Fundación Francisco Giner de los Ríos, comenzó a publicarse en 1987, el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza, en su segunda etapa.

Cuando desaparece una persona como Gonzalo Menéndez Pidal, inteligente, crítico, curioso, irónico, divertido, dotado de una gran habilidad manual y de una gran ternura, deja una sensación de pérdida irreparable, de algo que no se puede repetir. A pesar de su longevidad, ha mantenido una espléndida lucidez hasta poco antes de su muerte. Su hija Elvira ha sido el principal apoyo en todo momento, junto a las nietas y un grupo de amigos que estaban muy cerca. Nos quedan a todos sus obras y su recuerdo.

Elvira Ontañón es historiadora.

El historiador Gonzalo Menéndez Pidal.BERNARDO PÉREZ

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