EL RINCÓN DE | JOAN PUIGCERCÓS

Desconectar en la montaña, aunque no del todo

Joan Puigcercós recibe en camiseta, chanclas y bermudas. Las vacaciones cambian a la gente, hasta el punto de humanizar a un animal político. Despeinado y sin afeitar, su mirada se pierde a menudo en el paisaje. Su refugio desde hace ocho años es una casa rural alquilada que se levanta entre prados y montañas cerca de Ribes de Freser (Girona). "Ahí aprendió a leer y a escribir mi padre", dice Puigcercós, señalando una casa en ruinas. No es su único vínculo sentimental. El consejero de Gobernación de la Generalitat y dirigente de ERC nació cerca de aquí.

Sentado en el patio delantero, as...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Joan Puigcercós recibe en camiseta, chanclas y bermudas. Las vacaciones cambian a la gente, hasta el punto de humanizar a un animal político. Despeinado y sin afeitar, su mirada se pierde a menudo en el paisaje. Su refugio desde hace ocho años es una casa rural alquilada que se levanta entre prados y montañas cerca de Ribes de Freser (Girona). "Ahí aprendió a leer y a escribir mi padre", dice Puigcercós, señalando una casa en ruinas. No es su único vínculo sentimental. El consejero de Gobernación de la Generalitat y dirigente de ERC nació cerca de aquí.

Sentado en el patio delantero, asegura que lo mejor son los 15 días de rutina absoluta. "A veces un político necesita una vida más tranquila. Aquí la encuentro. Hago excursiones, voy a comprar al pueblo y leo. Nada más". Las palabras Estatut, Renfe, apagón y aeropuerto no tardan en aparecer. Son conceptos cotidianos en la actualidad catalana, pero aquí desentonan. El dirigente no puede desconectar: "Miro la prensa en Internet todos los días. Si no, sufriría mucho". ¿A quién no invitaría nunca? "Quizás no tendría mucho de qué hablar con Acebes. Pero me lo llevaría de excursión a la montaña sin problemas".

Archivado En