Pakistán se desliza hacia el caos

La parálisis del Gobierno lleva al país al borde de la descomposición

Pakistán está en guerra. Lo ha reconocido su presidente, Ali Asif Zardari. Más allá de la batalla contra la insurgencia en las zonas fronterizas con Afganistán, está en juego su identidad como país. Los ocho años de dictadura de Pervez Musharraf, la incompetencia de las élites políticas y la miopía de EE UU en la región han dejado a los paquistaníes divididos.

Pakistán está en guerra. Lo ha reconocido su presidente, Ali Asif Zardari. Más allá de la batalla contra la insurgencia en las zonas fronterizas con Afganistán, está en juego su identidad como país. Los ocho años de dictadura de P...

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Pakistán está en guerra. Lo ha reconocido su presidente, Ali Asif Zardari. Más allá de la batalla contra la insurgencia en las zonas fronterizas con Afganistán, está en juego su identidad como país. Los ocho años de dictadura de Pervez Musharraf, la incompetencia de las élites políticas y la miopía de EE UU en la región han dejado a los paquistaníes divididos.

Pakistán está en guerra. Lo ha reconocido su presidente, Ali Asif Zardari. Más allá de la batalla contra la insurgencia en las zonas fronterizas con Afganistán, está en juego su identidad como país. Los ocho años de dictadura de Pervez Musharraf, la incompetencia de las élites políticas y la miopía de EE UU en la región han dejado a los paquistaníes divididos. Ahora que un civil retoma las riendas del Estado, la confusión paraliza las instituciones.